

Qatar ha saltado a la palestra internacional no solo por la celebración de eventos deportivos de gran calibre, sino también por ser un punto de encuentro donde tradición y modernidad se entrelazan en todos los aspectos de la vida cotidiana. Uno de los elementos más llamativos de esta mezcla cultural es, sin duda, la vestimenta, tanto de sus habitantes como de los miles de turistas que visitan el país cada año.
La forma de vestir en Qatar refleja la identidad nacional, la influencia musulmana y el impacto de la globalización, creando un entorno donde coexisten normas tradicionales con una apertura progresiva hacia la diversidad. Comprender cómo vestirse y qué esperar en cuanto a códigos de vestimenta es esencial, no solo por respeto cultural, sino también para evitar situaciones incómodas o malentendidos durante una visita o estancia en el país.
Entre el calor y la etiqueta: Normas generales de vestimenta
Las altas temperaturas de Qatar, rara vez por debajo de los 23 grados incluso de noche, pueden hacernos pensar en ropa ligera y fresca.
El país mantiene un enfoque relativamente conservador respecto a la vestimenta, tanto para ciudadanos como para visitantes, aunque es reconocido por su hospitalidad y apertura con los turistas.
La llegada de miles de aficionados durante eventos como el Mundial generó dudas sobre si estaría permitido el uso de bermudas, camisetas de tirantes o pantalones cortos. Las autoridades subrayan que, si bien cada persona puede elegir su ropa con libertad, existen recomendaciones importantes para moverse por espacios públicos. Cubrir hombros y rodillas se considera una muestra de respeto hacia la cultura local, especialmente en lugares como museos, edificios gubernamentales y lugares de culto.
Las mujeres deben evitar escotes pronunciados, leggins ajustados y prendas que dejen al descubierto los hombros o las piernas. Para los hombres, se recomienda no usar camisetas sin mangas, ropa con mensajes o imágenes ofensivas, ni pantalones rotos. Además, los vaqueros rotos no están bien vistos en ningún caso, independientemente del género.
El uso de trajes de baño queda restringido a piscinas y playas privadas de hoteles internacionales. En ningún caso está permitido ir en traje de baño por la calle o en playas públicas. Es importante tener presente que, aunque las normas no siempre se aplican con rigidez, una actitud prudente evita malentendidos y garantiza una experiencia agradable.
La vestimenta tradicional en Qatar: Identidad y costumbre

Los ciudadanos cataríes muestran con orgullo su indumentaria tradicional, que forma parte de su identidad y vida diaria. Los hombres suelen vestir la thobe, una túnica blanca de manga larga, junto con un pañuelo en la cabeza conocido como ghutra, sujeto con una cuerda llamada agal. Esta prenda es práctica y ayuda a protegerse del calor abrasador del desierto.
Las mujeres cataríes optan por la abaya, una túnica negra que cubre el cuerpo y, en ocasiones, complementan su atuendo con un velo conocido como shayla, para cubrir la cabeza. Algunas mujeres mayores pueden llevar un niqab, que tapa parte del rostro, aunque esta práctica es cada vez menos común en la vida cotidiana.
Estos atuendos tradicionales no son impuestos por ley, sino que responden más a la costumbre familiar, la religión y el entorno social. La elección de utilizarlos, especialmente en el caso de las mujeres, puede acarrear presiones familiares, pero no suele estar regulada por ninguna legislación concreta.
Códigos de vestimenta para turistas: Recomendaciones y diferencias
Si viajas a Qatar, es esencial conocer las recomendaciones específicas de vestimenta, tanto para mujeres como para hombres. Aunque la presencia internacional ha relajado en cierto modo las expectativas, sigue existiendo una clara diferenciación entre los códigos aplicados a la población local y a quienes visitan el país.
En museos, mezquitas y edificios públicos se exige cubrir hombros y rodillas, evitando ropa ceñida o prendas que llamen demasiado la atención. En hoteles, bares exclusivos y zonas de ocio frecuentadas por extranjeros, el ambiente puede ser más permisivo, permitiendo ropa más occidental y ligera, aunque siempre es recomendable informarse sobre las normas específicas de cada establecimiento.
En entornos nocturnos, discotecas y ciertas playas privadas, es posible ver una mayor diversidad de estilos de vestir, incluyendo faldas cortas y prendas típicamente occidentales. Sin embargo, estos lugares suelen estar reservados para quienes buscan un ambiente más internacional y relajado.
Respecto a la entrada a lugares de culto y edificios oficiales, las mujeres deben cubrirse el cabello con un shayla y llevar ropa holgada y opaca. No hacerlo puede conllevar la prohibición de entrada, aunque no existan sanciones legales estrictas más allá de esto.

La influencia de la religión y la ley islámica
El islam constituye la base de muchas de las normas sociales en Qatar, incluidas las relativas al vestir. El Corán invita a la modestia en el atuendo, aunque no especifica exactamente cómo debe vestirse una mujer o un hombre. A lo largo del tiempo, las interpretaciones religiosas han promovido el uso de prendas que cubran la mayor parte del cuerpo, tanto para hombres como para mujeres.
Aunque en algunos países vecinos existe legislación estricta que regula la vestimenta de las mujeres, en Qatar esto no se traduce en leyes específicas. La Constitución catarí, en su artículo 57, se limita a exigir el respeto de las tradiciones y las costumbres, algo que termina teniendo más peso por la presión social y familiar que por la intervención directa de la policía o de las autoridades.
La conocida sharía, o ley islámica, está presente en la cultura catarí pero se aplica con mayor flexibilidad que en países como Irán o Arabia Saudí. Como resultado, es común ver una mezcla de estilos y grados de cobertura, dependiendo tanto de la procedencia como de las creencias personales de cada individuo.
Diversidad social: quién lleva qué y dónde
La sociedad catarí es mucho más diversa de lo que puede parecer a simple vista. Solo entre el 10 y el 15% de la población tiene nacionalidad catarí; el resto son expatriados y trabajadores migrantes, que suelen vestir acorde a sus costumbres de origen.
El relajamiento de las normas en los últimos años ha generado una convivencia de diferentes formas de vestir. Por ejemplo, muchas trabajadoras filipinas, de Sri Lanka u otros países asiáticos llevan pantalones largos y camiseta, similares a las que podrían usarse en cualquier ciudad europea. En zonas rurales o más tradicionales, las mujeres cataríes siguen optando por la vestimenta típica y holgada, mientras que en barrios cosmopolitas y zonas de ocio las diferencias se acentúan.
El contraste entre el Doha moderno, con rascacielos y centros comerciales de última generación, y las zonas rurales donde predomina la vestimenta tradicional, es uno de los grandes atractivos del país.
Restricciones, flexibilidad y contexto internacional
Durante grandes eventos internacionales como el Mundial, Qatar ha tendido a mostrar una mayor flexibilidad con los visitantes, suavizando la aplicación de algunas recomendaciones. No obstante, persiste la expectativa de respeto hacia la cultura local. Los controles de acceso a estadios o recintos suelen poner el énfasis en evitar imágenes o mensajes ofensivos en la ropa y en prohibir la excesiva exposición del cuerpo.
No se contempla la existencia de multas o castigos severos por infracciones leves en cuanto a la vestimenta, aunque sí pueden producirse advertencias o denegar la entrada a ciertas instalaciones. Las imágenes de partidos y celebraciones muestran a visitantes con prendas occidentales y ropa fresca, confirmando que la tolerancia puede aumentar durante estos eventos para proyectar una imagen de modernidad y apertura al mundo.
Sin embargo, la desigualdad de género y la discriminación legal siguen siendo una preocupación subyacente, especialmente en cuestiones como tutela masculina, divorcio, custodia de hijos y acceso al empleo. A pesar de algunos avances, la mujer catarí sigue dependiendo de un tutor varón para tomar decisiones vitales, lo que repercute también en la percepción de las normas sociales sobre el vestir.
Consejos prácticos para turistas: Qué llevar y qué evitar
Para sacar el máximo partido a la visita y no encontrarse con problemas en Qatar, conviene planificar bien la maleta teniendo en cuenta las recomendaciones de las propias autoridades y la experiencia de quienes ya han viajado al país.
- No lleves pantalones cortos o faldas por encima de la rodilla, ni para hombres ni para mujeres, en espacios públicos.
- Evita camisetas de tirantes, blusas de tirantes o ropa con escotes pronunciados.
- Deja en casa pantalones o camisetas rotas, ropa con mensajes ofensivos o imágenes provocativas.
- En la maleta no debe faltar un chal, pashmina ligera o shayla para cubrirse el cabello en caso de que debas entrar a una mezquita o edificio oficial.
- En piscinas y playas privadas, el bikini y bañador son perfectamente aceptados, pero nunca fuera de esos espacios.
Si tienes dudas, lo mejor es seguir la regla de la discreción. Si ves que otros turistas o locales visten de forma más conservadora, adáptate al entorno. Las recomendaciones suelen estar visibles en la entrada de muchos centros comerciales y edificios públicos, por lo que es difícil no estar prevenido. Además, algunos hoteles y zonas más exclusivas cuentan con su propio código de vestimenta, así que conviene consultar antes de salir.
La voz de la experiencia: Relatos de viajeros y situaciones cotidianas

Numerosos turistas que han visitado Qatar recientemente destacan la importancia de informarse antes de viajar y de ser respetuosos con las costumbres locales. Muchos relatan casos en los que han tenido que cambiarse de ropa antes de entrar a un centro comercial, o han recibido advertencias por llevar prendas consideradas inadecuadas.
Hay quien recomienda llevar siempre un chal o una pashmina en el bolso, tanto para protegerse del aire acondicionado como para cubrirse en caso necesario. Además, existen anécdotas de viajeros sorprendidos por la prohibición de muestras de afecto en público, o el celo con que se protege la intimidad de los ciudadanos locales, especialmente de las mujeres, a quienes no se debe fotografiar sin consentimiento expreso.
La flexibilidad de las normas varía según el contexto y el lugar, siendo máxima en entornos turísticos y mínima en espacios religiosos o institucionales. Abrirse a la experiencia, preguntar ante la duda y mostrar buena voluntad son actitudes que suelen ser recibidas con gratitud por parte de los cataríes.
Más allá de la vestimenta: Desigualdades y retos sociales
La cuestión de la vestimenta es solo una parte de la realidad cotidiana en Qatar, especialmente para las mujeres. Aunque no exista una ley que obligue a vestir de una forma concreta, la presión familiar y social puede ser intensa, llegando a condicionar la vida de muchas mujeres.
El sistema de tutela masculina restringe la posibilidad de tomar decisiones importantes de forma autónoma, desde casarse o trabajar hasta viajar al extranjero o acceder a ciertos servicios médicos. Además, las desigualdades en cuestiones como la herencia, el divorcio y la custodia de los hijos siguen vigentes, a pesar de la imagen de modernidad que se proyecta internacionalmente.
Las trabajadoras migrantes, sobre todo de países asiáticos, afrontan desafíos añadidos, como la explotación y la falta de derechos laborales, en parte derivada del sistema kafala que regula el empleo y la residencia de los extranjeros. En este sentido, el debate sobre la vestimenta se enmarca en cuestiones mucho más amplias de igualdad y justicia social.
La diversidad de la sociedad catarí, la presión internacional y el desarrollo turístico están impulsando cambios paulatinos, tanto en la mentalidad colectiva como en la aceptación de nuevas formas de vestir. Aun así, quienes viajan a Qatar deben ser conscientes de la sensibilidad cultural y la importancia de mostrarse respetuosos con las expectativas locales.
La ropa en Qatar es mucho más que una cuestión de moda: es el reflejo de una identidad, una historia y unos valores que conviven y se transforman en un país lleno de contrastes y oportunidades de descubrimiento. Vivir la mezcla de tradición y modernidad, entender las normas sociales y dejarse sorprender por la hospitalidad de sus gentes convierten cualquier viaje a Qatar en una experiencia única y enriquecedora, tanto para visitantes como para quienes deciden establecerse allí.
Alicia Tomero
Fuente de esta noticia: https://www.postposmo.com/vestimenta-en-qatar/
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