

La atención es un proceso cognitivo complejo y fundamental que actúa como un mecanismo de selección y focalización de nuestra consciencia. Nos permite filtrar la enorme cantidad de estímulos que recibimos del entorno (sonidos, imágenes, olores) y de nuestro propio mundo interno (pensamientos, emociones, recuerdos), para concentrarnos en la información que es relevante en un momento dado. Es la puerta de entrada al aprendizaje y a la memoria; sin atención, la información simplemente no se procesa de manera efectiva.
Por otra parte, si consideramos la perspectiva de la neurociencia, la atención no es una función única y monolítica, sino un conjunto de procesos neuronales interconectados. Se define como la capacidad del cerebro para seleccionar y modular la información sensorial y cognitiva, amplificando las señales relevantes y suprimiendo las distracciones. Este proceso no ocurre en un solo lugar del cerebro, sino que es el resultado de la comunicación sincronizada entre diversas redes neuronales.
¿Qué aspectos debo cuidar para que la tecnología no dañe la atención?
En la actualidad diversas áreas del conocimiento como la psicopedagogía y las explican desde la modulación de los sistemas atencionales (alerta, orientación y atención ejecutiva) para evitar la sobrecarga cognitiva y la habituación a la distracción. Acá se ven los criterios más relevantes de estos postulados.
- Evitar la multitarea crónica (División de atención)
La neurociencia ha demostrado que el cerebro humano no realiza multitarea real, sino que conmuta rápidamente entre tareas (task switching). Esta conmutación tiene un alto coste cognitivo y es el factor más perjudicial.
- ¿Qué cuidar? El Sistema de Control Ejecutivo (prefrontal), responsable de la planificación, inhibición y cambio de foco.
- ¿Cómo se llega al daño? La constante interrupción genera una liberación crónica de cortisol (estrés) y dopamina (recompensa por novedad). El cerebro se acostumbra a la novedad superficial y pierde la capacidad de sostener el foco en estímulos complejos o de largo plazo.
- Medida de protección y/o prevención. Establecer bloques de trabajo monotarea con la tecnología. Por ejemplo, si se usa una herramienta digital, se deben desactivar todas las notificaciones externas (visuales y auditivas) para proteger la atención sostenida.
- Gestionar la densidad y rapidez de la información
Los formatos digitales están diseñados para una rápida gratificación y consumo. Esto afecta la Tasa de Refresco Neuronal necesaria para el aprendizaje profundo.
- ¿Qué cuidar? La Memoria de Trabajo (circuito prefrontal-parietal). Esta memoria es limitada en capacidad y duración.
- ¿Cómo se llega al daño? La sobreexposición a feeds de desplazamiento infinito (scrolling) y videos cortos (< 60 segundos) sobrecarga la memoria de trabajo y el sistema de alerta, impidiendo la consolidación de la información de corto a largo plazo. El cerebro se vuelve «impaciente» para el aprendizaje lento y reflexivo.
- Medida de protección y/o prevención. Implementar el «Aprendizaje Lento» Digital. Priorizar contenidos que requieran lectura profunda y reflexión activa (pausar, resumir, conectar ideas) en lugar de solo consumir información rápida. Fomentar la generación de contenido sobre el consumo pasivo.
- Controlar la dependencia de la recompensa (Dopamina)
Las aplicaciones y juegos utilizan notificaciones, “me gusta” y sonidos para generar bucles de recompensa basados en la liberación de dopamina, lo que refuerza el comportamiento de distracción.
- ¿Qué cuidar? El Sistema Límbico y Vías Mesolímbicas (circuito de recompensa).
- ¿Cómo se llega al daño? La constante estimulación exógena debilita la motivación intrínseca y la capacidad de autogenerar foco y recompensa a partir de la tarea en sí misma (aprendizaje). El niño/joven solo presta atención cuando el estímulo es externo, brillante o sonoro.
- Medida de protección y/o prevención. Introducir “Momentos de Desconexión Atencional”. Diseñar actividades donde la tecnología se use con un propósito específico y luego se guarde, forzando al cerebro a encontrar la recompensa en la ejecución de la tarea o en la interacción social directa (presencial), en lugar de en la pantalla.
- Asegurar la calidad del sueño
La exposición a la luz azul emitida por las pantallas antes de dormir es un disruptor neurológico directo de la atención diurna.
- ¿Qué cuidar? El Ritmo Circadiano y la secreción de Melatonina.
- ¿Cómo se llega al daño? La luz azul suprime la melatonina, retrasando y empobreciendo el sueño. Un sueño de mala calidad deteriora directamente la función del córtex prefrontal, llevando a fallas en la atención selectiva y el control de impulsos al día siguiente.
- Medida de protección y/o prevención. Implementar una “Higiene Digital” estricta. No usar pantallas (tabletas, móviles, consolas) al menos una hora antes de acostarse, y usar filtros de luz azul en los dispositivos durante la noche.
Al final, el objetivo es reforzar el control endógeno de la atención (la capacidad del individuo de dirigir su propio foco) en lugar de depender del control exógeno (los estímulos de la tecnología).

Publicado por: Jeanette
Fuente de esta noticia: https://www.eldiario.net/portal/2025/10/31/el-desarrollo-de-la-atencion-y-su-relacion-con-la-tecnologia-5/
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