

En tiempos de chats virales y sabiduría de autoayuda en pocos minutos y caracteres, aún quedan quienes piensan a fondo, a largo plazo, y escriben con lógica firme. También con sujeto y predicado, y no se dejan seducir por el pensamiento líquido- mundano… ni aunque venga en píxeles de promoción en grandes plataformas.
Uno de ellos es Gustavo Bueno Sánchez, y no es cualquier pensador. Profesor , catedrático, de filosofía durante cuatro décadas en la Universidad de Oviedo, discípulo (y heredero) del gran Gustavo Bueno Martínez — y su «teoría del cierre categorial» –a quien esa misma universidad concedió, poco ha y con retraso histórico pero merecido, la medalla de oro de la Universidad a título póstumo—, Gustavo Bueno hijo está logrando algo También singular: digitalizar y proyectar el pensamiento de esta sesuda materia en español… en clave iberoamericana y en versión digital.
Y no hablamos de algunos PDF sueltos en la nube. Hablamos de un auténtico archivo viviente, abierto y monumental: Filosofía.org, un sitio que visitan cada mes más de un millón de personas, muchas de ellas desde México, Colombia, Argentina, Perú, Chile… y sí, también desde España. Un proyecto que comenzó en 1996 –cuando algunos académicos aún creían que internet era una moda pasajera– y que hoy es la mayor biblioteca filosófica en lengua española del mundo.
Pero GBS no es solo el curador digital del pensamiento. Es también el director de la Fundación Gustavo Bueno, que desde 1997 mantiene vivo el legado del materialismo filosófico, esa corriente que no se deja seducir por las modas del espíritu ni por los diagnósticos prematuros. Una filosofía que, como el buen vino y los buenos datos, necesita cuerpo, contraste y realidad.
Desde la Fundación se impulsa también la mítica revista «El Basilisco», fundada por su padre en 1978, y rebautizada desde 2008 como revista de materialismo filosófico. Con ese nombre —que evoca al monstruo mitológico que petrifica con la mirada—, la revista ofrece artículos que no temen mirar de frente a los dogmas del presente: ya vengan en forma de buenismo multicultural, de cientificismo de mercadillo o de utopías digitales sin alma.
Y ahí es donde entra la dimensión iberoamericana. Porque si algo han entendido Gustavo Bueno Sánchez y su equipo, es que la filosofía no puede quedarse encerrada en Europa, ni hablar en inglés por obligación. Desde Oviedo, han tendido un puente intelectual que cruza el Atlántico sin escalas: ediciones críticas de autores hispanoamericanos, artículos sobre pensamiento político en América Latina, rescates de figuras olvidadas y, sobre todo, una red compartida donde el pensamiento escrito en español tiene lugar, pasado… y futuro.
Hoy, cuando la inteligencia artificial (IA) amenaza con escribirlo todo sin decir nada, y cuando muchos filósofos se debaten entre el retiro académico o el coaching de empresa, tener figuras como el GBS , que aquí tratamos ,con su biblioteca sin puertas, su mirada crítica y su defensa incansable del pensamiento con “ñ». Es un regalo. Y una responsabilidad.
Centinelas del pensamiento, sí. Pero no centinelas armados, ni iluminados por el fanatismo sino sabios veladores de las tesis antítesis y síntesis con rigor y teclado… y con sentido del humor.
Porque como diría el propio Gustavo Bueno (padre), la filosofía no consiste en repetir frases profundas con cara de póster, sino en pensar con orden, hablar con claridad… y saber por qué uno dice lo que dice. Incluso -y sobre todo- cuando lo dice en español.
Agradecidos, a la familia Bueno y sus excelentes colaboradores, por la hercúlea labor en este campo tan complejo y controvertido de los saberes humanos filosóficos en Español.
Fdo.
Javier Pertierra Antón
