

Después de siete décadas de actividad en Virginia Key, el Miami Seaquarium ha bajado la persiana. El cierre, fijado para el domingo 12 de octubre, llega tras meses marcados por la bancarrota de la operadora The Dolphin Company y un prolongado conflicto legal con el condado de Miami-Dade.
El contrato de arrendamiento pasará a manos de Terra Group por 22,5 millones de dólares, con la idea de reconvertir el histórico recinto en un “acuario acreditado” sin mamíferos marinos, con más enfoque educativo, espacios comerciales y un paseo público junto a la bahía.
Un cierre tras siete décadas y un largo conflicto legal

Inaugurado en 1955, el Seaquarium fue emblema del turismo de la vieja Florida y escenario de rodajes como el de “Flipper”. Para varias generaciones fue parada obligada, aunque en los últimos años acumuló denuncias por bienestar animal y un deterioro progresivo de sus instalaciones.
Las inspecciones federales constataron infracciones reiteradas —desde estructuras inseguras a problemas de cuidado veterinario—, lo que derivó en un aviso de desalojo por parte de Miami-Dade. La propietaria operativa, The Dolphin Company, se declaró en quiebra a principios de año y fijó esta fecha como cierre de operaciones para facilitar la transición.
En su última jornada, el parque reunió a visitantes que buscaban revivir recuerdos de infancia mientras, fuera, activistas celebraban el final de una etapa. Hubo incluso quien llevó pancartas en homenaje a Lolita (Tokitae), la orca cuya muerte en 2023 concentró buena parte del debate público.
El condado sostiene que el arrendamiento ha quedado sin efecto y ha pedido al juez de quiebras luz verde para culminar el desalojo. Paralelamente, se han preparado equipos y protocolos para asegurar una transición ordenada tanto del recinto como de los animales que permanecen allí.
¿Qué pasará con el recinto y el proyecto “Seaquarium 2.0”?

La operación plantea el traspaso del arriendo a Resilient Aquarium LLC, filial de Terra. El plan adelanta un complejo con un acuario sin mamíferos marinos, experiencias inmersivas, áreas verdes y un malecón público abierto a la Bahía de Biscayne.
David Martin, consejero delegado de Terra Group, ha señalado que se preservarán elementos icónicos como la cúpula dorada y que el proyecto pondrá el acento en la educación y la conservación vinculadas a la bahía. El diseño contempla también restaurantes, comercios y un nuevo puerto deportivo.
La propuesta, presentada como “Miami Seaquarium 2.0”, quiere honrar la memoria del lugar al tiempo que lo adapta a estándares actuales de bienestar animal y a la normativa vigente para recintos de exhibición.
Según el acuerdo, la operación está sujeta a la aprobación de la Corte de Quiebras de Delaware. La audiencia prevista marcará el calendario definitivo de las obras y de la toma de control del recinto por parte de la nueva gestora.
Bienestar animal y reubicación de los ejemplares
En la instalación permanecen delfines y leones marinos que deberán ser reubicados. Fuentes locales apuntan a cifras cercanas a 16 delfines y 24 leones marinos, si bien los traslados se coordinarán caso por caso y bajo la supervisión del administrador concursal y del propio condado.
Organizaciones como PETA y entidades de protección animal han pedido que los supervivientes sean enviados a santuarios marinos, mientras especialistas advierten de que algunos ejemplares son de edad avanzada y requieren planes de transición seguros y graduales.
Exprofesionales del parque y veterinarios vinculados al caso han expresado reservas sobre plazos y destinos, reclamando un itinerario técnico detallado que priorice la salud de los animales. Entre las controversias recientes figura la muerte del delfín Bimini en 2024, que avivó el escrutinio sobre los protocolos de cuidado.
Las autoridades insisten en que la reubicación será supervisada y documentada, en coordinación con instalaciones receptoras que cumplan con estándares acreditados y con seguimiento veterinario continuo.
Reacciones de la comunidad y de los activistas
Frente a las puertas del recinto, activistas descorcharon botellas para celebrar lo que consideran una victoria del bienestar animal. Se vieron carteles en inglés y español, algunos recordando a Lolita, y consignas que exigían la clausura de los espectáculos con mamíferos marinos.
Del lado de los visitantes, muchos expresaron nostalgia por un lugar que marcó excursiones escolares y planes familiares. Hubo quien defendió el valor emocional del parque a pesar del deterioro, y quien reconoció que la sensibilidad social ha cambiado respecto al cautiverio de mamíferos marinos.
Varias organizaciones cívicas han pedido que el nuevo proyecto refuerce el vínculo con la Bahía de Biscayne, impulse la ciencia ciudadana y ofrezca programas de educación ambiental accesibles a familias y escuelas.
Fechas, cifras y pasos pendientes
El cierre operativo se produce el domingo 12 de octubre. La asunción del arrendamiento por parte de Terra Group —por 22,5 millones— aguarda la resolución de la Corte de Quiebras, mientras el condado tramita el desalojo en sede estatal alegando un historial de incumplimientos.
La futura reapertura con un modelo sin mamíferos marinos incluiría un acuario acreditado, áreas comerciales, restauración, paseo público y un puerto deportivo, además de espacios de investigación y educación centrados en la Bahía de Biscayne.
El final de esta etapa deja una mezcla de memoria y escrutinio: por un lado, un símbolo turístico que se apaga; por otro, un proyecto que promete conservación y aprendizaje sin espectáculos de mamíferos marinos. La reubicación de los animales seguirá bajo lupa, y el desenlace judicial marcará el ritmo de la transformación del recinto.
Postposmo
Fuente de esta noticia: https://www.postposmo.com/el-seaquarium-de-miami-cierra-sus-puertas-que-cambia-y-que-pasara-con-sus-animales/
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