

Ministro de Justicia y del Derecho, Eduardo Montealegre
El ministro de Justicia y del Derecho de Colombia, Eduardo Montealegre, presentó un ambicioso proyecto de ley que busca convocar una Asamblea Nacional Constituyente con el propósito de transformar las instituciones del país y adaptarlas a los desafíos del siglo XXI. La iniciativa, respaldada por el gobierno del presidente Gustavo Petro, pretende abrir un proceso de deliberación nacional que redefina los fundamentos del Estado colombiano y otorgue un nuevo marco de dignidad, justicia y soberanía a la ciudadanía.
Montealegre, reconocido jurista y exfiscal general, comparó el momento histórico que vive Colombia con las grandes transformaciones que marcaron el siglo XX. Recordó, por ejemplo, la evolución de la República Popular China, que pasó de ser una nación campesina a convertirse en una potencia económica global, símbolo de cómo un pueblo puede cambiar su destino cuando decide romper las viejas cadenas de la desigualdad.
“El pueblo colombiano está llamado a iniciar su propia marcha hacia la libertad y la dignidad”, afirmó el ministro desde Shanghái, donde pronunció un discurso en el que invitó a los ciudadanos a “derribar los bloqueos institucionales que frenan el progreso” y a enfrentar a los sectores que, según dijo, “pretenden devolver la rueda de la historia e imponer la gobernanza paramilitar del pasado”.
La propuesta del Ministerio de Justicia contempla la creación de una Asamblea Constituyente compuesta por 71 delegatarios, elegidos de manera democrática y representativa. El diseño busca una integración paritaria entre hombres y mujeres, y abre espacios para la participación de personas que no se identifican dentro de las categorías binarias de género tradicionales. Montealegre ha insistido en que este proceso será profundamente inclusivo, deliberativo y pacífico, enfocado en la confrontación de ideas y no en la violencia que durante décadas ha marcado la historia política del país.
“El objetivo no es imponer un texto cerrado, sino abrir el diálogo nacional más amplio de nuestra historia”, explicó el ministro. “Queremos que el pueblo, como en la antigua Atenas, decida directamente su propio destino. La nueva Constitución deberá ser un reflejo auténtico de la soberanía popular, no una carta diseñada por las élites para perpetuarse en el poder”.
La iniciativa también busca superar los límites de la Constitución de 1991, que, aunque representó un avance democrático en su momento, ha sido —en palabras de Montealegre— “cooptada por sectores que usan su letra para frenar las conquistas sociales y mantener privilegios históricos”. Según el ministro, “la refundación constitucional será la oportunidad de actualizar las instituciones, garantizar los derechos sociales y construir un Estado verdaderamente incluyente, moderno y soberano”.
El proyecto de ley será presentado ante los sectores sociales, movimientos ciudadanos y fuerzas políticas con el fin de iniciar un proceso de concertación nacional. El ministro ha subrayado que la Constituyente no será una iniciativa del poder, sino una construcción colectiva, nacida de la deliberación del pueblo.
“La historia de Colombia no puede seguir escrita por la violencia, sino por la palabra”, afirmó Montealegre. “Ha llegado la hora de transformar la resignación en acción, y el desencanto en esperanza. Esta Constituyente será el punto de partida para reconciliar al país consigo mismo y construir, entre todos, la República del siglo XXI”.
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