

El partido Independent Ireland (II) ha calificado como una «bomba» la reciente admisión del Comisario de Comercio de la Unión Europea, Maroš Šefčovič. La preocupación radica en que los precios de la carne de res irlandesa podrían desplomarse hasta un alarmante 45% en un plazo de cinco años si se implementa el acuerdo Mercosur.
Según los términos del borrador del acuerdo, la carne de res proveniente de los países del Mercosur—Brasil, Argentina, Paraguay y Uruguay—tendría acceso significativo al mercado de la UE sin aranceles. Esto podría representar un duro golpe para los productores irlandeses.
El Secretario General de Independent Ireland y diputado local, Richard O’Donoghue, afirmó que el Comisario admitió que el acuerdo Mercosur permite que los precios de la carne de res caigan hasta un 10% anual antes de que se activen medidas de protección. «Esto significa que los precios podrían bajar un 9% cada año durante los próximos cinco años, y la UE no haría nada al respecto», señaló.
O’Donoghue advirtió: «Bajo este acuerdo comercial, el precio de la carne podría caer casi a la mitad mientras se permite que la carne sudamericana inunde el mercado». Además, instó al Gobierno a «despertar antes de que sea demasiado tarde, porque si este acuerdo se aprueba, la industria será devastada».
Por su parte, el eurodiputado de Independent Ireland, Ciaran Mullooly, expresó su indignación: «A los agricultores irlandeses ahora se les dice que los precios pueden colapsar año tras año antes de que se aplique cualquier supuesto ‘mecanismo de seguridad’. Eso no es protección, es rendición».
El acuerdo Mercosur ha sido objeto de controversia desde su concepción. Los críticos argumentan que podría perjudicar gravemente a los pequeños agricultores europeos y debilitar las normas ambientales y de bienestar animal. En Irlanda, donde la agricultura es una parte fundamental de la economía rural, las preocupaciones son especialmente agudas.
La posible caída en los precios no solo afectaría a los agricultores, sino también a las comunidades rurales que dependen de esta industria. Los representantes de Independent Ireland han prometido continuar presionando al Gobierno para que reconsidere su postura sobre el acuerdo y priorice los intereses de los productores locales.
Con el tiempo corriendo en contra, el futuro de la industria cárnica irlandesa parece estar en juego.
