

Imagen Cortesía
En un giro que sacude al sistema de medios en Colombia, el presidente Gustavo Petro anunció el fin del contrato de Canal 1 y la apertura inmediata de una licitación pública para adjudicar su señal. “Llegó al final el contrato de Canal 1, hay que proceder a la licitación, es la ley”, expresó el mandatario en X, defendiendo la medida como un paso hacia una mayor pluralidad en la prensa.
El contrato, firmado en 2017 con Plural Comunicaciones por una década, fue prorrogado automáticamente hasta 2037 con la Ley 1978 durante el gobierno de Iván Duque. Sin embargo, el Ministerio de las TIC rechazó esa interpretación, avalando el cierre anticipado. Para Petro, mantener un esquema de concentración mediática que refuerza a los grupos más poderosos resulta incompatible con la democracia.
El anuncio coincidió con la decisión de la Superintendencia de Industria y Comercio de abrir un pliego de cargos contra Canal 1 y Caracol Radio por una presunta integración empresarial no autorizada. Según la SIC, ambas compañías firmaron en agosto de 2024 una “Carta de intención” que desembocó en un contrato efectivo en octubre, con lo que Caracol habría asumido operaciones estratégicas del canal.
La dirección de Canal 1 rechazó los señalamientos y denunció un ataque sistemático a la libertad de prensa. “No es una persecución contra el medio, es una persecución contra la libertad de prensa”, afirmó su presidente, Ramiro Avendaño, en un comunicado que elevó la tensión política.
Pero el Gobierno insiste en que el verdadero problema es la hegemonía comunicativa. Para el presidente, resulta “inaudito” que conglomerados privados acumulen medios hasta comportarse como partidos políticos, moldeando la opinión pública y erosionando el pluralismo. La congresista Katherine Miranda se sumó a la polémica y advirtió en X: “Empezó la dictadura y la expropiación de los medios de comunicación. El principal síntoma de que de verdad vivimos en una democracia es la libertad de prensa; hoy la estamos perdiendo”.
El choque plantea un dilema de fondo: ¿es la licitación de la señal un mecanismo para ampliar voces y democratizar el espectro mediático, o un nuevo frente de batalla que amenaza con fracturar aún más la relación entre prensa y poder?
carloscastaneda@prensamercosur.org
