

CUANDO LOS VACÍOS EMOCIONALES BUSCAN LLENARSE.
Desde el pasado mes de junio, en la Fundación Living Hope, una organización sin fines de lucro de carácter cristiano donde brindo apoyo psicoespiritual, hemos venido desarrollando un valioso trabajo con los pacientes de la Fundación ¿Quieres?, enfocado en el descubrimiento de su propósito y proyecto de vida. El objetivo ha sido ofrecerles herramientas de afrontamiento que no solo contribuyan a superar sus adicciones, sino que también les permitan construir una planeación estratégica de vida como egresados, orientada a la reintegración social y al fortalecimiento personal.
La Fundación ¿Quieres? es una entidad sin ánimo de lucro, ubicada en Palmira, Valle del Cauca. Dedicada a la prevención y tratamiento del consumo de sustancias psicoactivas y el alcoholismo, trabajando bajo un modelo psicosocial y espiritual. Su enfoque está cimentado en el desarrollo integral del ser, con bases en la psicología cognitivo-conductual, lo que permite acompañar de manera sólida los procesos de rehabilitación y promover la consolidación social de los beneficiarios. Actualmente, la fundación acompaña a aproximadamente 54 pacientes, cuyas edades oscilan entre los 14 y los 45 años.
Entre los diferentes programas implementados se encuentran estrategias de prevención, intervención terapéutica, acompañamiento espiritual y fortalecimiento de redes de apoyo, cada una diseñada para responder a las necesidades reales de quienes enfrentan la lucha contra la adicción.
- Programa de rehabilitación: La Fundación ¿Quieres? funciona como un internado rodeado de naturaleza, enriquecido con diversas dinámicas sociales y emprendedoras que favorecen el proceso de recuperación. Se trabaja con los pacientes de manera integral, día a día, con atención permanente las 24 horas.
- Programa familiar: Los círculos de apoyo resultan vitales en los procesos de adicción y otras enfermedades, ya que incrementan significativamente las posibilidades de rehabilitación de quienes ingresan a la fundación.
- Programa de prevención de recaídas: Algunos pacientes que han recibido diferentes tratamientos han presentado dificultades para mantenerse alejados del consumo de sustancias. Por esta razón, la Fundación ¿Quieres? desarrolló un programa enfocado en la identificación temprana de los signos de alerta que evidencian un patrón de recaída. A partir de este diagnóstico, se proponen diversas alternativas de intervención para apoyar la continuidad del proceso y fortalecer al paciente, ayudándole así a alcanzar los objetivos propuestos.
La adicción es una condición crónica caracterizada por la búsqueda compulsiva de una sustancia o conducta, aun sabiendo que tiene consecuencias negativas. Se manifiesta como una pérdida de control y una dependencia que puede ser física, psicológica o emocional.
Las adicciones no se limitan al consumo de drogas o alcohol; también abarcan comportamientos como el juego, la comida compulsiva, las compras, la tecnología o incluso relaciones dañinas. En todos los casos, detrás de ellas se esconde una misma raíz: un vacío emocional no resuelto, una necesidad de llenar carencias afectivas, de silenciar heridas profundas o de escapar de la propia realidad.
Causas de las adicciones.
Las adicciones surgen de una interacción compleja entre la historia personal, la biología y el entorno social. Algunas de las causas más frecuentes son:
- Heridas emocionales y traumas
- Infancias marcadas por abandono, rechazo o violencia.
- Pérdidas tempranas (muerte de un ser querido, separación de los padres).
- Falta de amor o reconocimiento en etapas clave del desarrollo.
- Falta de recursos emocionales
- Incapacidad de manejar el dolor, el estrés o la frustración.
- Dificultad para regular emociones intensas como la ira, la tristeza o la ansiedad.
- Carencia de habilidades sociales para expresar necesidades y límites.
- Entorno social y familiar disfuncional
- Familias con consumo de sustancias normalizado.
- Violencia intrafamiliar, abandono emocional o sobre exigencia.
- Influencia de amistades o grupos que incentivan conductas de riesgo.
- Vulnerabilidad biológica y genética.
- Alteraciones en los neurotransmisores que refuerzan la búsqueda compulsiva de placer inmediato.
- Predisposición hereditaria a la dependencia.
- Factores culturales y sociales.
- Estigmatización del dolor emocional: se enseña a “aguantar” en lugar de pedir ayuda.
- Publicidad y normalización del consumo de alcohol, cigarrillo o medicamentos.
- Presión social hacia el éxito, la perfección o la desconexión del sentir.
En conjunto, estos factores hacen que la adicción no sea una “mala elección” sino el resultado de una serie de condiciones que se entrelazan en la vida de una persona.
Consecuencias de las adicciones.
Las consecuencias de las adicciones son profundas y multidimensionales: afectan al cuerpo, a la mente, a las relaciones y al entorno.
En la persona que padece la adicción:
- Físicas: deterioro del sistema nervioso, digestivo, respiratorio o cardiovascular; enfermedades crónicas; riesgo de sobredosis o complicaciones médicas.
- Psicológicas: depresión, ansiedad, paranoia, baja autoestima, deterioro cognitivo y pérdida del sentido de propósito.
- Sociales: aislamiento, pérdida de amistades, abandono de estudios o trabajos, conflictos legales.
- Espirituales: sensación de vacío existencial, desconexión con valores y sentido de vida.
En la familia:
- Impacto emocional: sentimientos de culpa (“¿qué hicimos mal?”), tristeza, impotencia, frustración y desgaste emocional.
- Problemas económicos: pérdida de estabilidad financiera debido al gasto en consumo, tratamientos o consecuencias legales.
- Desconfianza y fractura de vínculos: la mentira y el ocultamiento destruyen la comunicación y generan resentimientos profundos.
- Efecto generacional: los hijos de personas adictas pueden repetir patrones de codependencia o desarrollar sus propias adicciones.
En la sociedad:
- Aumento en la violencia y en la criminalidad asociada al consumo.
- Pérdida de productividad laboral y académica.
- Altos costos en el sistema de salud y justicia.
- Marginalización de personas que, en lugar de recibir ayuda, son estigmatizadas y excluidas.
Medidas de afrontamiento:
Superar una adicción no es un camino lineal ni rápido, pero sí es posible con apoyo y compromiso. Entre las medidas más efectivas encontramos:
- Reconocimiento del problema.
- Admitir la existencia de una adicción sin caer en la negación.
- Asumir la responsabilidad sin confundirla con culpa.
- Acompañamiento profesional
- Psicoterapia individual para explorar la raíz emocional de la adicción.
- Terapia familiar para reparar vínculos y aprender nuevas dinámicas de convivencia.
- Psiquiatría y medicina en casos donde se requiera regulación de neurotransmisores o tratamiento de enfermedades asociadas
- Grupos de apoyo. Espacios como Alcohólicos Anónimos, Narcóticos Anónimos u otros grupos comunitarios ofrecen contención, escucha y ejemplo de personas en recuperación.
- Favorecen la construcción de una nueva identidad alejada del consumo.
Red de apoyo y contención
- La familia y los amigos cercanos cumplen un papel fundamental: escuchar sin juzgar, acompañar sin controlar, sostener sin abandonar.
- La red social y comunitaria (iglesias, fundaciones, centros culturales) puede convertirse en un refugio de reconstrucción.
- Nuevos hábitos de vida.
- Ejercicio físico regular para liberar endorfinas naturales.
- Alimentación balanceada que fortalezca el cuerpo en la recuperación.
- Espiritualidad, meditación o actividades creativas que ayuden a resignificar el dolor.
Trabajo emocional profundo
- Afrontar los traumas y vacíos emocionales que dieron origen a la adicción.
- Aprender a expresar emociones de forma sana y a establecer límites en las relaciones.
- Reemplazar la búsqueda de placer inmediato por la construcción de metas a largo plazo.
Las adicciones son un espejo de un dolor más profundo: el de no sentirse suficiente, amado o acompañado. La sustancia o la conducta adictiva no es el verdadero problema, sino el intento fallido de calmar una herida que sigue abierta.
Por eso, la solución no está en el castigo ni en el juicio, sino en el acompañamiento, la empatía y la construcción de redes de contención sólidas. Cada persona en proceso de recuperación necesita alguien que le recuerde que su vida tiene valor, que no está sola y que siempre existe una salida.
En definitiva, la adicción no es un destino final, sino una etapa dolorosa que puede transformarse en un camino de autodescubrimiento y sanación, siempre que exista un entorno dispuesto a sostener, amar y acompañar.
Con este artículo, no solo busco visibilizar el arduo y comprometido trabajo que realiza la Fundación ¿Quieres?, sino también generar conciencia sobre la necesidad de mirar más allá de la estigmatización y comprender con mayor profundidad las causas, consecuencias y medidas de afrontamiento frente al flagelo de las adicciones.
Finalmente, queremos invitar a todos aquellos que deseen sumarse a esta noble causa a hacerlo a través de un aporte solidario. Su donativo será una semilla de esperanza que permitirá seguir transformando vidas y brindando nuevas oportunidades a quienes luchan contra las adicciones. Si desea colaborar, puede comunicarse directamente con la directora de la Fundación, Elizabeth Martínez, al número +57 305 241 6173. Cada apoyo cuenta y juntos podemos marcar la diferencia.
“Sobrellevad los unos las cargas de los otros, y cumplid así la ley de Cristo.” Gálatas 6:2
Este pasaje nos recuerda que el amor al prójimo se demuestra en la ayuda mutua, compartiendo las cargas y ofreciendo apoyo en los momentos difíciles.

Si estás buscando apoyo psicológico especializado, ya sea en modalidad virtual individual o en pareja, o consultoría empresarial, comunícate conmigo. Estoy aquí para acompañarte en tu proceso de bienestar y crecimiento personal.
Dra. Elizabeth Rondón.
Telf.+583165270022
