

El reciente Acuerdo de Libre Comercio entre el Mercosur y la Asociación Europea de Libre Comercio (AELC), firmado el 16 de septiembre en Río de Janeiro, marca un hito en la integración internacional de los productos agroindustriales brasileños. Este pacto, que incluye a países de alto poder adquisitivo como Suiza, Noruega, Islandia y Liechtenstein, promete transformar la dinámica del comercio exterior del café brasileño, especialmente en su versión tostada y procesada.
Acceso ampliado a mercados premium
Según el Ministerio de Relaciones Exteriores de Brasil, una vez que el acuerdo entre en vigor, cerca del 99% de las exportaciones agrícolas e industriales brasileñas tendrán acceso preferencial a los mercados de los países miembros de la AELC. En el caso específico del sector cafetero, el café tostado se beneficiará de la eliminación inmediata de aranceles, lo que representa una oportunidad para aumentar las exportaciones de productos con mayor valor agregado.
Este cambio no solo favorece la expansión comercial, sino que también incentiva inversiones en el procesamiento local del café. La posibilidad de exportar café tostado con ventajas arancelarias motiva a las empresas y cooperativas brasileñas a desarrollar marcas distintivas y fortalecer su presencia en mercados internacionales sofisticados.
Indicaciones Geográficas: un sello de calidad y autenticidad
Otro aspecto destacado del acuerdo es la protección de 63 Indicaciones Geográficas (IG) brasileñas, entre las que se encuentran regiones reconocidas por la producción de café de alta calidad como Cerrado Mineiro, Sul de Minas, Mantiqueira y Alta Mogiana. Este reconocimiento internacional no solo refuerza la reputación de estas zonas productoras, sino que también protege contra la imitación y el uso indebido de sus nombres.
Las IG representan un valor agregado para los consumidores europeos, quienes buscan productos con origen claro y características únicas. Esto posiciona al café brasileño en un segmento premium, donde la autenticidad y la calidad son altamente valoradas.
Facilitación del comercio agrícola
El acuerdo también introduce mecanismos para simplificar el comercio agrícola, como el prelistado y la regionalización. Estas medidas reducen barreras sanitarias y aportan mayor previsibilidad a los exportadores, permitiendo una relación más fluida entre Brasil y los países miembros de la AELC. Esto es particularmente relevante para el sector cafetero, donde los requisitos sanitarios y fitosanitarios pueden ser complejos.
Desafíos para los productores y cooperativas
A pesar de las ventajas que ofrece el acuerdo, los productores y cooperativas brasileñas enfrentan desafíos significativos para aprovechar estas oportunidades. Los consumidores de la AELC son conocidos por su exigencia en cuanto a trazabilidad, sostenibilidad y certificaciones socioambientales. Para mantenerse competitivos en estos mercados, será necesario invertir en calidad, cumplimiento normativo y prácticas sostenibles.
Cristiane Fais, CEO de Accrom Consultoria em Logística Internacional, destaca que el éxito no depende únicamente de las ventajas arancelarias. «Los mercados de la AELC son sofisticados y valoran las marcas con orígenes claros, empaques distintivos y logística confiable. Esto requiere atención a toda la cadena productiva, desde el campo hasta el puerto», señala Fais.
La logística como ventaja competitiva
La logística internacional se perfila como un factor clave para capitalizar las oportunidades del acuerdo. Según Fais, garantizar entregas constantes, plazos más cortos y adaptarse a los requisitos aduaneros de los países miembros será fundamental para profesionalizar aún más el sector cafetero brasileño. «El café brasileño ya goza de reconocimiento por su calidad; ahora necesitamos enfocarnos en cumplir con las expectativas logísticas y operativas de estos mercados», agrega.
Además, la mejora en la logística podría abrir espacio para nuevas marcas brasileñas en el escenario global. Con una estrategia bien estructurada, Brasil tiene el potencial de consolidarse como un líder en la exportación de café premium.
Perspectivas futuras
El Acuerdo Mercosur–EFTA representa una oportunidad estratégica para el sector cafetero brasileño. Sin embargo, su éxito dependerá de la capacidad de los productores, cooperativas y exportadores para adaptarse a las demandas específicas de los mercados europeos. La inversión en calidad, sostenibilidad y logística será esencial para aprovechar al máximo este pacto histórico.
Con un enfoque integral que combine innovación, profesionalización y promoción internacional, Brasil puede posicionar su café como un referente global en calidad y autenticidad. Este acuerdo no solo amplía horizontes comerciales, sino que también refuerza el papel del país como líder en el mercado agroindustrial mundial.
