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La relación bilateral entre Colombia y Estados Unidos entra en un terreno de máxima tensión. El embajador de Colombia en Washington, Daniel García-Peña, advirtió que el gobierno de Gustavo Petro está a la espera del informe que se conocerá antes del próximo lunes, en el que la Casa Blanca definirá si descertifica o condiciona la cooperación antinarcóticos con Bogotá. “Existe un menú de posibilidades”, afirmó el diplomático, en alusión a los múltiples escenarios que podrían derivarse de la decisión estadounidense.
Acompañado por el almirante Francisco Hernando Cubides, comandante general de las Fuerzas Militares, y el general Carlos Fernando Triana, director de la Policía Nacional, García-Peña lideró una intensa agenda de cuatro días con funcionarios del Congreso, del Departamento de Estado y de agencias clave como la DEA y el Consejo de Seguridad Nacional. En el Capitolio, la delegación sostuvo encuentros con congresistas de ambos partidos, incluido el senador de origen colombiano Bernie Moreno.
“En un eventual caso de descertificación, los únicos ganadores serían los grupos criminales y las redes transnacionales”, advirtió el embajador. “Por razones de seguridad nacional, Colombia seguirá trabajando contra el narcotráfico, sin importar el escenario que se presente”.
El almirante Cubides subrayó el peso que tiene el apoyo estadounidense en la estructura militar colombiana: alrededor del 60 % de los recursos que fortalecen las capacidades de defensa provienen de esa cooperación, en áreas que van desde la inteligencia y el entrenamiento hasta el mantenimiento de equipos y el suministro de combustibles. “Sería irresponsable especular sobre ajustes inmediatos, pero cualquiera que sea la decisión del lunes, seguiremos atacando a los grupos criminales”, dijo el comandante de las Fuerzas Militares.
El general Triana, por su parte, destacó ante la administración Biden los resultados recientes de la Policía en la lucha antidrogas. “Más que cifras, mostramos capacidades”, explicó. Colombia mantiene actualmente operativos de erradicación en Antioquia, Córdoba, Putumayo y el sur de Bolívar, con más de 1.300 agentes desplegados en terreno. Solo en lo que va del año, la institución ha capturado a 189 narcotraficantes de alto perfil —20 de ellos extranjeros— y ha destruido entre 10 y 14 laboratorios de cocaína cada día. Además, se han concretado 193 extradiciones, “una cada 30 horas”, en palabras del general.
El telón de fondo es claro: si Washington opta por la descertificación, aun de forma parcial, el golpe político sería considerable y podría abrir un capítulo inédito en la cooperación bilateral. Pero en Bogotá, el mensaje oficial es de resistencia. “Con o sin certificación, Colombia no renunciará a combatir al narcotráfico”, reiteraron los jefes de las Fuerzas Armadas.
La última palabra la tendrá la Casa Blanca. Y el lunes se sabrá si el gobierno Petro enfrenta una sanción que podría redefinir décadas de alianza estratégica en seguridad, o si, pese a las tensiones, ambos países logran mantener a flote una cooperación que ha sido piedra angular en la relación bilateral.
carloscastaneda@prensamercosur.org
