

El presidente francés, Emmanuel Macron, destacó este jueves avances significativos en las negociaciones del acuerdo comercial entre la Unión Europea (UE) y el Mercosur. Sin embargo, subrayó que aún es necesario implementar ajustes y medidas de protección para los sectores más vulnerables de la economía europea antes de dar su apoyo definitivo.
En una conferencia de prensa tras la cumbre de líderes de la UE en Bruselas, Macron adoptó un tono cauteloso al referirse al progreso alcanzado. Aunque reconoció que las cláusulas de salvaguardia propuestas por la Comisión Europea «van en la dirección correcta», enfatizó que Francia no respaldará el acuerdo hasta que existan garantías concretas de protección para los sectores nacionales más expuestos.
Entre las preocupaciones principales del gobierno francés figuran los controles aduaneros, sanitarios y fitosanitarios sobre los productos importados desde Sudamérica. Macron calificó estas medidas como «esenciales» para garantizar que el acuerdo no perjudique a los agricultores y productores europeos. «Todo avanza en la dirección correcta para proteger a los sectores más expuestos y también a los consumidores europeos», afirmó el mandatario.
Francia ha insistido en que el texto final del tratado debe incluir mecanismos robustos para limitar el impacto negativo en segmentos sensibles de la economía europea, como la agricultura, que podría enfrentar una competencia desigual frente a los productos sudamericanos.
Mientras Francia mantiene una postura precavida, Alemania ha adoptado un enfoque más optimista. El canciller alemán, Friedrich Merz, señaló que los embajadores de la UE ya han dado luz verde para la firma del pacto. Según Merz, aunque el acuerdo aún requiere la ratificación del Parlamento Europeo, podría concretarse en un plazo muy corto.
Esta diferencia de tono entre París y Berlín refleja las distintas prioridades dentro del bloque europeo. Mientras Francia se enfoca en proteger a sus sectores más vulnerables, Alemania parece más dispuesta a avanzar rápidamente hacia la implementación del acuerdo.
El presidente del Consejo Europeo, António Costa, informó a los líderes del bloque que el acuerdo podría firmarse el próximo 20 de diciembre. Costa instó a los Estados miembros a agilizar los procesos internos necesarios para su aprobación.
Sin embargo, Macron reiteró que Francia condicionará su apoyo a la inclusión de salvaguardias claras y efectivas. «Francia sólo respaldará la conclusión del tratado después de recibir garantías concretas de que los sectores nacionales más vulnerables no se verán perjudicados», declaró.
El pacto entre la UE y el Mercosur, que lleva años en negociación, representa uno de los acuerdos comerciales más ambiciosos a nivel global. Su implementación podría fortalecer los lazos económicos entre Europa y Sudamérica, pero también ha generado controversias debido a preocupaciones sobre el impacto ambiental y social.
A medida que se acerca la fecha límite para su firma, las expectativas crecen, pero también lo hacen las demandas de ciertos países europeos, liderados por Francia, para garantizar que el acuerdo sea equilibrado y sostenible.
Con las negociaciones avanzando y las posiciones aún divididas dentro del bloque europeo, el futuro del tratado UE-Mercosur sigue siendo incierto.
