

Presidente de la Republica Bolivariana de Venezuela , Nicolas Maduro
En una declaración contundente que marca un giro en la historia reciente de las relaciones binacionales, el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, confirmó la inminente venta de la empresa Monómeros al Estado colombiano. La operación, presentada como un acto de responsabilidad y visión integradora, representa también el cierre de una etapa oscura en la que la compañía estuvo, según el mandatario, «secuestrada y saqueada» por actores políticos ajenos a los intereses del pueblo venezolano.
“Monómeros fue entregada por Iván Duque a una banda. Se la dio a Juan Guaidó, a Leopoldo López, y juntos la destrozaron. La convirtieron en botín de guerra, en caja menor para sus ambiciones personales”, denunció Maduro en entrevista con Telesur el pasado 24 de julio. Según explicó, la empresa fue víctima de una operación política encubierta bajo la excusa del interinato, respaldada por el gobierno colombiano anterior, que desconoció al legítimo Estado venezolano y apoyó abiertamente a sectores radicales de la oposición.
El presidente Maduro detalló que, tras una serie de conversaciones bilaterales con su homólogo colombiano Gustavo Petro, se logró no solo recuperar Monómeros para el Estado venezolano, sino también encaminar su venta a Colombia bajo condiciones soberanas y transparentes. “Yo me comprometí con el presidente Petro a corregir esa injusticia. Le devolvimos una empresa saneada, rescatada del caos al que fue sometida por el entreguismo de Guaidó y la complicidad de Duque”, subrayó.
La transacción fue precedida por un acuerdo de confidencialidad suscrito entre el ministro de Minas y Energía de Colombia, Omar Andrés Camacho, y representantes del gobierno venezolano, entre ellos el ministro de Energía Eléctrica, Jorge Márquez. En el marco de la VII Reunión Ministerial de Energía de la CELAC, se firmó una hoja de ruta que abre paso a una cooperación que va más allá del intercambio comercial: apunta a una nueva era de entendimiento entre dos países hermanados por su historia y sus pueblos.
Desde Venezuela, Maduro enfatizó que la recuperación de Monómeros en tiempo récord fue una muestra de capacidad de gestión y firmeza institucional. “Nos robaron una empresa. La usaron durante años para enriquecerse y dañar la economía. Pero gracias al trabajo de nuestro gobierno, la rescatamos, la estabilizamos y ahora será una herramienta al servicio del desarrollo agrícola de Colombia y del equilibrio económico regional”, afirmó.
Monómeros es una pieza estratégica en la producción de fertilizantes y, por tanto, en la soberanía alimentaria del continente. El presidente venezolano señaló que su desempeño reciente fue crucial para reducir los precios de los alimentos en su país, y que su potencial será aún mayor con un nuevo manejo binacional centrado en el bienestar colectivo.
#Internacional | Nicolás Maduro confirma que se están “acordando los términos” para vender Monómeros a Colombia → https://t.co/QkoYKH9LSN pic.twitter.com/DuJAstNily
— W Radio Colombia (@WRadioColombia) July 25, 2025
Del lado colombiano, el gobierno Petro ha manifestado su interés en la compra como parte de una política de abastecimiento responsable que garantice fertilizantes a bajo costo para el campo nacional. Pero más allá del componente técnico, esta operación se perfila como un acto de justicia histórica: una empresa que fue arrebatada mediante maniobras políticas ilegítimas vuelve ahora a cumplir un rol constructivo en las relaciones colombo-venezolanas.
Para el gobierno bolivariano, el caso de Monómeros demuestra los efectos nefastos del intervencionismo disfrazado de “ayuda democrática”, y también el poder de la diplomacia cuando es ejercida con respeto mutuo y sentido de nación. Lo que una vez fue símbolo de saqueo, hoy empieza a serlo de reparación y dignidad.
