

El gobierno de Portugal, al frente del Consejo de la Unión Europea hasta junio, ha expresado su intención de impulsar las negociaciones sobre el anexo ambiental del acuerdo comercial entre la Unión Europea (UE) y el Mercosur. Este esfuerzo coincide con el final del mandato portugués en la presidencia del consejo, y se espera que las conversaciones comiencen a más tardar en julio.
Eurico Brilhante Dias, secretario de Internacionalización de Portugal, quien se encuentra en una visita oficial a Brasil, enfatizó el compromiso de su país con la ratificación del acuerdo. Según Dias, la presidencia portuguesa ha trabajado activamente para mantener el tema como una prioridad dentro del Consejo de Comercio de la UE y ha promovido las gestiones necesarias para avanzar en el proceso.
El acuerdo, que tomó cerca de 20 años de negociaciones, fue anunciado en junio de 2019 como un tratado de libre comercio entre los países del Mercosur (Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay) y la Unión Europea. Sin embargo, desde entonces, ha enfrentado múltiples obstáculos tanto en Europa como en Sudamérica.
Resistencia en la UE y el Mercosur
El tratado entre la Unión Europea y el Mercosur enfrenta desafíos significativos tanto en Europa como en Sudamérica. En la UE, países como Francia han manifestado preocupaciones debido al impacto ambiental, particularmente por el desmonte en la Amazonía y las políticas ambientales del gobierno brasileño de Jair Bolsonaro. Por otro lado, en el Mercosur, el apoyo al acuerdo se ha debilitado con los cambios políticos en Argentina. Durante el gobierno de Alberto Fernández y Cristina Fernández de Kirchner, los parlamentarios argentinos del Mercosur enfrentaron problemas como la falta de pago de sueldos y los viáticos eran difícil que pudieran recibir. Con la llegada de Javier Milei, esta situación se agravó, eliminándose por completo las ayudas para viáticos relacionados con visitas oficiales y cumbres.
Actualmente, los parlamentarios argentinos en el Mercosur deben recurrir a financiamiento externo, como apoyo de organizaciones internacionales, empresas, familiares o sus propios trabajos, para cubrir con sus gastos. En contraste, Bolivia y Paraguay parecen tener un enfoque más eficiente en el uso de sus parlamentarios supranacionales. En estos países, los diputados no solo participan en una organización específica, sino que también representan a sus naciones en varias instituciones internacionales, optimizando recursos y reduciendo la inactividad parlamentaria.
Las expectativas del anexo ambiental
Cuando se le preguntó sobre el contenido del posible anexo ambiental, Dias señaló que la responsabilidad recae en la Comisión Europea, que es el órgano ejecutivo de la UE. Sin embargo, destacó que Portugal considera el acuerdo como un instrumento importante y ventajoso tanto para los países del Mercosur como para Europa.
El secretario portugués también subrayó la necesidad de crear condiciones políticas favorables para que el tratado sea ratificado. En cuanto a las objeciones planteadas por países como Francia, argumentó que muchas de las preocupaciones actuales ya habían sido discutidas durante las dos décadas de negociaciones. Además, destacó que el acuerdo incluye un capítulo sobre desarrollo sostenible que calificó como «bastante moderno».
Por su parte, el gobierno brasileño también manifestó disposición para negociar un documento adicional que refuerce los compromisos mutuos con el desarrollo sostenible. Según el Ministerio de Relaciones Exteriores de Brasil (Itamaraty), este anexo podría servir como una demostración de buena voluntad para superar las resistencias dentro de Europa.
Un acuerdo estratégico para ambas regiones
Portugal ha insistido en que el tratado es beneficioso para ambas partes y podría fortalecer las relaciones comerciales y políticas entre los dos bloques. A pesar de las dificultades actuales, los defensores del acuerdo destacan su potencial para promover el crecimiento económico y la cooperación internacional.
El tratado incluye disposiciones comerciales y ambientales que van «más allá de la mayoría de los acuerdos comerciales vigentes en la UE», según el Itamaraty. Los países del Mercosur han reiterado su compromiso con los principios del Acuerdo de París sobre cambio climático y esperan que este enfoque contribuya a disipar las dudas europeas.
Un futuro incierto
A medida que se acerca el final del mandato portugués en la presidencia del Consejo de la UE, persisten las preguntas sobre si será posible avanzar significativamente en las negociaciones. Aunque Portugal ha mostrado liderazgo en este tema, el éxito del acuerdo dependerá de la disposición política tanto en Europa como en Sudamérica.
El tiempo dirá si los esfuerzos actuales logran desbloquear un proceso que lleva décadas en marcha. Mientras tanto, los países del Mercosur deberán evaluar si es viable seguir apostando por este tratado o explorar nuevas alternativas para fortalecer sus relaciones comerciales en un mundo cada vez más interconectado.
