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Bogotá, 30 de julio de 2025 — En un giro trascendental para la soberanía documental de Colombia, el Gobierno Nacional anunció que, a partir del 1 de abril de 2026, el país comenzará a expedir un nuevo pasaporte nacional, con diseño propio, mayores estándares de seguridad y fabricación completamente nacional. La transformación será liderada por la Imprenta Nacional y marcará el fin de la dependencia tecnológica y logística de empresas extranjeras.
El anuncio fue realizado por el jefe del Despacho de la Presidencia, Alfredo Saade, quien ha sido el arquitecto del proceso de rediseño, estructuración y transición. “Este no es un simple cambio de imagen. Estamos hablando de recuperar el control sobre uno de los documentos más sensibles y estratégicos del Estado”, afirmó el funcionario desde la Casa de Nariño.
El nuevo pasaporte incluirá un concepto visual renovado, inspirado en símbolos de la biodiversidad nacional como la mariposa —elemento que fue adelantado por Saade—, junto a mejoras en los elementos de seguridad, en línea con los estándares internacionales que recomiendan la actualización cada diez años. “Va a ser mucho más lindo, con identidad propia, y completamente soberano. Lo debimos haber hecho hace años”, dijo el jefe de despacho, quien subrayó que su papel ha sido netamente técnico: “Recuerde que lo único que soy es estructurador del proceso”.
Durante el anuncio, Saade fue enfático al cuestionar el papel de algunos medios de comunicación, a quienes responsabilizó por haber generado una campaña de desinformación que alimentó el miedo y la confusión ciudadana durante los últimos meses. “Dijeron que nos íbamos a quedar sin pasaportes, que se cancelaban citas, que habría un apagón documental. Todo eso fue falso. Cumplimos, pese al miedo que sembraron. La verdad salió a la luz: el sistema nunca se detuvo y hoy tenemos más de 30 mil pasaportes sin reclamar”, aseguró.
El funcionario recordó que la transición se está haciendo de manera ordenada, sin traumatismos y bajo un convenio legal, transparente y más económico que los modelos anteriores. “Aquí no hubo improvisación, ni contratos turbios. Hubo decisión política y capacidad técnica”, subrayó.
Uno de los pilares del nuevo modelo es que Colombia asumirá completamente la producción de sus pasaportes a través de la Imprenta Nacional, dotada con nueva tecnología y preparada para responder tanto a la demanda interna como a posibles solicitudes internacionales. “Es un paso histórico. Dejamos atrás la dependencia de casas impresoras extranjeras y asumimos, como país, el reto de producir nuestros propios documentos de identidad internacional. Es soberanía en su máxima expresión”, explicó Saade.
El rediseño del pasaporte no solo tendrá impacto funcional, sino también simbólico. El documento buscará reflejar la diversidad, riqueza natural y cultura del país, proyectando una imagen moderna y digna ante el mundo.
En medio del proceso, Saade también salió al paso de las declaraciones de la exjefa de gabinete Laura Sarabia, quien sugirió que la alianza con Portugal para la producción del pasaporte fue gestionada durante su administración. “No, señor. No es lo mismo. Cuando llegamos no había nada con Portugal: ni mesas técnicas, ni hoja de ruta, ni voluntad real. Lo que se decía, simplemente no existía. Ese barco no iba a llegar a puerto”, aseguró con contundencia. “Desde que yo entré, no se hace nada a espaldas del Presidente. Todo ha sido transparente y de cara al país”, concluyó.
La implementación del nuevo pasaporte colombiano no solo representa un cambio administrativo, sino un acto de afirmación soberana en tiempos de interdependencia global. Colombia se suma así al grupo de países que apuestan por la autonomía tecnológica y documental, fortaleciendo su capacidad institucional y blindando un instrumento esencial para la movilidad de sus ciudadanos.
Gracias al liderazgo técnico y estratégico de Alfredo Saade, Colombia no solo moderniza su pasaporte: reclama el derecho a definirse a sí misma, sin tutelajes, sin concesiones, sin miedo.
