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La reciente propuesta electoral del expresidente y candidato presidencial Jorge Quiroga, que plantea retirar a Bolivia del Mercado Común del Sur (Mercosur), ha generado un amplio debate en el país. Entre las voces críticas destaca la de Roberto León, dirigente de la Central Obrera Departamental (COD) de Tarija, quien calificó la iniciativa como «no muy bien pensada» y advirtió que podría significar un retroceso para los avances logrados en la gestión del presidente Luis Arce.
Bolivia consolidó su ingreso pleno al Mercosur en julio de 2024, un hito histórico que marcó el cierre de más de una década de negociaciones. La adhesión al bloque regional, considerado la quinta economía más grande del mundo, fue celebrada como una oportunidad estratégica para el país, abriendo las puertas a un mercado de más de 290 millones de habitantes y un Producto Interno Bruto conjunto superior a los 2.4 billones de dólares.
Desde su incorporación, Bolivia ha experimentado beneficios significativos en términos comerciales y de integración regional. Los productos bolivianos ahora tienen acceso preferencial a los mercados de Brasil, Argentina, Uruguay y Paraguay, gracias a la reducción o eliminación de aranceles. Este avance ha mejorado la competitividad de las exportaciones nacionales y ha permitido que sectores clave de la economía boliviana encuentren nuevos nichos de mercado.
Además de los beneficios comerciales, el Mercosur también ha impactado en áreas como la educación y el desarrollo social. Según León, muchas universidades y programas académicos en Bolivia se han alineado con los estándares del bloque regional, ofreciendo oportunidades educativas que trascienden las fronteras nacionales.
«El Mercosur es un mercado que no sólo abarca el comercio y la producción, sino también el ámbito educativo. Esto es algo que debemos valorar y fortalecer», señaló León en declaraciones a Bolivia Tv.
La propuesta de Jorge Quiroga, candidato presidencial por el partido Libre, ha sido recibida con escepticismo por diversos sectores. Según Roberto León, esta iniciativa podría estar motivada por intereses específicos de «sectores reducidos» que no representan el sentir general del país. El dirigente sindical enfatizó que abandonar el Mercosur sería un paso atrás respecto a los logros alcanzados en los últimos años.
«Este tipo de propuestas más bien retrocede lo que se había avanzado», advirtió León. En su opinión, Bolivia debería concentrarse en fortalecer su participación dentro del bloque regional y buscar nuevos convenios que amplíen las oportunidades para el país.
Fundado en 1991, el Mercosur agrupa a las principales economías de Sudamérica y representa aproximadamente el 70% del PIB del continente. Su relevancia en términos comerciales y políticos lo posiciona como uno de los bloques más importantes del hemisferio sur. Para Bolivia, su incorporación plena no sólo significó un avance en la política exterior, sino también una plataforma estratégica para impulsar su desarrollo económico.
La propuesta de Quiroga contrasta con este panorama y plantea interrogantes sobre el futuro de Bolivia en el contexto regional. Mientras algunos sectores podrían considerar que el Mercosur limita las posibilidades de negociación bilateral con países fuera del bloque, otros argumentan que la integración regional es clave para enfrentar los desafíos económicos globales.
En un momento en que Bolivia busca consolidar su posición en el ámbito internacional, el debate sobre su permanencia en el Mercosur adquiere una dimensión crucial. Por un lado, están quienes defienden los beneficios tangibles del bloque regional; por otro, quienes cuestionan su impacto y proponen explorar alternativas.
Roberto León subrayó la importancia de mantener una visión estratégica y no actuar precipitadamente: «En lugar de proponer el retiro, debemos buscar muchos más convenios dentro del marco del Mercosur.»
A medida que se acercan las elecciones presidenciales, este tema promete ser uno de los puntos centrales en la discusión política nacional. La decisión sobre la permanencia o salida del Mercosur no sólo afectará las relaciones internacionales de Bolivia, sino también su desarrollo económico y social a largo plazo.
El futuro del país dentro del bloque está en juego, y los bolivianos tendrán que evaluar cuidadosamente las propuestas de sus líderes para garantizar que las decisiones tomadas sean las mejores para el bienestar colectivo.
