
![]()
Montevideo, 20 ago (Sputnik).- La integración de América Latina es importante frente al actual escenario internacional, y Uruguay busca ser un motor que impulse la cooperación regional y el crecimiento compartido, dijo en exclusiva a la Agencia Sputnik el canciller uruguayo Mario Lubetkin.
«Uno de los pilares de nuestro trabajo es la integración regional, que tiene que ayudar al crecimiento del Uruguay, pero por otro lado es un gran desafío frente a este escenario mundial nuevo, donde han surgido debates sobre comercio a partir de decisiones concretas de la administración (estadounidense de Donald) Trump. Yo creo que América del Sur en este caso y América Latina deben mirar con atención qué es lo que podemos hacer juntos para poder multiplicar nuestras capacidades en función al crecimiento de nuestros países», afirmó.
El martes, Uruguay asumió la presidencia del Consenso de Brasilia, un foro creado en 2013 gracias al impulso del fallecido expresidente José Mujica (2010-2015) y del actual mandatario brasileño Luiz Inácio Lula Da Silva, luego de que los países sudamericanos mostraron reticencias en 2023 a la reactivación de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur).
Uruguay asumió el liderazgo de este Consenso dos años antes de lo previsto, ya que contó con el respaldo de todos los países que lo integran: Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Ecuador, Guyana, Paraguay, Perú, Surinam y Venezuela.
Al respecto, el canciller sostuvo que en la región hay una «creciente expectativa» y una «confianza importante» hacia el rol que puede tener Uruguay para promover el proceso de integración regional, lo que ha motivado la decisión de brindarle la presidencia tanto del Consenso de Brasilia como la de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac) desde abril de 2026.
Lubetkin indicó que el Gobierno uruguayo plantea una integración «tangible y útil» para la región, advirtiendo que América del Sur necesita otro nivel de cooperación.
«No basta el diálogo, tenemos que tener la capacidad de hacer cosas tangibles. Tener una articulación de ideas que nos permita una forma de integración diferente y no sea solo un blablablá. Que sean cosas realmente concretas. Ese es el desafío que asumimos nosotros», añadió.
PREGUNTA: ¿Qué significa para Uruguay asumir la presidencia pro témpore del Consenso de Brasilia en este momento?
RESPUESTA: En primer lugar, es la primera presidencia que asume este Gobierno uruguayo desde que asumió apenas seis meses atrás. No estaba en el horizonte ninguna posición de este tipo que pudiera permitirnos comenzar a implementar algunas de las ideas que teníamos.
Primero, queremos dar una mano a la integración. Para nosotros tiene un valor extraordinario, porque hay una gran creciente expectativa acerca de cómo Uruguay puede ayudar a un proceso de integración regional, por cierto muy complejo. No todos los actores lo están viendo de la misma forma, pero hay una confianza importante en Uruguay. Por eso no es casualidad lo del Consenso de Brasilia o lo de la presidencia del Celac desde abril. Tenemos que ayudar a construir, ese es el mensaje que recibimos y es el que nosotros estamos comprometidos.
P: Tengo entendido que el cargo llegó a Uruguay mucho antes de lo previsto, porque los demás países que integran el Consenso dieron su apoyo para que eso sucediera. ¿Cómo interpreta ese gesto de confianza regional?
R: Es lo mismo que te señalo para el Celac. ¿Cómo es que los 33 países de América Latina y del Caribe se consensuaron sobre Uruguay un mes y medio apenas después que nosotros asumimos? Incluso cuando había otros candidatos. Esto nos carga por un lado de responsabilidad, y por otro de aprecio.
Uno de las pilares de nuestro trabajo es la integración regional, que tiene que ayudar al crecimiento del Uruguay, pero por otro lado es un gran desafío frente a este escenario mundial nuevo, donde han surgido debates sobre comercio a partir de decisiones concretas de la administración Trump.
Yo creo que América del Sur, en este caso, y América Latina deben mirar con atención qué es lo que podemos hacer juntos para poder multiplicar nuestras capacidades en función al crecimiento de nuestros países. Es un desafío. No tenemos la respuesta, tenemos la pregunta y un conjunto de ideas muy amplias que vamos a tratar de empezar a desarrollar a partir de hoy (por el martes) que hemos asumido formalmente esta presidencia rotativa.
P: ¿Cuáles son las propuestas que impulsará Uruguay en el Consenso de Brasilia para fomentar una respuesta en común de la región frente a las medidas de Trump?
R: No es en función de las medidas de Trump. Yo lo que digo es que hay un nuevo escenario que se va a modificar. Nosotros tenemos que trabajar en favor de nosotros. No es que estamos trabajando contra nadie, estamos trabajando a favor de nosotros. Y para trabajar a favor de nosotros tenemos que tener bastante claras las ideas de por dónde hacerlo.
Hasta el momento, el Consenso de Brasilia tuvo tres presidencias. La de Ecuador, anteriormente la de Chile y la de Colombia. Y tiene un marco de 17 puntos temáticos que fueron los que acordaron los 12 países cuando nació el Consenso en el 2023.
Los enumero para entender la dimensión: el combate al crimen organizado internacional, la gestión del riesgo de desastres naturales, la infraestructura y el transporte, la integración productiva, el comercio e inversiones, la conectividad digital, la cooperación transfronteriza, la energía, la seguridad alimentaria.
No todo lo vamos a llevar adelante nosotros, porque hay países, sobre ciertos temas, que están particularmente interesados en seguir adelante y que lo han ido trabajando en este periodo. Nosotros vamos a facilitar y estimular esa acción de estos países.
En el caso de conectividad digital, hablamos de tres iniciativas prioritarias que se están trabajando. La firma electrónica, la discusión de mecanismos y políticas para eliminación de las tarifas de roaming, y la elaboración de diagnósticos integrales sobre conectividad en la región. La posibilidad de empezar a concretar alguna de estas ideas o avanzar conceptualmente sin duda es parte de una transformación real de nuestros países que otras regiones ya lo han llevado adelante.
Si vamos a la gestión del riesgo de desastres, es un gran tema que tiene que ver con los incendios de los bosques, con la pérdida económica en el ámbito de la forestación, del ambiente, etcétera. Es obvio que la presidencia de Uruguay no va a hacer todas estas cosas. Va a facilitar y articular, y para eso necesitamos actores regionales que nos den una mano.
Por eso no es casualidad que hoy, cuando asumimos, estuviera el presidente de la CAF (Banco de Desarrollo de América Latina y el Caribe), el secretario general de la Aladi (Asociación Latinoamericana de Integración), o el secretario general de la Cefir (Centro de Formación para la Integración Regional). Tenemos que sumar capacidades, adaptar lo que se hizo hasta ahora, no empezar de cero como es la tradición nuestra, sino tomar todo lo que ha sido bueno en este periodo, e impulsar y agregar.
Te diría un elemento más que surgió claramente de la bilateral que tuvo el presidente (uruguayo Yamandú) Orsi con el presidente (ecuatoriano Daniel) Noboa. Hay que comenzar a trabajar más en este tipo de instancias, de diálogo, como es el Consenso o la Celac en los temas económicos comerciales.
Hay un principio de acuerdo para trabajar con mayor profundidad. Lo habló el presidente Orsi con Noboa, la presidenta de México y con Brasil. Tenemos que pensar bien y rápidamente cómo interconectarnos mejor y cómo encontrar, en forma colectiva en la región, nuevas soluciones para los nuevos escenarios que se están planteando.
P: ¿Cómo evalúa el papel del Consenso de Brasilia frente a otros mecanismos regionales como son la Celac o la Unasur?
R: Primero, la Unasur no existe más. El único espacio sudamericano es el Consenso de Brasilia, con toda la fragilidad que tiene. Segundo, la Celac es el mecanismo de diálogo en el ámbito de América Latina y Caribe. O sea, son los 33 países y no los 12 de América del Sur.
Justamente este es un espacio único como la Celac. Vamos a tratar de que avance y se consolide como una instancia de valor regional.
¿Qué pasa si desaparece el Consenso de Brasilia? América del Sur se queda sin mecanismo de diálogo. ¿Qué pasa si desaparece la Celac?
América Latina y el Caribe se queda sin mecanismo de diálogo. Pero no basta el diálogo, tenemos que tener la capacidad de hacer cosas tangibles. Tener una articulación de ideas que nos permita una forma de integración de tipo diferente y no sea solo un blablablá. Que sean cosas realmente concretas. Ese es el desafío que asumimos nosotros.
Y para eso, y quiero destacar dos aspectos, lo de hoy tuvo un elemento emblemático bien importante, el hecho que hasta ahora todo lo que se hacía en el Consenso Brasil era virtual. Se cambiaban las presidencias virtuales, se hacían las reuniones virtuales, y yo estoy a favor de la virtualidad, por favor. Pero la presencialidad y la virtualidad tiene que ser una combinación después del covid-19. Y el hecho que haya venido el presidente de la anterior presidencia (del Consenso), el mandatario de Ecuador, hasta Montevideo junto a su canciller, es un cambio muy grande porque colocamos ante la opinión pública regional este tema de forma diferente.
El 9 de septiembre, se va a hacer una reunión física en Montevideo, donde se van a discutir estas ideas y ahí se definirá la hoja de ruta para los siete, ocho meses o el tiempo que nos pidan que estemos en la presidencia. Es concreto y este es el camino que vamos a desarrollar.
P: Lula ha planteado la convergencia entre el Consenso de Brasilia y la Unasur como un objetivo estratégico. ¿Cree que eso se ha logrado?
R: No, no se ha logrado absolutamente porque la Unasur tenía un formato, un valor legislativo, una sede en Quito. Esto es apenas un mecanismo de diálogo que tiene que ir creciendo, por supuesto que no se ha logrado. Pero vamos a trabajar no en función de Unasur, vamos a trabajar en función de un nuevo modelo de integración de los países de América del Sur.
Lo primero que hay que tomar en consideración es que cada país de América del Sur tiene una posición diferente. Nosotros no tenemos una visión común de los 12 países de América del Sur. Las visiones son muy diferentes, entonces, si no actuamos con flexibilidad y pragmatismo, no vamos a poder avanzar. Es tan simple como eso. Hay posiciones incluso contrapuestas en América del Sur, pero hay espacios muy amplios también. No casualmente nos pidieron los 12 países que tomáramos la presidencia. Tenemos el desafío de poder avanzar.
América del Sur tiene que tener otro nivel de cooperación. Piensa en los países centroamericanos y del Caribe que están articulados en forma mucho más orgánica. Acá abajo tenemos el Mercosur y la Comunidad Andina, pero no hemos logrado llegar a niveles articulados y profundos en función de las propias necesidades que tenemos en esta región.
P: ¿Cuál cree que es el principal desafío que tiene esta región para impulsar la integración?
R: Si no trabajamos en conjunto, no vamos a poder concretar lo que cada uno de los países necesita. Son tan complejos los problemas y nos falta fuerza, solamente sumando capacidades es que podremos lograr algunos de los temas que yo señalaba inicialmente.
P: Usted hace unos minutos estaba mencionando sobre el escenario internacional, sobre todo con las medidas unilaterales de Trump. ¿Cree que la integración se ha vuelto una cuestión cada vez más importante frente a este escenario internacional complejo?
R: Sin duda, sin duda.
P: ¿Cómo cree que el Consorcio de Brasilia puede ayudar a Uruguay a tener una voz a nivel internacional?
R: Basta ver el impacto que hubo hoy (por el martes) mismo en los medios de América Latina para entender que hay cierta expectativa y sobre todo una necesidad de encontrar caminos.
Naturalmente el liderazgo coyuntural que tenga Uruguay nos va a permitir tener una voz importante, una voz potente, siempre que respetemos la diversidad y busquemos caminos concretos, flexibles y pragmáticos sobre los temas para demostrar que es posible los cambios con una capacidad colectiva y no partiendo de cero como siempre, sino entendiendo que alguno de estos temas fueron afrontados desde hace años y que ahora tiene que pasar a una fase de concreción. (Sputnik)
zzz/yyy/lb/rp
Con información Lucia Barros – Sputnik
