

El superintendente de Salud, Giovanny Rubiano Foto:Supersalud
En un momento en el que la sostenibilidad del sistema de salud colombiano enfrenta una de sus pruebas más difíciles, la Superintendencia Nacional de Salud lanzó un llamado categórico a las Entidades Promotoras de Salud (EPS): estabilizar los pagos a hospitales y clínicas de todo el país, tanto públicos como privados, y asegurar que los recursos lleguen de manera oportuna a quienes sostienen la red asistencial.
El superintendente Giovanny Rubiano García fue enfático en que no se trata de una recomendación, sino de una obligación. “Los pagos deben mantenerse con regularidad y bajo el flujo establecido por la Adres. No podemos permitir retrasos que comprometan la atención a los pacientes ni el funcionamiento de los hospitales”, advirtió, al recalcar que las EPS tienen la responsabilidad de garantizar giros mensuales estables y transparentes.
La instrucción no es nueva, pero ahora cobra un carácter urgente. Rubiano recordó que el sistema necesita reforzar la atención en sus primeros niveles, donde se resuelven la mayoría de las enfermedades antes de que lleguen a convertirse en emergencias de alta complejidad. En ese sentido, las EPS deberán destinar al menos el 30% de los recursos a fortalecer la atención primaria, privilegiando la contratación con la red pública y recurriendo a la privada únicamente cuando la capacidad estatal resulte insuficiente.
El caso de la Nueva EPS, la más grande del país en número de afiliados, se convirtió en el primer escenario de aplicación de estas medidas. La Superintendencia ordenó a la entidad implementar un plan de estabilización de pagos que arranca con los hospitales de baja complejidad y continuará con los de mediana y alta, en un proceso escalonado que busca aliviar la presión sobre los prestadores.
De manera paralela, la Delegatura de Aseguramiento de la Supersalud instaló nueve mesas técnicas para discutir el flujo de recursos, de las cuales ya se han realizado dos: una en Cali y otra en Tunja. En ellas participaron representantes de EPS y hospitales de distintos niveles de complejidad en departamentos como Boyacá, Norte de Santander, Cauca, Valle del Cauca y Nariño. El objetivo, según la entidad, es encontrar soluciones conjuntas que permitan que el dinero circule con eficiencia y garantice la continuidad de la atención.
Con estas medidas, el ente de control busca cortar de raíz la cadena de retrasos que viene afectando a hospitales y clínicas en todo el país, y que en última instancia golpea al paciente, quien enfrenta demoras y barreras en el acceso a los servicios. “La salud no puede esperar. Los recursos están, y deben llegar donde se necesitan”, concluyó el superintendente.
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