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En la recta final antes de la consulta del 26 de octubre, Iván Cepeda, precandidato presidencial del Pacto Histórico, protagonizó su cierre de campaña en un acto multitudinario celebrado en el Centro de Eventos Montevideo. Acompañado por militantes y simpatizantes del movimiento de gobierno, el senador trazó una visión de país sustentada en lo que llamó “el segundo período de las revoluciones políticas, sociales y éticas”, y reafirmó su lealtad al presidente Gustavo Petro en medio de las recientes tensiones diplomáticas con Estados Unidos.
“Presidente Gustavo Petro, aquí estamos con usted, un mandatario digno de los colombianos, que no se arrodilla ante ningún poder imperial”, expresó Cepeda al inicio de su intervención. En su discurso, defendió el liderazgo internacional del presidente y lo definió como una voz que ha sabido “elevar la dignidad de los pueblos frente al genocidio, la crisis climática y la injusticia global”. El precandidato envió también un mensaje de solidaridad ante lo que calificó como “ataques despiadados desde Washington”.
Durante el acto, Cepeda presentó su “noveno mensaje programático”, el último de esta primera etapa de su campaña, centrado en la propuesta de una “revolución política democrática”. Según explicó, este planteamiento completa su visión de “las tres revoluciones” con las que aspira a consolidar a Colombia como una “potencia mundial de la vida”.
El senador abordó también la necesidad de poner fin a la violencia armada y pidió a los grupos ilegales que cesen los ataques contra líderes sociales y excombatientes firmantes de la paz. “No más asesinatos, no más persecuciones. Es momento de abandonar la vía armada y apostar por el diálogo y la transformación pacífica”, enfatizó.
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En un tono más reflexivo, Cepeda detalló que su proyecto político se articula sobre tres ejes: una revolución ética basada en la educación y la conciencia ciudadana; una revolución económica y social que impulse la igualdad, la justicia y la reforma agraria; y una revolución política orientada a fortalecer la democracia participativa y la paz duradera.
“Hablar de poder constituyente no es hablar de una coyuntura, sino de una práctica viva del pueblo”, afirmó. “La democracia no puede ser un ritual cada cuatro años. Debe ser una fuerza cotidiana, un proceso que el pueblo, en su diversidad, mantenga siempre en movimiento para transformar las instituciones desde abajo”.
El precandidato subrayó que su visión no busca reproducir pactos de élite, sino promover un gran acuerdo nacional nacido del diálogo entre todos los sectores políticos, económicos y sociales. “La movilización y la vigilancia ciudadana son la garantía de que no terminemos en acuerdos tibios o superficiales”, advirtió, insistiendo en que solo una ciudadanía activa puede asegurar transformaciones reales y sostenibles.
Cepeda concluyó su intervención con un mensaje de unidad y convicción política: “Estoy listo, junto a todas y todos ustedes, para iniciar el segundo período de las revoluciones políticas, sociales y éticas que convertirán a Colombia en una verdadera potencia mundial de la vida”.
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