

Maquinaria trabaja en la remoción de tierra y rocas en el sector de Chipaque. Foto: Agencia Nacional de Infraestructura (ANI)
El presidente de Colombia, Gustavo Petro, expresó en su cuenta de X una dura crítica al modelo de concesiones viales del país, a propósito del reciente derrumbe ocurrido en la carretera que conecta a Bogotá con Villavicencio. El mandatario señaló que el hecho es una muestra palpable de cómo la codicia y la falta de responsabilidad han caracterizado la gestión de algunas concesionarias privadas, en este caso pertenecientes al Grupo Aval.
Petro denunció que la empresa encargada de la vía intentó atribuir la tragedia al campesinado de la zona, argumentando que los pobladores habrían obstaculizado las labores de mantenimiento al impedir el acceso a los predios o sustraer equipos como mangueras necesarias para el drenaje de las aguas. Sin embargo, el presidente desmintió esta versión y aseguró que el verdadero problema radica en la omisión del mantenimiento del sistema de drenaje en el área del deslizamiento, una falla que terminó desencadenando la catástrofe.
Según Petro, esta vez el derrumbe ocurrió en un sector bajo responsabilidad directa de la concesionaria y no en las áreas donde tradicionalmente el Estado asume los costos de reconstrucción. Esta situación, afirmó, deja en evidencia la forma en que los contratos iniciales fueron estructurados para que el riesgo geológico de las obras recayera sobre el gobierno, exonerando a los privados de sus verdaderas obligaciones.
El presidente cuestionó además la lógica con la que se diseñó la carretera, señalando que las autoridades y las empresas concesionarias aceptaron desde el principio que los derrumbes serían un fenómeno “normal” dentro de la vida útil de la vía, en lugar de buscar soluciones de fondo. Petro propuso entonces un cambio de enfoque que vaya más allá de la reparación constante de emergencias, planteando una transformación integral del territorio.
Entre sus ideas, el mandatario sugirió declarar el cañón por donde pasa la carretera como reserva forestal, impulsar la siembra masiva de árboles para contener los deslizamientos y promover un pacto social con las comunidades campesinas que permita desarrollar actividades económicas sostenibles, compatibles con la conservación ambiental, como el turismo ecológico, la reforestación y la agricultura sostenible.
Petro insistió en que este tipo de políticas podrían estabilizar mejor el terreno, prevenir nuevas tragedias y al mismo tiempo ofrecer alternativas dignas a la población rural. Además, propuso estudiar la posibilidad de construir una vía alterna que refuerce la conectividad y reduzca la dependencia de un solo corredor, aunque reconoció que ese tipo de decisiones implican mayores ingresos fiscales y una voluntad política que, según él, muchas veces ha sido obstaculizada por los mismos intereses regionales que dominan la política local.
El mensaje del presidente no solo reabre el debate sobre la responsabilidad de las concesiones privadas en el mantenimiento de las principales vías del país, sino que también plantea una reflexión más amplia sobre la necesidad de repensar el modelo de infraestructura en función del territorio, la sostenibilidad y la justicia social.
carloscastaneda@prensamercosur.org
