

El mundo del cine despide a Robert Redford, figura capital de Hollywood, fallecido a los 89 años en su residencia de Utah. La noticia se conoció el martes 16 de septiembre de 2025; según confirmó su publicista Cindi Berger (Rogers & Cowan PMK) a medios estadounidenses, el intérprete murió mientras dormía y no se ha difundido una causa concreta.
Actor, director y gran impulsor del cine independiente, Redford fue un rostro popular y, a la vez, un creador con criterio propio. Ganó el Oscar a la mejor dirección por Gente corriente y levantó el Instituto y el Festival de Sundance, plataforma que cambió el mapa del audiovisual en EE. UU. con más de medio siglo de carrera a sus espaldas y más de 50 películas.
Confirmación oficial y primeras reacciones

La confirmación de su fallecimiento llegó a través de The New York Times y otras cabeceras estadounidenses, citando a su representante. La familia ha pedido privacidad en estos momentos, acorde con la discreción que siempre mantuvo el actor respecto a su vida personal.
Las muestras de cariño no tardaron en multiplicarse. Compañeros y cineastas destacaron su talla humana y profesional: Jane Fonda subrayó cuánto significó para ella y su compromiso cívico, mientras Meryl Streep lo despidió como “un león” del séptimo arte. La industria despide así a un referente para varias generaciones.
Orígenes y primeros pasos
Nacido como Charles Robert Redford Jr. en Santa Mónica (California) el 18 de agosto de 1936, creció en el valle de San Fernando. Tras una beca de béisbol en la Universidad de Colorado, abandonó los estudios y viajó por Europa, donde se empapó de arte en París y Florencia antes de regresar a Nueva York para formarse en la American Academy of Dramatic Arts.
Inició su trayectoria con papeles breves en televisión y teatro, hasta destacar en Broadway con Descalzos en el parque, la comedia de Neil Simon que más tarde llevaría al cine junto a Jane Fonda. Sus primeras apariciones en la gran pantalla llegaron a inicios de los sesenta, en títulos como Tall Story y War Hunt, mientras consolidaba su estilo sobrio y magnético.
El salto a la fama: Newman, Pollack y los grandes clásicos
La fama mundial llegó en 1969 con Butch Cassidy and the Sundance Kid (Dos hombres y un destino), donde su química con Paul Newman marcó época. La dupla brilló de nuevo en El golpe (1973), por la que Redford recibió su única nominación al Oscar como actor, mientras su prestigio crecía con obras como Los tres días del Cóndor, El candidato y Todos los hombres del presidente.
Su relación creativa con Sydney Pollack fue igual de decisiva: juntos firmaron títulos como Las aventuras de Jeremiah Johnson, Tal como éramos, El jinete eléctrico y Memorias de África. En paralelo, Redford luchó contra la etiqueta de “galán” y buscó personajes con matices políticos y morales, priorizando la historia por encima del espectáculo.
Dirección, Oscar y el nacimiento de Sundance
En 1980 debutó como director con Gente corriente, que le valió el Oscar a mejor dirección (1981) y confirmó su talento tras la cámara. Siguió con Un lugar llamado Milagro, El río de la vida —impulso clave para Brad Pitt—, Quiz Show (El dilema), El hombre que susurraba a los caballos y La leyenda de Bagger Vance, alternando temas íntimos y sociales.
En 1981 sembró la que quizá sea su contribución más duradera: el Instituto Sundance, del que brotaría el Festival de Sundance en Utah. Ese ecosistema —con salas, canal y catálogo— se convirtió en la meca del cine independiente, descubriendo y lanzando a decenas de autores y películas decisivas.
Últimos trabajos, retiro y reconocimientos
En su madurez, Redford alternó papeles de peso como el navegante de Cuando todo está perdido (2013) con incursiones en el cine de superhéroes: fue Alexander Pierce en Capitán América: El Soldado de Invierno (2014) y realizó una última aparición en Avengers: Endgame. En 2018 anunció su retirada tras The Old Man & The Gun, un adiós a la altura de su leyenda.
Su palmarés incluye el Oscar honorífico (2002), el reconocimiento del Kennedy Center (2005), la Legión de Honor francesa (2010) y el León de Oro de Venecia, entre otros. Más allá de los premios, su influencia se mide en cómo abrió puertas y cambió la conversación sobre qué cine podía llegar al público.
Compromiso ambiental y mirada cívica
Redford utilizó su altavoz para defender el medio ambiente y los derechos de los pueblos indígenas. Desde los setenta, se involucró contra proyectos agresivos con la naturaleza en Utah y promovió la energía limpia, colaborando con organizaciones como el Consejo para la Defensa de los Recursos Naturales.
Su interés por la vida pública se reflejó también en sus proyectos y en artículos puntuales, reivindicando la libertad de prensa y el papel del periodismo en la salud democrática, una inquietud coherente con el espíritu de Todos los hombres del presidente.
Vida personal y huella íntima
Se casó en 1958 con Lola Van Wagenen, con quien tuvo cuatro hijos: Shauna, James, Amy y Scott (fallecido a los pocos meses). James murió en 2020, golpes que marcaron a la familia. En 2009 contrajo matrimonio con la artista Sibylle Szaggars. Le sobreviven su esposa, tres hijos y varios nietos.
Instalado desde hace décadas entre las montañas de Utah, dio a su finca el nombre de Sundance —en honor a su personaje— y convirtió la zona en un refugio creativo. Durante los sesenta, incluso vivió un tiempo en Málaga y Mijas, etapa que alimentó su sensibilidad artística antes de su definitivo regreso a los escenarios y platós.
Queda la imagen del intérprete carismático y del director exigente, pero también la del mentor que apostó por nuevas voces. Con su fallecimiento, la cultura pierde a un aliado y Hollywood a una de sus referencias morales y profesionales, un nombre propio que unió éxito popular, criterio artístico y compromiso con su tiempo.
Postposmo
Fuente de esta noticia: https://www.postposmo.com/fallece-robert-redford-leyenda-del-cine/
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