
EL LEGADO QUE HIZO DEL CURRULAO U
SÍMBOLO DE IDENTIDAD AFROCOLOMBIANA.
Cada agosto, la ciudad de Cali vibra con los sonidos ancestrales del Pacífico colombiano. La marimba, los cununos y los tambores resuenan en un evento que no solo celebra la música, sino también la historia, la memoria y la resistencia cultural de un pueblo. Se trata del Festival de Música del Pacífico Petronio Álvarez, un homenaje vivo al hombre que le dio nombre: Patricio Romano Petronio Álvarez Quintero, el inolvidable “Rey del Currulao”.
Un músico nacido del corazón del Pacífico.
Petronio Álvarez nació el 1 de octubre de 1914 en Buenaventura, el puerto más importante del Pacífico colombiano. Desde muy joven, mostró un talento innato para la música. Aprendió a tocar guitarra y a los 21 años fundó su propio grupo musical, bautizado con el nombre de su tierra natal: «Buenaventura».
Su vida profesional transcurrió entre rieles y canciones. Trabajó como maquinista de la locomotora «La Palmera» en los Ferrocarriles Nacionales, y fue en esos recorridos entre selva y mar donde su música se fue nutriendo del alma del Pacífico. Sus composiciones, cargadas de poesía y ritmo, exaltaban la cultura afrocolombiana, dando voz a las historias y sentimientos de su comunidad.
Entre sus obras más recordadas se encuentra “Mi Buenaventura”, considerada un himno popular de la ciudad y una pieza esencial del repertorio del Pacífico. Petronio falleció en Cali el 10 de diciembre de 1966, víctima de un cáncer óseo, pero su legado jamás se apagó.
Nace el festival: un canto que no muere.
En 1997, tres décadas después de su partida, nació el Festival de Música del Pacífico Petronio Álvarez, como un homenaje a su figura y una plataforma para preservar las manifestaciones culturales de las comunidades afrodescendientes del litoral colombiano.
Lo que comenzó como una celebración modesta se ha transformado en uno de los eventos culturales más importantes del país y de América Latina. El festival no solo convoca a miles de asistentes, sino que dinamiza la economía local, impulsa el turismo cultural y fortalece el sentido de identidad afrocolombiana.
Seis días de herencia viva.
Durante seis días del mes de agosto, Cali se convierte en epicentro del ritmo, la gastronomía, la artesanía y el conocimiento ancestral del Pacífico. El festival es una fiesta multisensorial donde cada detalle honra las raíces.
Música:
El corazón del Petronio late al ritmo de la marimba de chonta, los violines caucanos, las flautas, los bombos, , cununos y tamboras. Agrupaciones locales, nacionales e internacionales compiten por el galardón «El Bombo Golpeador», el máximo reconocimiento a la excelencia musical del Pacífico.
Gastronomía:
La cocina es protagonista con platos típicos como encocados, ceviches de piangua, arroz con camarón, sudados de pescado y bebidas tradicionales como el tumbacatre, curado, arrechón y hierbaseca.
Artesanía:
La creatividad también se expresa en artesanías elaboradas con materiales naturales como fibras de coco, chocolatillo, bejuco y plátano, que reflejan el vínculo del pueblo con su entorno.
Espacios pedagógicos y sociales:
Petronito: Área infantil con talleres de música y tradición para las nuevas generaciones.
Quilombo Germán Patiño: Un espacio para el diálogo cultural, la reflexión y el aprendizaje sobre las prácticas tradicionales y los desafíos actuales de las comunidades del Pacífico.
Zona de mujeres: Donde se destacan productos de belleza afro y emprendimientos liderados por mujeres negras.
Más que un festival: una declaración de orgullo.
El Festival Petronio Álvarez es mucho más que una celebración artística. Es un acto de memoria, una herramienta de resistencia cultural y una afirmación de identidad. Es el lugar donde las voces del Pacífico encuentran eco, donde el tambor narra historias silenciadas y donde la herencia africana se canta, se baila, se cocina y se honra.
Cada edición es una oportunidad para recordar que Petronio Álvarez no solo compuso música: construyó puentes entre generaciones, territorios y culturas. Su legado sigue vivo en cada acorde de marimba y en cada paso de baile que inunda el Petronio.
«Mira que te mando que te esfuerces y seas valiente; no temas ni desmayes, porque Jehová tu Dios estará contigo en dondequiera que vayas.» Josué 1:9(Reina-Valera)
