

En una declaración que ya marca un hito en la historia de la educación superior en Colombia, el presidente Gustavo Petro anunció la creación de la primera Facultad de Ciencias Cuánticas del país, que funcionará en la Universidad del Magdalena. La iniciativa, respaldada por una inversión de 65.000 millones de pesos, fue revelada este lunes en el marco de la conmemoración por los 500 años de la ciudad de Santa Marta.
Desde la emblemática Quinta de San Pedro Alejandrino, el jefe de Estado enfatizó que esta nueva facultad no parte de cero. La Universidad del Magdalena ya ha dado pasos firmes con el desarrollo de Aluna IA, un ambicioso programa de inteligencia artificial con enfoque ancestral, que cuenta con el apoyo del Gobierno del Cambio.
“Hemos querido que se cree la Facultad de Ciencias Cuánticas en la Universidad del Magdalena. Ya existe un trabajo avanzado con Aluna IA, que busca digitalizar las culturas ancestrales. Las comunidades indígenas de la Sierra Nevada tienen que entrar en esta conversación, entenderla y apropiarse de este salto tecnológico”, declaró Petro, en un llamado directo a integrar el conocimiento milenario con los avances del siglo XXI.
Aluna IA beneficia actualmente a más de 4.200 estudiantes, y su oferta académica incluye 11 programas técnicos, ocho tecnológicos y 15 universitarios. Todo ello desarrollado en modernos espacios modulares que ya posicionan a la Universidad del Magdalena como un referente emergente de innovación educativa en América Latina.
Según el presidente, la nueva Facultad de Ciencias Cuánticas se levantará sobre un terreno de 5.041 metros cuadrados dentro del campus universitario, y contará con 30 espacios modulares dedicados a la formación e investigación de frontera. “Esto convertirá a la Universidad del Magdalena en vanguardia de la educación en Colombia”, afirmó con firmeza.
El anuncio, más allá de un gesto simbólico en una fecha histórica, traza una hoja de ruta para que el Caribe colombiano deje de ser espectador de la tecnología global y asuma un rol protagonista en la construcción del conocimiento del futuro. En palabras del propio Petro, es hora de que la ciencia dialogue con la sabiduría ancestral y que la universidad pública sea la gran arquitecta de ese puente.
