
Su incansable activismo permitió a los ciudadanos negros estadounidenses contar con un defensor en las más altas esferas del gobierno nacional.
Cuando hace apenas tres años, fue develada una estatua en homenaje a la educadora, activista de los derechos civiles y de la mujer, Mary McLeod Bethune, se convirtió en la primera estadounidense negra representada en la Colección del National Statuary Hall, en la rotonda del Capitolio de Estados Unidos.
Mary McLeod Bethune fue un ser humano imprescindible, cuya ética y labor es importante visibilizar. Una educadora, activista de los derechos civiles y de la mujer, que se convirtió en la primera mujer negra de Estados Unidos que presidió una universidad y fue asesora de presidentes de su nación.
Bethune nació en Mayesville, Carolina del Sur en 1875, una década después de que terminara la Guerra Civil de Estados Unidos.

Era cuando en el entorno los supremacistas blancos se movilizaban contra la población negra, agredían sus pequeños negocios y los asesinaban. En el norte de Carolina, obligaron a renunciar al gobierno local electo, una coalición de políticos blancos y negros, cuya acción fue descrita como el único golpe de Estado en la historia de Estados Unidos. Despojaron a la población negra de los derechos civiles y electorales, sin enfrentar consecuencias.
Los padres de Mary habían sido esclavizados y con tremendo esfuerzo lograron enviar a la niña a la escuela en Mayesville, lo que no era habitual para los afroestadounidenses, durante la época de la Reconstrucción fracasada, en que la violencia provocó que los supremacistas blancos victoriosos, clavaran el racismo estructural en el sistema político y social del sur, lo que puso en juego la posibilidad de la anhelada justicia social.
Desde siempre su familia le enseñó que sus raíces estaban en África, por lo que durante toda su vida, Mary habló de cómo su madre descendía de un matriarcado real.
Asistió al Seminario Scotia, actualmente conocido como Barber-Scotia College, donde se graduó en 1893 y continúo en el Instituto Bíblico Moody, hasta 1895. Esta oportunidad de escolarizarse y la formación para convertirse en misionera, despertaron su interés para abrirse camino como educadora, por lo que -posteriormente- Mary trabajó como maestra en Georgia y Carolina del Sur.
En el mismo 1898, contrajo matrimonio con Albertus Bethune y posteriormente abrió una escuela misionera en Palatka (Florida). Transcurrieron dos décadas en las que laboró en una pequeña escuela para niñas, creada por ella en Daytona Beach (Florida) en 1904. Esta escuela posteriormente se convirtió en el centro universitario Bethune-Cookman College. Como presidenta de esta universidad, ejerció su cargo entre 1931 y 1947.

Soy educadora
Fue vicepresidenta de la Asociación Nacional para el Avance de las Personas de Color (NAACP), por sus siglas en inglés: National Association for the Advancement of Colored People. Fue fundada por un grupo de 32 activistas afroamericanos en 1909, para hacer frente a los desafíos de esa minoría en los Estados Unidos, a través de estrategias y posibles soluciones, que permitieran enfrentar la segregación existente.
Primero respondían al nombre de «The Call» (La Llamada). Inicialmente se llamaron a sí mismos “Comité Nacional Negro”, cambiando su nombre en el segundo congreso celebrado en mayo de 1910. Un año después, tres personas de raza blanca entraron a formar parte del movimiento: el periodista, William E. Walling, la trabajadora social, Mary White Ovington y el trabajador social judío, Henry Moskowitz y posteriormente recibieron la solicitud de 60 personalidades interraciales.

Como educadora, administradora escolar, líder de los derechos civiles y defensora de los derechos de las mujeres, Mary también fue una política astuta, aunque solía reprender a otros: «No soy política. Soy educadora».
Mary McLeod Bethune fue miembro de Liga Urbana Nacional, constituida con el propósito de eliminar la segregación y la discriminación racial. Se propusieron ayudar a los afroamericanos y otras minorías, para que participan en la vida estadounidense, por lo que a finales del siglo XX, más de 110 grupos afiliados locales operaban con este fin en todo Estados Unidos.
Mary McLeod Bethune luchaba por dar a los afroamericanos un lugar en el poder Ejecutivo del gobierno federal de Estados Unidos, décadas antes de que una mujer afroamericana fuera nominada en la fórmula presidencial de un partido político importante.
En esta marcha, la maestra y activista por los derechos civiles, tuvo la gran experiencia de asesorar al presidente estadounidense Calvin Coolidge Jr. cuyo mandato fue de 1923 a 1929, por el Partido Republicano. El abogado republicano de Vermont, fue el trigésimo presidente de los Estados Unidos. Durante este tiempo, ella participó en la Conferencia de la Casa Blanca sobre Bienestar Infantil y Vivienda.
En un discurso que pronunció en 1926, como presidenta de la Asociación Nacional de Clubes de Mujeres de Color, durante la convención anual de la organización, exhortó a las mujeres negras a unirse con las personas de ascendencia africana en todo el mundo. “Debemos hacer que este organismo nacional de mujeres de color, no sea simplemente una influencia nacional, sino un vínculo significativo entre las personas de color de todo el mundo”.
Su labor como organizadora social la llevó a encaminar a los votantes afroamericanos y trabajó para elegir a los funcionarios que atenderían las necesidades de su comunidad.
Sucesivamente, fungió como asesora durante la presidencia de Herbert Clark Hoover. El ingeniero, empresario y político estadounidense, ejerció como el trigésimo primer presidente de los Estados Unidos por el Partido Republicano desde 1929 hasta 1933, durante el período conocido como la Gran Depresión.

Durante estos años, ningún grupo se vio más afectado que los afroamericanos, cuando aproximadamente la mitad estaban desempleados. Los blancos exigieron el despido de los afroamericanos, mientras hubiera blancos desempleados, fundamentalmente en la zona norte del país, y aumentaron los linchamientos de personas negras, especialmente en el Sur, donde la violencia racial volvió a ser común.
Durante este mandato que Mary asesoró sobre la educación y el empleo juvenil, fue invitada a participar en la Conferencia de la Casa Blanca sobre Salud y Protección Infantil.
Formó parte de una comisión para planificar un «Edificio Conmemorativo Nacional» en la capital, como homenaje a las contribuciones de los afroamericanos a la nación. Esta iniciativa no fue aprobada por el Congreso y la financiación fracasó. Más de 80 años después, en 2016 se hizo realidad, cuando el Museo Nacional de Historia y Cultura Afroamericana se inauguró en el National Mall.

La primera afroamericana
Aunque la mayoría de los afroamericanos tradicionalmente votaban por el Partido Republicano, la elección del presidente Franklin Roosevelt, cambió los patrones de voto. Roosevelt recibió a los visitantes afroamericanos en la Casa Blanca y era conocido por contar con varios asesores y líderes negros. Cuentan que muchos afroamericanos se entusiasmaron con la energía con la que Roosevelt comenzó a abordar en sus charlas, los problemas de la ‘Depresión’ económica. El político y abogado estadounidense, ejerció como 32.º presidente de Estados Unidos desde 1933, hasta su muerte en 1945.

Las contribuciones más notables de la Sra. Bethune, ocurrieron durante la administración del presidente Franklin D. Roosevelt. En 1935, Bethune fundó el Consejo Nacional de Mujeres Negras, una “organización de organizaciones”, para unificar las organizaciones de mujeres afroamericanas bajo una guía principal.
No obstante, en este período la discriminación se manifestó en los proyectos de vivienda y empleo del ‘New Deal’, serie de reformas económicas, sociales y políticas de amplio alcance, promulgadas por el presidente Franklin D. Roosevelt. Por motivos políticos, el presidente no respaldó toda la legislación impulsada por grupos como la Asociación Nacional para el Progreso de las Personas de Color (NAACP).
Cuando Estados Unidos entró en la Segunda Guerra Mundial, el líder sindical A. Philip Randolph, emitió un comunicado donde dijo organizaría una marcha de protesta en Washington, contra la discriminación laboral, en el ejército y en otras actividades relacionadas con la defensa. Ante ello, el presidente Roosevelt emitió la Orden Ejecutiva 8802, que establecía que todas las personas, independientemente de su raza, credo, color u origen nacional, podrían participar plenamente en la defensa de Estados Unidos.

Por sus valores humanos y activismo honesto, Bethune atrajo la atención de la primera dama Eleanor Roosevelt, de quien se dice, fue su amiga. El presidente Franklin D. Roosevelt, le pidió que fuera asesora especial de la Administración Nacional de la Juventud.
Bethune, la primera mujer afroamericana en tutelar una agencia federal, como directora de la División de Asuntos Negros de la Administración Nacional de la Juventud, aseguró empleos y financiación educativa crucial para los afroamericanos durante la Gran Depresión.
Formó parte del conocido como «Gabinete Negro», un grupo asesor negro no oficial que contribuía a visibilizar los problemas que afectaban a la comunidad negra estadounidense, en el marco del “New Deal”. También sobre su papel como fundadora del Consejo Nacional de Mujeres Negras , su participación en Washington, D. C., como residente de Logan Circle, donde recibía a personas de todo el mundo en la sede del Nathional Council of Negro Woman, (NCNW).
Durante la Segunda Guerra Mundial, trabajó con el presidente Harry S. Truman, el trigésimo tercer mandatario de los Estados Unidos, desde 1945 hasta 1953, miembro del Partido Demócrata. En ese momento fueron incluidas las mujeres negras en el Cuerpo Auxiliar Femenino del Ejército y en la aceptación de mujeres en el Servicio Voluntario de Emergencia, quienes pasaron a servir en el frente europeo.
Fue la única mujer afroamericana presente en la histórica reunión de 1945, cuando asistió a la conferencia de San Francisco, California, para redactar la Carta de las Naciones Unidas, firmada al terminar la Conferencia de la ONU sobre Organización Internacional que comenzó a funcionar oficialmente cuatro meses después. Ella asistió, como una de las tres delegadas de la Asociación Nacional para el Progreso de las Personas de Color (NAACP). En 1949, la revista Ebony la proclamó “Primera Dama de la América Negra”.
Como se consideraba hija del continente africano, ya fuera en la fundación de las Naciones Unidas en 1945, exigió el fin de la colonización. El objetivo de la libertad siempre estuvo en primer plano para ella, por lo que impulsó la eliminación de los impuestos electorales para los afroamericanos. Esos impuestos para las elecciones, se convirtieron en una herramienta de privación de derechos en el sur de los Estados Unidos.

África, mi tierra natal
«El verdadero valor de una raza debe medirse por el carácter de sus mujeres». La frase de Mary McLeod Bethune, la caracteriza. Como una de las mujeres negras más influyentes del siglo XX, finalmente cumplió el sueño de toda su vida de visitar África en 1952, cuando fue representante personal del presidente Truman, en la toma de posesión del presidente William V.S. Tubman de Liberia.
Durante su viaje recibió la Estrella de África, uno de los máximos honores que se otorgaba (desde 1920) a personas que prestaron servicios distinguidos a Liberia o al África en general. La República de Liberia, ubicada en la costa oeste de África, fue el primer estado africano en proclamar su independencia.
En 1822, la Sociedad Americana de Colonización, marcó a Liberia como un lugar donde enviar a esclavos afroamericanos liberados. Los que emigraron gradualmente a la colonia, formaron una comunidad del que descienden muchos de los actuales liberianos. En 1847, los colonos americanos declararon la independencia de la República de Liberia.
Contaba 76 años cuando expresó: “Me emocionó pisar esta tierra africana que tanto he soñado visitar, regresar a mi tierra natal”. Allí se reunió con grupos de mujeres, visitó escuelas locales y asistió a la celebración inaugural del presidente William V. S. Tubman. Alguna vez dijo que había intentado viajar a África como misionera a la edad de 20 años y le fue prohibido por la sociedad misionera, “porque era negra”.
Un poco antes, en 1949 viajó a Haití, donde fue reconocida con la Medalla de Honor y Mérito de esta nación. Visitó orfanatos, iglesias y sitios históricos, decidida a entender las necesidades de la gente y la riqueza de la cultura haitiana. Posteriormente, muy impactada por aquella realidad, lució con orgullo aquel reconocimiento, y tuvo la oportunidad de escribir sobre el viaje en ‘The Chicago Defender’, un periódico nacional afroamericano.
«Porque soy hija de mi madre, y los tambores de África aún resuenan en mi corazón. No me dejarán descansar, mientras haya un solo niño o niña negro sin la oportunidad de demostrar su valía», sentenció.
A propósito, fue notable su apoyo para el sufragio femenino haitiano y solicitó a los miembros del Consejo Nacional de Mujeres Negras, la contribución económica para la construcción de orfanatos, por lo que se sumó activamente a la recaudación de fondos.
Trabajó sin descanso en fomentar la solidaridad entre las personas de ascendencia africana durante gran parte de su vida, por lo que visitó en 1930 a Cuba y al año siguiente a Bermudas. A su paso forjó relaciones con la diáspora africana, como sucedió en Canadá en 1945 y 1954, y las Bahamas en 1953. Algunos estadounidenses, consideran que quizás sea hora de reconocerla también como la «Primera Dama de la Diáspora Africana».
No dudó ni un minuto en afrontar todos los riesgos que implicaba su decisión de avanzar, para conquistar los derechos de los afrodescendientes. Su incansable activismo permitió a los ciudadanos negros estadounidenses contar con un defensor en las más altas esferas del gobierno nacional. Así trabajó de conjunto con Carter G. Woodson, fundador de lo que conocemos como el “Mes de la Historia Negra”, durante su período como presidenta de la Asociación para el Estudio de la Vida y la Historia de los Negros.
El valor de la diversidad racial
Bethune falleció el 18 de mayo de 1955. Estaba retirada de sus funciones sociales, en su casa de Daytona Beach. La Casa Consistorial Mary McLeod Bethune, Sitio Histórico Nacional, fue la primera sede de la organización, es preservada tras la adquisición del Servicio de Parques Nacionales en 1994.

Cuando se develó la estatua de Bethune, fue difundido que se convirtió en la primera estadounidense de raza negra en tener una efigie donada como obsequio de un estado, en la Colección Nacional del atrio de esculturas del Capitolio de Estados Unidos.
Su escultora fue la puertorriqueña Nilda Comas, seleccionada entre 1.600 virtuosos de las Artes Plásticas. De esta forma se convirtió en la primera artista de origen hispano, con una obra en la colección del Atrio Nacional de Estatuas del Capitolio. La estatua de mármol italiano de Carrara, pesa 3 toneladas y mide 3,3 metros de alto, incluyendo la base.
La estatua representa símbolos de la vida y el legado de la Dra. Bethune, con toga y birrete, para representar su devoción de toda la vida por la educación. La artista Comas, esculpió la rosa en mármol negro español, lo que conmemora la visita de la Dra. Bethune a un jardín de rosas multicolores, en el que imaginó la posibilidad de la armonía racial y el valor de la diversidad, tanto para los individuos, como para la sociedad.

Aquella mujer que dio el primer paso, sin importar que no veía el sendero completo, abrió el camino. «Nunca me detengo a planificar. Voy paso a paso», dijo.
Aunque parezca larga la noche sin estrellas del racismo y de la guerra, cuando continúan las políticas que estimulan el odio, los reiterados episodios de discriminación y dominación basados en prejuicios raciales, la lucha contra el racismo debe continuar recordando a quienes la han inspirado y trabajado para romper con las estructuras de opresión, así como promover la igualdad de derechos para todos.
“Invierte en el alma humana. Quién sabe, quizá sea un diamante en bruto”, dijo Mary McLeod Bethuney continuó: “Les dejo el amor. Les dejo la esperanza. Les dejo el reto de desarrollar confianza mutua. Les dejo el respeto por el uso del poder. Les dejo la fe. Les dejo la dignidad racial”.
Autor: teleSUR – Rosa María Fernández
Publicado por: Jesús Gómez
Fuente de esta noticia: https://www.telesurtv.net/mary-mcleod-bethune-la-rosa-negra/
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