

¿Te has preguntado alguna vez de dónde provienen los animales que ponen huevos? El fascinante universo animal nos ofrece un sinfín de formas de reproducción, y entre ellas, la oviparidad es sin duda una de las más sorprendentes. A lo largo de la historia natural, la naturaleza nos ha mostrado auténticas maravillas en torno a los animales que nacen a partir de un huevo, desde pequeñas ranas hasta imponentes aves y reptiles.
La reproducción a través de huevos es un fenómeno mucho más común de lo que parece. No solo abarca un abanico impresionante de especies, sino que esconde características que explican la evolución y adaptación de cada uno de estos seres vivos. Prepárate para sumergirte en un tema que, además de didáctico, está plagado de curiosidades, ejemplos fascinantes y respuestas claras a las preguntas más frecuentes sobre los animales ovíparos.
¿Qué son los animales que nacen del huevo?
Cuando hablamos de animales que nacen del huevo, nos referimos a aquellas especies cuya reproducción depende de la puesta y posterior desarrollo de un huevo fuera del cuerpo materno. A estos animales se les conoce formalmente como ovíparos. Un huevo, en términos biológicos, es una estructura que contiene todo lo necesario para el desarrollo de un embrión: nutrientes, protección y un ambiente controlado. Cuando el embrión ha madurado lo suficiente, el huevo eclosiona y la cría sale al mundo exterior.
La oviparidad es una de las estrategias reproductivas más extendidas entre los animales. Aunque solemos relacionar los huevos principalmente con las aves, esta técnica también la encontramos en peces, anfibios, reptiles, insectos y hasta en algunos mamíferos excepcionales. Cada taxón ha desarrollado mecanismos específicos en cuanto a la forma, el tamaño y la protección de sus huevos.
Ovíparos y vivíparos: diferencias fundamentales
En el reino animal existen principalmente dos grandes formas de reproducción: la oviparidad y la viviparidad. Los animales vivíparos son aquellos cuyas crías se desarrollan dentro del cuerpo de la madre hasta el momento del nacimiento. Ejemplos clásicos son los mamíferos como los perros, conejos o incluso los seres humanos.

En contraste, los animales ovíparos desarrollan sus embriones fuera del cuerpo de la madre, en un huevo que es depositado en el entorno. El huevo puede ser puesto en nidos, enterrado, adherido a superficies o, en algunos casos, depositado en el agua. La diferencia fundamental es el lugar donde se produce el desarrollo embrionario: dentro de la madre en el caso de los vivíparos y fuera en los ovíparos.
Existe además una curiosa categoría intermedia: los ovovivíparos. En estos animales, los huevos permanecen en el interior de la madre hasta que el embrión ha alcanzado el desarrollo necesario. Cuando el huevo está a punto de eclosionar, la cría emerge, en ocasiones incluso dentro del propio cuerpo materno, saliendo posteriormente al exterior completamente formada.
¿Cómo es el proceso de reproducción ovípara?
La oviparidad implica una serie de pasos que pueden variar enormemente entre especies. El proceso comienza generalmente con la fecundación, que puede ser interna o externa, dependiendo del grupo animal. Por ejemplo, en muchas aves y reptiles, la fecundación es interna, mientras que en peces y anfibios es habitualmente externa: la hembra pone los huevos y el macho libera el esperma sobre ellos en el entorno.
Tras la fecundación, el huevo se desarrolla y, en la mayoría de los casos, es depositado en algún lugar seguro
- En nidos: la mayoría de aves construyen nidos donde incuban sus huevos, proporcionándoles calor y protección.
- Enterrados en la arena: reptiles como las tortugas depositan sus huevos en huecos excavados, que posteriormente cubren.
- En el agua: muchos peces y anfibios ponen huevos en charcas o ríos, donde el ambiente húmedo evita su desecación.
La protección extra que ofrece el huevo permite a las crías desarrollarse con cierto margen de seguridad frente a depredadores y cambios ambientales.
Animales ovíparos: los grandes protagonistas
El mundo de los ovíparos es extraordinariamente amplio. Las aves son probablemente el grupo más popular, pero la oviparidad está presente en muchos otros taxones que nos rodean a diario.
Aves

Si pensamos en animales que ponen huevos, las aves son las primeras que nos vienen a la cabeza: gallinas, patos, gorriones, pingüinos… Las aves construyen nidos en todo tipo de lugares, desde árboles hasta el suelo. La cantidad de huevos que ponen varía muchísimo: especies como los pingüinos suelen poner uno solo y dedicarle una gran atención, mientras que otras como las gallinas pueden poner hasta 15 en una sola puesta.
El cuidado parental es frecuente en las aves ovíparas. Muchos padres empollan los huevos, manteniéndolos a una temperatura óptima, y más tarde alimentan a las crías durante las primeras etapas de su vida.
Anfibios
Entre los anfibios destacan ranas, sapos y tritones. Estos animales suelen depositar grandes cantidades de huevos en el agua, ya que no tienen cáscara dura y necesitan mantenerlos húmedos para evitar que se sequen. La supervivencia de las crías depende de la cantidad, pues es un tipo de reproducción en el que la mayoría de los huevos y larvas no llegan a la fase adulta por la presencia de depredadores o cambios ambientales bruscos.
En general, los anfibios no cuidan de los huevos ni de las crías tras depositarlos, aunque existen excepciones en algunas especies.
Peces
La oviparidad en los peces está muy extendida. La hembra deposita cientos o incluso miles de huevos en el agua y posteriormente el macho los fecunda. Algunos peces cuidan de sus huevos, los ventilan o los trasladan para protegerlos de amenazas, mientras que otros simplemente los abandonan tras la puesta.
Los peces que nacen a partir de huevos suelen pasar por la etapa de alevín, alimentándose de los nutrientes del huevo hasta estar listos para empezar a buscar comida por sí mismos.

Reptiles
Serpientes, cocodrilos, tortugas y lagartos forman parte de los reptiles ovíparos. La mayoría de reptiles ponen sus huevos en la tierra, aunque algunos eligen zonas húmedas o incluso ambientes acuáticos. Las tortugas marinas, por ejemplo, son famosas por excavar hoyos en la arena donde depositan sus puestas de decenas de huevos. Pocos reptiles cuidan a sus crías tras la eclosión, aunque existen casos curiosos como los cocodrilos, que ayudan a los pequeños a salir del nido y llegar al agua.
Insectos y artrópodos
El grupo más numeroso de ovíparos lo componen los insectos y otros artrópodos como arañas y cangrejos. Muchos de estos animales depositan cientos o incluso miles de huevos en lugares estratégicos para maximizar la supervivencia de sus crías. Las mariposas, por ejemplo, colocan sus huevos en plantas específicas para que las orugas encuentren alimento nada más nacer.
Entre los insectos, es frecuente que tras la puesta de los huevos no se preste cuidado parental, aunque en especies como las abejas o las hormigas sí existe protección y alimentación en las primeras fases.
El caso especial de los mamíferos ovíparos: los monotremas
Puede resultar sorprendente, pero existen mamíferos que también ponen huevos. Se trata de los monotremas, un grupo muy reducido que incluye al ornitorrinco y a los equidnas. Estos animales ponen huevos pero tienen la particularidad de alimentar a sus crías con leche una vez han nacido. Los monotremas viven únicamente en Australia, Nueva Guinea y zonas cercanas, y representan una de las pruebas más llamativas de la diversidad evolutiva.
En los monotremas, los huevos tienen una cubierta correosa en vez de dura, y tras la eclosión las crías son protegidas y alimentadas por la madre durante las primeras fases de su vida.

monotremas
Otras formas de reproducción: los ovovivíparos
Ya hemos mencionado antes que hay una modalidad intermedia entre la oviparidad y la viviparidad: la ovoviviparidad. En este sistema, los animales retienen los huevos dentro de su cuerpo hasta que las crías están completamente desarrolladas, tras lo cual nacen al exterior, normalmente vivas. Es frecuente encontrar este tipo de reproducción en algunos tiburones, rayas y ciertos invertebrados como los escorpiones.
Otra diferencia fundamental es que, al retener el huevo dentro de la madre, las crías están más protegidas, algo que supone mayor seguridad en especies con depredadores abundantes o en entornos complejos.
El huevo como ventaja evolutiva
La puesta de huevos ha supuesto una ventaja evolutiva para muchas especies animales. Permite que la cría se desarrolle en un entorno protegido, especialmente en lugares donde el medio puede ser hostil o cambiante. Los materiales del huevo, como la cáscara dura de las aves o la cubierta gelatinosa de los huevos acuáticos, ayudan a mantener la humedad y la integridad del embrión.
Además, la oviparidad permite a muchos animales reproducirse de manera más eficiente y aumentar el número de descendientes, compensando así la tasa de mortalidad de los huevos y crías en estado salvaje. Por eso, especies como los peces o los insectos suelen tener puestas masivas, incrementando las probabilidades de que al menos algunos individuos lleguen a la madurez.
Curiosidades sobre los animales que nacen del huevo
El mundo de los ovíparos está lleno de curiosidades. Por ejemplo:
- Algunas tortugas pueden poner más de 100 huevos en una sola puesta, pero la mayoría de las crías nunca llega a la edad adulta, ya que numerosos depredadores acechan los nidos.
- El pingüino emperador es famoso porque solo pone un huevo y dedica meses a cuidar de él en las frías tierras antárticas.
- En los insectos, la cantidad de huevos puede superar el millar en una sola hembra, asegurando la supervivencia de la especie a través de la cantidad más que de cuidados individuales.
- Muchos reptiles, como cocodrilos y algunas serpientes, eligen lugares estratégicos para sus nidos, regulando la temperatura por la exposición al sol o la elección del sustrato.
El papel de los nidos y el cuidado parental
El cuidado de los huevos es otro de los factores relevantes en los animales ovíparos. Muchas especies dedican tiempo y energía a construir nidos y proteger sus puestas. Entre las aves, la construcción de nidos complejos es una muestra de la evolución conductual, y la incubación asegura que los embriones se desarrollen correctamente.
Otros grupos animales, como algunas tortugas o peces, prefieren enterrar o disimular su puesta, confiando en el camuflaje y la cantidad para evitar a los depredadores. En especies como los pingüinos, la atención y el calor corporal son cruciales para el éxito reproductivo.
Ejemplos destacados de animales que nacen de huevo
- Gallina: probablemente el animal ovíparo más conocido, domesticado por el ser humano desde hace milenios.
- Tortuga marina: capaz de viajar cientos de kilómetros para poner los huevos en la playa donde nació.
- Pingüino: pone pocos huevos, invirtiendo mucho en el cuidado de su única cría.
- Rana: pone grandes racimos de huevos en el agua, sin apenas cuidado parental.
- Serpiente: muchas especies entierran sus huevos para protegerlos de depredadores.
- Ornitorrinco: mamífero singular que pone huevos y alimenta a sus crías con leche.
- Abeja: cada reina puede poner miles de huevos, de los que surgirán obreras, zánganos o nuevas reinas.
El nacimiento de tantos animales a partir del huevo responde a una estrategia que favorece la supervivencia y dispersión en diferentes ambientes, consolidando la oviparidad como una de las formas más exitosas de reproducción en el reino animal.
Alicia Tomero
Fuente de esta noticia: https://www.postposmo.com/animales-que-nacen-del-huevo-todo-sobre-los-oviparos-y-su-reproduccion/
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