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En un gesto de profundo respeto y dolor compartido, el cuerpo del senador y precandidato presidencial Miguel Uribe Turbay será velado este domingo en el Salón Elíptico del Capitolio Nacional, el mismo recinto que fue escenario de sus batallas políticas, sus discursos más fervorosos y sus sueños de llegar a la Presidencia de Colombia.
La ceremonia, que comenzará a las 1o:30 de la tarde, estará abierta a los ciudadanos que deseen rendirle un último adiós. El Congreso de la República y la familia del legislador han dispuesto que el lugar permanezca accesible para que amigos, colegas, simpatizantes y ciudadanos del común puedan acercarse, estrechar manos y dejar flores en memoria de quien, hasta hace apenas dos meses, debatía con la misma pasión con la que defendía sus convicciones.
Uribe Turbay falleció a consecuencia de las heridas provocadas por el atentado que sufrió el pasado 7 de junio en Bogotá. Durante semanas, su ausencia en el Senado fue simbolizada por una silla vacía cubierta con la bandera de Colombia, un gesto silencioso que guardaba la esperanza de su regreso.
Tras ser sometido a los procedimientos legales en Medicina Legal, el cuerpo será recibido en el Salón Elíptico, un espacio cargado de simbolismo para la historia política del país, que hoy se transforma en capilla ardiente para uno de sus protagonistas más jóvenes y prometedores.
Las exequias se realizarán el miércoles 13 de agosto en la Catedral Primada de Bogotá, en una ceremonia presidida por Monseñor Luis José Rueda. Será el momento final para despedir a un hombre cuya vida pública estuvo marcada por el debate, la ambición de transformar el país y un compromiso que ahora queda inconcluso.
Colombia lo despide en el mismo escenario donde tantas veces alzó la voz, esta vez en un silencio solemne que habla más fuerte que cualquier discurso.
