

Analistas sostienen que son acciones en las que se desliza la intención de incidir en el ánimo de los ciudadanos que el próximo 16 de noviembre acudirán a las urnas.
En medio de tensiones económicas y sociales, el presidente Daniel Noboa lanzó dos anuncios clave. El primero adelanta el pago del décimo tercer sueldo al 14 de noviembre para el sector público, e invita al privado a sumarse.
Tradicionalmente pagado en diciembre, este adelanto, según el gobierno, busca apoyar a familias en crisis. El politólogo Oswaldo Moreno advierte un tinte electoral en la medida, ya que el pago se daría solo dos días antes de la consulta popular del 16 de noviembre.
“Tiene un tinte clientelar, electoral, por un lado; por otro lado, es una medida muy informal, especialmente en el sector privado; yo creo que el 16 se evalúa al jefe de Estado y allí sabremos finalmente en qué grado de resistencia se encuentra su imagen».
El segundo anuncio es que el precio del diésel bajará en diciembre y en febrero. Esto, tras la reducción del subsidio, que incrementó en USD 1, el valor de ese combustible, lo que desató una movilización que se extendió por 30 días.
Pero hay cosas que en el gobierno nadie explica. El analista Francisco Rocha señala que no se ha dicho cuál será la afectación que genere la caída de los precios del petróleo en las cuentas fiscales y cómo se va a solventar aquello.
“Aquí hay un juego de palabras, una utilización de información real, pero acomodada a las circunstancias, es peligroso lo que están haciendo, pero es el modelo del correismo, manejando por correístas”.
Con la consulta popular a la vuelta de la esquina, estos anuncios económicos de Noboa buscan calmar las aguas tras el paro, pero su verdadero impacto se medirá en las urnas. Los analistas coinciden que allí se verá si la gente las valoró como un alivio real o como maniobra electoral.
ecuavisa.com
