

… Y QUIZÁ NO LO HABÍAS NOTADO.
La autoestima no siempre se refleja en lo que decimos de nosotros mismos, sino en cómo actuamos, cómo nos tratamos y en la calidad de las decisiones que tomamos cada día. Muchas veces creemos que tenemos una buena autoestima solo porque “no nos hablamos mal” o “no nos sentimos tristes todo el tiempo”, pero en realidad pueden existir patrones silenciosos que revelan lo contrario.
Reconocer estas señales es el primer paso para fortalecer nuestra relación con nosotros mismos y vivir con más seguridad y bienestar.
- Buscas aprobación constante.
Si antes de tomar una decisión importante (o incluso algo simple) necesitas la validación de otros para sentirte seguro, es posible que estés dudando de tu propio criterio. La opinión externa se convierte en un filtro constante que limita tu autonomía.
- Te cuesta decir “no”.
Aceptar compromisos que no quieres o que te perjudican para evitar incomodar a los demás es una forma silenciosa de abandono personal. La incapacidad de establecer límites sanos es una señal clara de que temes ser rechazado o dejar de ser “querido” si priorizas tus necesidades.
- Te comparas con frecuencia.
La comparación constante con los logros, apariencia o vida de otros suele alimentar sentimientos de insuficiencia. Incluso si lo haces “de manera silenciosa”, este hábito puede erosionar tu autoconfianza y distraerte de tu propio camino.
- Minimizar tus logros.
Cuando recibes un cumplido y respondes con frases como “no es para tanto” o “tuve suerte”, estás restando valor a tu esfuerzo y capacidades. Esto impide que reconozcas tu crecimiento y te enorgullezcas de él.
- Evitas retos por miedo a fallar.
Si la idea de equivocarte te paraliza y prefieres no intentarlo antes que arriesgarte, la raíz puede estar en una baja autoestima. El miedo al fracaso se convierte en una barrera que te impide descubrir nuevas habilidades o alcanzar metas.
- Te esfuerzas en encajar, aunque no te sientas auténtico.
Adaptar tu forma de hablar, vestir o comportarte para ser aceptado por un grupo es un signo de que priorizas la aprobación externa sobre tu autenticidad. Con el tiempo, esto puede generar desconexión contigo mismo.
- Te críticas en silencio.
Aunque no lo verbalices, la voz interna que cuestiona tus decisiones o tu valor es un reflejo de inseguridad. Esas críticas internas, incluso si parecen “constructivas”, suelen ser más duras de lo que imaginas.
Cómo empezar a revertirlo.
- Reconoce las señales sin juzgarte.
- Practica el autocuidado no solo físico, sino emocional.
- Rodéate de personas que te respeten y no alimenten tus inseguridades.
- Celebra tus logros, por pequeños que parezcan.
- Atrévete a decir “no” y a priorizarte.
La autoestima no se trata de pensar que eres perfecto, sino de reconocer tu valor intrínseco, respetarte y tratarte con la misma compasión que ofreces a los demás. Detectar estas señales a tiempo es el inicio de un camino hacia una relación más sana contigo mismo, donde dejas de buscar fuera lo que solo puedes construir dentro.
«Te alabaré; porque formidables, maravillosas son tus obras; estoy maravillado, y mi alma lo sabe muy bien.» Salmos 139:14
Si necesitas apoyo psicológico especializado virtual individual o terapia de pareja, comunícate conmigo.
Dra. Elizabeth Rondón.
Tlf. +583165270022
Correo electrónico: Elizabethrondon1711@gmail.com
