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El presidente Gustavo Petro volvió a cuestionar con dureza la elección de Carlos Camargo como magistrado de la Corte Constitucional, afirmando que la designación se dio bajo un esquema de clientelismo que “pone la justicia al servicio de la impunidad y destruye el Estado social de derecho”. En un extenso pronunciamiento en su cuenta de X, el mandatario aseguró que el nuevo magistrado entregó puestos a jueces y senadores que, a cambio, terminaron impulsando su nombramiento. “Así no se hará justicia en Colombia”, sentenció.
Petro relacionó el episodio con el llamado “Cartel de la Toga”, un entramado de corrupción que, según recordó, fue promovido desde sectores de Cambio Radical con el objetivo de frenar los procesos de parapolítica. “Ese cartel se convirtió en un mecanismo de enriquecimiento ilícito que vendía sentencias y doctrinas judiciales. La gobernanza paramilitar era lo que realmente gobernaba a Colombia y lo denuncié en mis debates en el Congreso, mientras la Corte Suprema avanzaba en investigaciones que llevaron a que el 35% del Senado terminara en la cárcel. Todos eran hombres elegantes de corbata, uribistas, amigos de los narcos en armas”, señaló.
El presidente no evitó mencionar directamente a los expresidentes César Gaviria y Álvaro Uribe, a quienes acusó de haber coincidido en el discurso de las Convivir y de haber conformado una dupla clave para instaurar un modelo neoliberal que reemplazó las obligaciones del Estado social de derecho por un proyecto de seguridad democrática y pactos con los paramilitares. Desde allí, dijo, se configura la paradoja de que un sector de la actual Corte Suprema haya promovido el nombre de Camargo: “¿Por qué proponer a uno de los descendientes de esa gobernanza para quedarse en la Corte Constitucional ocho años? El resultado de esa historia es dantesco: 90.000 campesinos asesinados de manera brutal y miles de jóvenes ejecutados extrajudicialmente”.
Petro añadió que la justicia ordinaria no investigó en profundidad hasta la creación de la Jurisdicción Especial para la Paz, a la cual, según él, le “quitaron los dientes” para impedir que paramilitares y narcotraficantes confesaran. Recordó que, en ese proceso, la Corte Constitucional bloqueó parte del Acuerdo de Paz, debilitando su segundo pilar. “La transformación de la justicia se logró usando el clientelismo judicial para aumentar el número de togados dispuestos a no continuar investigaciones. Por eso sacaron al gran magistrado Iván Velásquez”, afirmó.
La elección de Camargo, respaldada en el Senado con 62 votos frente a los 41 obtenidos por María Cristina Balanta, la candidata apoyada por el Gobierno, se convirtió en el punto de quiebre de la nueva denuncia presidencial. “Con el clientelismo judicial se cambiaron las Cortes y las Cortes cambiaron la justicia. Yo te nombro aquí, tú me nombras allá. Así se destruye la independencia y así se garantiza la impunidad”, concluyó Petro, dejando al descubierto la magnitud de la fractura entre el Ejecutivo y las altas cortes en Colombia.
carloscastaneda@prensamercosur.org
