El trabajo se ejecutará la madrugada del martes por una empresa brasileña. La información recabada determinará el tipo de mantenimiento a realizarse sobre la pista de circulación.
La madrugada del martes 2 de setiembre, el Puente Internacional de la Amistad será cerrado al tránsito vehicular durante una hora, entre la 01:00 y las 02:00, con motivo de una inspección técnica de la pista de circulación. El procedimiento estará a cargo de la empresa brasileña EPR Iguaçu, concesionaria responsable de la gestión del lado brasileño, y tiene como finalidad evaluar de manera precisa el estado actual del pavimento de la estructura que une a Paraguay y Brasil desde hace casi seis décadas.
El corte temporal fue autorizado por las autoridades de ambos países y permitirá que ingenieros y técnicos desplieguen equipos de medición especializados sobre la calzada. Se trata de un monitoreo de alta tecnología que permitirá obtener información concreta sobre la resistencia, el nivel de desgaste y la detección de posibles puntos críticos en el asfalto. “El trabajo tiene como objetivo efectuar la lectura y captura de datos del pavimento”, detalló Sílvio Caldas, director ejecutivo de la firma.
El operativo incluirá, además, la instalación de nueva señalización horizontal y el escaneo de la superficie con instrumentos capaces de identificar irregularidades imperceptibles a simple vista. Los datos recabados serán fundamentales para planificar futuros trabajos de mantenimiento y definir el tipo de intervención más adecuada con el fin de prolongar la vida útil del puente.
Aunque la interrupción de una hora no ocasionará un impacto significativo debido a que se llevará a cabo en una franja horaria de menor movimiento.
CIFRAS. El Puente de la Amistad no es un simple paso fronterizo. Según datos de la Receita Federal de Brasil (Aduana), diariamente lo cruzan cerca de 42.000 vehículos y más de 83.000 personas. La mayoría son paraguayos que se desplazan por motivos laborales, de estudio o de comercio. Se estima que motocicletas y automóviles con matrícula paraguaya representan más del 64% del flujo vehicular.
Las motocicletas, en particular, se han consolidado como uno de los principales medios de transporte para quienes buscan ganar tiempo en el cruce fronterizo. Sin embargo, la gran cantidad de personas que utilizan este mismo medio de movilidad genera una circulación lenta y congestionada, sobre todo en horas picos. A este fenómeno se suma otro problema: La ruta también es aprovechada por organizaciones criminales que emplean motocicletas y vehículos pequeños para transportar cargas ilegales en volúmenes reducidos, pero de alto valor, como cocaína, armas y municiones.
Pese a su relevancia estratégica, la infraestructura muestra signos de desgaste. Uno de los problemas más notorios es la deficiente iluminación. Durante la noche, el puente se convierte en un corredor oscuro y riesgoso para conductores y peatones.
La revitalización realizada en 2016, financiada por el Gobierno brasileño con G. 17.000 millones, no incluyó mejoras en el sistema de alumbrado público. Actualmente, gran parte de los tramos permanecen a oscuras y los usuarios dependen únicamente de los faros de sus vehículos para transitar con seguridad.
En el lado brasileño, la Municipalidad de Foz de Iguazú ejecutó a mediados del año pasado reparaciones parciales en las luminarias, pero los trabajos resultaron insuficientes. Con el tiempo, gran parte del sistema volvió a apagarse, reforzando la percepción de abandono que comparten quienes utilizan la vía a diario.
HISTORIA. Desde su inauguración, el 27 de marzo de 1965, el Puente de la Amistad se convirtió en un punto estratégico para el comercio y el intercambio humano entre Paraguay y Brasil. Con seis décadas de uso ininterrumpido, es una de las arterias más importantes de Sudamérica.
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