

El vicepresidente de Brasil, Geraldo Alckmin, anunció este lunes (3) que el acuerdo entre el Mercosur y la Unión Europea (UE) está encaminado para ser firmado antes de diciembre. Durante su participación en el 7º Foro Paulista de Desarrollo (Fopa), celebrado en Itu, São Paulo, Alckmin destacó que este pacto es parte de una serie de negociaciones internacionales estratégicas para Brasil, incluyendo acuerdos con países como India, México y los Emiratos Árabes Unidos.
Según Alckmin, las negociaciones con la UE avanzan en un contexto de discusiones sobre el llamado «tarifaço», un tema que ha generado tensiones con el gobierno de los Estados Unidos. «Debemos tener un salto importante en las líneas de preferencia arancelaria con India y México», afirmó el vicepresidente, refiriéndose a acuerdos que buscan otorgar tarifas más favorables a los socios comerciales.
Además del esperado acuerdo con la Unión Europea, Alckmin subrayó la importancia de fortalecer relaciones comerciales con otras regiones del mundo. En particular, mencionó el acuerdo entre el Mercosur y los Emiratos Árabes Unidos, que se espera beneficie significativamente las exportaciones agropecuarias de Brasil. Este sector es clave para la economía brasileña y representa una oportunidad para diversificar los mercados internacionales.
Las líneas de preferencia arancelaria, explicó Alckmin, son mecanismos que permiten negociar tasas más competitivas entre los países socios, priorizando el comercio bilateral. Sin embargo, este tipo de acuerdos no han estado exentos de controversias. En especial, las negociaciones relacionadas con el tarifaço han generado incomodidad en el gobierno estadounidense liderado por Donald Trump, que ha manifestado preocupación por las posibles implicaciones para sus exportaciones.
Aunque evitó referirse directamente al tarifaço o a las relaciones comerciales con Estados Unidos, Alckmin aprovechó su intervención para destacar la necesidad de modernizar la industria brasileña. Según el vicepresidente, el programa «Nueva Industria en Brasil» busca fomentar la producción nacional de bienes con alto valor agregado, una estrategia clave para competir en el mercado global.
«Brasil necesita diversificar sus mercados y apostar por sectores estratégicos», afirmó. Alckmin señaló que la industria automotriz enfocada en tecnologías verdes representa una oportunidad prometedora para el país. Además, destacó que la próxima Conferencia de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático (COP30), que se celebrará en Brasil, atraerá la atención de inversores interesados en proyectos sostenibles.
El vicepresidente también enfatizó el papel de Brasil como líder en la lucha contra el cambio climático. Según él, esta posición fortalece la imagen del país en el escenario internacional y abre nuevas posibilidades para atraer inversiones extranjeras. «La COP30 será una vitrina para mostrar nuestro compromiso con un desarrollo sostenible», aseguró.
En un momento en que las relaciones comerciales globales están marcadas por tensiones y desafíos, Brasil parece apostar por una estrategia de apertura y diversificación. El posible cierre del acuerdo Mercosur-UE antes de fin de año marcaría un hito importante en esta dirección, consolidando a Brasil como un actor clave en el comercio internacional.
Mientras tanto, las negociaciones con India, México y los Emiratos Árabes Unidos reflejan un esfuerzo por ampliar los horizontes comerciales del país y reducir su dependencia de mercados tradicionales. Con un enfoque en la sostenibilidad y la innovación industrial, el gobierno brasileño busca posicionarse como un líder regional y global en los próximos años.
