

Hay preguntas pruebas que sugieren un vínculo entre la ministra Patricia Bullrich y supuestas maniobras de lavado de dinero mediante la cadena de bares Tostado, que hoy opera con 70 locales en distintas regiones del país.
¿Un negocio familiar o una fachada para lavar dinero? En Argentina, una cadena de 70 locales que apareció de repente genera preguntan difíciles de responder: ¿de dónde salió el dinero para levantar un emporio valorado en decenas de millones de dólares? La relación con Patricia Bullrich, ministra de Seguridad, despierta suspicacias cada vez más fundadas.
La ausencia de avance en investigaciones judiciales y la escasa repercusión en los medios tradicionales refuerzan la incertidumbre sobre el origen del capital.
La denuncia inició en el programa de investigación “TLN Denuncia”, conducido por Tomás Méndez en Canal 9, que ha puesto sobre el tapete cómo una persona puede pasar de monotributista a empresario de la gastronomía con un patrimonio que supera ampliamente su historia previa.
En tiempos de un escenario político dominado por presidentes como Javier Milei, estas dudas toman un tono aún más relevante, y si además la madre del protagonista es Patricia Bullrich, las inquietudes se tornan un riesgo político de gran magnitud.
La historia oculta tras la cadena Tostado Café Club
El recorrido de la cadena comercial Tostado Café Club se remonta a 2015, cuando todavía no existía formalmente ninguna sociedad. En ese momento, Patricia Bullrich promocionaba en sus redes sociales a Tostado, calificándolo como “el bar más rico de Buenos Aires, Córdoba y Paraná”. Sin embargo, su publicación no fue una simple recomendación, sino una pieza claramente con tono de campaña política, que reforzaba su imagen pública.
Oficialmente, la sociedad Tostado Franquicia S.A. se creó en 2021. La figura protagonista en esa firma es el hijo de Bullrich, Francisco Langieri Bullrich, quien aparece como presidente y titular, mientras que Magalí Oppenheimer funge como director suplente. Un año después, Oppenheimer cede sus acciones a Fernando Goijman, quedando el hijo de la ministra como socio mayoritario con 3.325 cuotas frente a las 175 del nuevo socio.
Simultáneamente, se constituyó Tostado Branding S.A., otra sociedad que tiene su domicilio en la misma dirección de la ministra, en Beruti 3822. Los mismos firmantes: el hijo de Bullrich, como director, y Goijman, en calidad de director suplente. Todo parece indicar que la estructura empresarial fue diseñada en un círculo cercano, familiar y con poco margen para la transparencia.
Una expansión que desafía la lógica económica
El verdadero escándalo surge al analizar el crecimiento de la cadena: 70 locales distribuidos en las principales ciudades del país—en shoppings, aeropuertos y zonas de alta gama en CABA, Córdoba, Mendoza y Posadas. La inversión estimada alcanza los 37 millones de dólares, pero ¿de qué fuente proviene ese capital?.
El joven Langieri, que comenzó su carrera como monotributista en una dependencia estatal durante el gobierno de Mauricio Macri, no registra antecedentes económicos que puedan justificar semejante expansión.
La explicación oficial de las franquicias puede parecer un argumento plausible, pero incluso este modelo requiere una inversión inicial considerable y el respaldo financiero de una marca consolidada.
La magnitud del crecimiento parece desproporcionada, y más aún cuando, en 2024, semanas después de que Bullrich uniera sus destinos políticos con Javier Milei, los titulares de las sociedades relacionadas con Tostado renuncian y transfieren las empresas a familiares directos. Esto ocurrió el 22 de enero y abre la sospecha de maniobras para evitar posibles investigaciones futuras.
Imágenes que revelan la cercanía familiar y operaciones en marcha
Durante una investigación realizada por TLN Denuncia en 2023, quedó registrada una escena que revela la cercanía y la posible informalidad del negocio: un productor ingresa a uno de los locales en construcción y, al preguntar por Patricia Bullrich, se encuentra con su hijo dirigiendo las obras. ¿Qué empresario millonario supervisa en persona la colocación de mampostería? ¿O estamos frente a un emprendimiento tan “familiar” que no admite delegar tareas?
Una denuncia que duerme en los cajones judiciales y una justicia selectiva que favorece a la familia Bullrich
El caso no se limita a la percepción pública o a las sospechas mediáticas. Existe una denuncia penal presentada por un abogado televidente del programa, pero la causa permanece congelada en la Justicia.
Este patrón de inacción no es nuevo en Argentina. La historia de la familia Kirchner, con causas como Hotesur y Los Sauces, muestra cómo en ese país la justicia ha sido utilizada como arma política, con investigaciones que se iniciaron y se frenaron en función de los intereses del poder. En contraste, en el caso de los Tostado, la causa permanece en un limbo judicial, a pesar de las evidencias y denuncias.
A diferencia del trato dispensado a Cristina Fernández y Máximo Kirchner, el tema de los bares Tostado pasa prácticamente desapercibido en los medios tradicionales, que prefieren mirar hacia otro lado. La narrativa dominante parece proteger a quienes, en definitiva, podrían estar siendo investigados por blanqueo de capitales y otras irregularidades.
¿Es solo una cuestión de falta de voluntad o hay algo más?
La omisión en las declaraciones juradas de Patricia Bullrich y su hijo también resulta un punto crítico. La empresa ubicada en la misma dirección que la ministra, cuyo domicilio es su propia casa, ni siquiera figura en los registros oficiales. Esa irregularidad no tiene explicación válida en un país con mecanismos de control y fiscalización, y en otra jurisdicción dispararía de inmediato una investigación.
Por otra parte, los medios grandes, que podrían impulsar un esclarecimiento, han optado por el silencio. La mayoría de los periodistas prefiere no profundizar, por miedo o interés personal, en un tema que, de investigarse exhaustivamente, podría abrir una caja de Pandora llena de negocios cruzados, lavado de dinero y conexiones ilícitas entre políticos, empresarios y lobby.
¿Qué hay detrás de esta aparente inmunidad?
La evidencia acumulada señala que la red de negocios familiares, con un emporio que crece a velocidad supuestamente desmedida, está protegida por un sistema judicial que, en Argentina, suele reaccionar con rapidez ante las sospechas contra opositores o sectores considerados enemigos políticos, pero se torna inactiva frente a figuras cercanas a los poderes en ejercicio.
La historia de la cadena Tostado, sus vinculaciones familiares y su expansión vertiginosa, plantea una pregunta fundamental: ¿quién controla realmente estos negocios y qué poder oculto respalda su crecimiento?
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