

El Ministerio de Salud Pública (MSP) de Uruguay ha dado un paso significativo en la atención a víctimas de violencia sexual con la incorporación de “Lumbre”, una herramienta diseñada específicamente para la reparación y el acompañamiento de niños, niñas y adolescentes que han sufrido este tipo de agresiones. Este nuevo recurso busca transformar el enfoque de atención, promoviendo intervenciones integrales y especializadas que respondan a las necesidades particulares de esta población.
Magdalena Álvarez, coordinadora del Programa de Adolescencia del MSP, explicó que “Lumbre” es un material desarrollado con un enfoque centrado en los menores, considerando su etapa de desarrollo y las profundas afectaciones que la violencia puede generar en ellos. “Es fundamental escuchar, creer y validar el discurso de niños y adolescentes”, destacó Álvarez, subrayando la importancia de construir espacios seguros para que las víctimas puedan expresar su experiencia y recibir el apoyo necesario.
Un enfoque integral y especializado
La implementación de “Lumbre” responde a la necesidad de superar los abordajes fragmentados que históricamente han caracterizado los servicios de salud en este ámbito. Según Álvarez, la herramienta propone un modelo integral que no solo aborda las consecuencias físicas y emocionales de la violencia sexual, sino que también considera factores sensoriales y contextuales que inciden en el bienestar de los menores.
El material incluye recursos sensoriales, táctiles y auditivos que buscan facilitar la expresión emocional y el proceso de recuperación. Su uso requiere una capacitación técnica específica para los profesionales de la salud, quienes desempeñarán un rol clave en la correcta implementación del programa. Además, esta herramienta estará acompañada por una revisión exhaustiva de los modelos actuales de atención, con el objetivo de garantizar su efectividad y sostenibilidad en el tiempo.
Escuchar y validar: pilares del proceso
Uno de los principios fundamentales del enfoque propuesto por “Lumbre” es la validación del testimonio de las víctimas. En palabras de Álvarez, “es esencial que los niños y adolescentes sientan que su voz es escuchada y valorada, ya que esto contribuye significativamente a su proceso de recuperación”. Este enfoque busca contrarrestar las barreras tradicionales que muchas veces dificultan el acceso a una atención adecuada, como la desconfianza o el temor al juicio social.
Asimismo, el programa enfatiza la importancia de trabajar en redes interinstitucionales para garantizar un abordaje coordinado y multidisciplinario. Esto implica articular esfuerzos entre los servicios de salud, el sistema educativo, las autoridades judiciales y otras organizaciones involucradas en la protección de derechos.
Capacitación como eje central
La implementación exitosa de “Lumbre” dependerá en gran medida de la formación del personal sanitario. Para ello, el MSP desarrollará instancias de capacitación destinadas a médicos, psicólogos, trabajadores sociales y otros profesionales vinculados al cuidado infantil y adolescente. Estas capacitaciones estarán orientadas a dotar a los equipos técnicos de herramientas prácticas para utilizar los recursos incluidos en “Lumbre” y aplicar el enfoque integral en su labor diaria.
Además, se promoverá la sensibilización sobre las particularidades del daño causado por la violencia sexual en menores, así como la necesidad de actuar con empatía, respeto y profesionalismo en cada caso.
Un compromiso con el futuro
Con la incorporación de “Lumbre”, Uruguay reafirma su compromiso con la protección y reparación de los derechos vulnerados de niños, niñas y adolescentes víctimas de violencia sexual. Este esfuerzo se inscribe dentro de una política pública más amplia que busca garantizar el acceso a servicios especializados y a un acompañamiento que priorice el bienestar integral de las personas afectadas.
Si bien aún queda camino por recorrer para erradicar la violencia sexual en todas sus formas, iniciativas como esta representan un avance significativo hacia una sociedad más justa y consciente. El éxito de “Lumbre” dependerá no solo del compromiso institucional, sino también del trabajo conjunto entre todos los actores involucrados en la protección y promoción de los derechos humanos.
