Se dijo que hay que “Dar al César lo que es del César” ( San Mateo 22,21). Pero si el César viviera hoy, habría reservado su toga más brillante y su sonrisa más imperial para visitar Navelgas esta semana. Porque ahí, entre bateas, sidra y pepitas, se celebra otro – y van tres- campeonato Mundial de Bateo de Oro 2025.
Si Roma pudo cruzar el Pajares como quien cruza el Rubicón, no fue por el paisanaje , el paisaje o por motivos gastronómicos (aunque ayuda), sino por ese dorado metal astur escondido entre los murmullos de ríos como el Navelgas y los pliegues de la historia geológica. El mismo metal que sigue brillando, dos milenios después, en manos de quienes hoy no empuñan gladius, sino bateas.
Lo que les movía era algo mucho más práctico: vetas auríferas de su patrón monetario. Oro. Dinero. “Liquidez de las finanzas imperiales».
Antes del FMI, ya existía el Tesoro de Augusto. Y antes del euro, el áureo y el denario. Y si ese sistema monetario no colapsó antes bajo el peso de las guerras, bacanales y «panen et circensis» fue, en parte, gracias a las arrobas de oro extraídas del noroeste peninsular. Las Médulas, sí. Pero también Navelgas, –Tineo y su entorno occidental– Montefurau, Valledor- .
Porque Roma trajo el derecho, los acueductos, las calzadas y el latín de los chismes del Senado, pero Asturias puso muchos legionarios y trabajadores -muchos forzados- para extraer el preciado metal amarillo.
La guerra astur-cántabra, más que campaña militar, fue una operación bursátil a espada de centurión. El oro servía para incentivar la maquinaria de la superpotencia de la antigüedad.
Y esta semana de Agosto (?! Augusto?!) Navelgas será la capital Celto- Romana -Vaqueira del bateo
Bateadores de todo el mundo – 24 países– se arrodillan sobre el río – y sus simulaciones – como alquimistas modernos en busca de trocitos de sol. Y en vez de financiar un Imperio, dinamizan el turismo rural, celebran una tradición y conquistan algo más escurridizo: el cariño de quienes se asoman a estas tierras buscando autenticidad. «Que es posible hacer grandes cosas desde sitios pequeños», que relancen «nuestra identidad y proyección internacional «; » y así se combate el despoblamiento y el abandono de los pueblos ( Pte. Barbón, dixit).
Este año, la «Batea de Oro» 2025 no podía caer en mejores manos: Manuel García Linares -el fiu de Lulo Nieto» – el artista local, emprendedor activista del territorio, y heredero espiritual de esos mineros que transforman sus raíces en belleza. Su arte ha dado forma a parte del imaginario tiéntese y Astur; con sus pinturas, tallas, dibujos, relatos visuales y su humor tierno y certero.
Junto a él, también fue reconocido Sanjay Singh, presidente de la Asociación Mundial de Bateo de Oro, por su labor internacional en defensa de este deporte que es, también, arqueología viva.
La semana se llenara de talleres, musica, gastronomía, exhibiciones y la exposición «35 años de Los Pueblos Ejemplares», organizada por la Fundación Princesa de Asturias. Hasta una observación astronómica nocturna ( también se batea el polvo cuantico de estrellas que todos llevamos). Ahh, casi se me olvida: se homenajea la cultura sidrera con una plantación simbólica de manzanos y escanciado colectivo.
Así que sí, el «gran» Augusto estaría satisfecho No sólo por la buena organización del evento (que haría palidecer a cualquier legión logística), sino porque en Navelgas, al oro lo sacan también de su calidez humana. Y lo entregan con sonrisa vaqueira, con hospitalidad celta, y con una capacidad de reinvención digna … de un senador de Roma.
Enhorabuena a los organizadores. A los bateadores. Y a la Navelgas, orgullo de los Tinetenses, por recordarnos con dedicación, humor e historia, que el oro que más brilla no se guarda en lingotes, sino en nuestros recuerdos imborrables.
Javier Pertierra Antón.
Un «paisano» más de Tineo
