

Hulk Hogan, una de las figuras más emblemáticas de la lucha libre profesional, dejó una huella imborrable en el mundo del entretenimiento. Nacido como Terry Gene Bollea el 11 de agosto de 1953 en Augusta, Georgia, Hogan se convirtió en un ícono cultural gracias a su carisma, su físico imponente y su habilidad para conectar con el público. Su fallecimiento este jueves en Clearwater, Florida, marca el fin de una era para los aficionados de este deporte.
Desde sus inicios en 1977, Hogan demostró ser más que un simple luchador. Con un peso de 136 kilos y una altura superior a los 2 metros, su presencia física era impresionante, pero lo que realmente lo diferenciaba era su habilidad para entretener. Su estilo extravagante, acompañado de su cabello rubio, bigote característico y bandanas coloridas, lo convirtió en una figura reconocible incluso fuera del ámbito de la lucha libre.
El nombre «Hulk» surgió por las comparaciones con el personaje de cómic musculoso de la serie de televisión «El increíble Hulk». En 1979, al unirse a la Federación Mundial de Lucha Libre (WWE), adoptó el apellido «Hogan», dando lugar a la identidad que lo llevaría a la fama mundial. Su rutina previa a los combates, que incluía arrancarse la camiseta rasgada y animar al público llevando la mano a su oreja, se convirtió en uno de los momentos más esperados por los aficionados.
Durante décadas, Hogan fue el rostro de la lucha libre profesional, ayudando a transformar este deporte de una atracción regional en una industria multimillonaria. Su impacto no solo se limitó al ring; también incursionó en el cine, la televisión y otros medios, consolidando su estatus como una figura cultural. Incluso después de retirarse de la lucha activa, continuó siendo relevante, como ocurrió en 2024 cuando apareció en la Convención Nacional Republicana con una camiseta alusiva a Trump/Vance.
Hogan deja un legado que va más allá de los títulos y los combates. Su capacidad para inspirar a generaciones de aficionados y su papel en la evolución de la lucha libre profesional son testimonio de su influencia. Aunque ya no esté físicamente entre nosotros, su memoria vivirá en los corazones de quienes lo admiraron y en la historia de este deporte que ayudó a redefinir.
