

UN SANTUARIO DE VIDA SILVESTRE EN EL CORAZÓN DE PANCE.
Un espejo de agua y biodiversidad que conecta con el alma ambiental de Cali
En el extremo sur de Santiago de Cali, exactamente en la Carrera 127 con Calle 16A, sobre la Avenida El Banco en Pance, se encuentra un rincón natural que invita a la contemplación, el aprendizaje y la conexión con la vida silvestre: el humedal del Ecoparque Lago de las Garzas. Este lugar se ha consolidado como un espacio ambientalmente estratégico gracias a su majestuosidad, su papel ecológico y su integración con el Parque Ambiental Corazón de Pance.
Uno de los mayores tesoros del ecoparque es su espejo de agua de 0,8 hectáreas, rodeado de un fragmento remanente de bosque seco tropical, uno de los ecosistemas más amenazados del país. Este parche de biodiversidad cumple funciones esenciales para el equilibrio ambiental y es un refugio vital para múltiples especies de fauna y flora.
Un paseo familiar con propósito ecológico.
El Lago de las Garzas no es solo un destino de esparcimiento, sino un aula viva que propone al visitante una reflexión profunda sobre la importancia de conservar nuestras especies y sus hábitats naturales. Es un espacio ideal para el turismo ecológico y la educación ambiental, donde las familias pueden reconectar con la naturaleza mientras descubren el valor de cada ser vivo que habita el lugar.
Los ecoparques como este se distinguen por su diseño sostenible: paisajes interconectados con objetivos claros de conservación y bajo impacto ambiental. Se aprovechan las condiciones ecológicas del entorno para reducir tareas como el riego artificial o el mantenimiento intensivo, generando un equilibrio entre naturaleza y funcionalidad urbana.
Un refugio alado en medio del concreto.
Uno de los mayores atractivos del ecoparque es su riqueza ornitológica. El humedal se ha convertido en un verdadero paraíso para las aves: algunas son residentes permanentes, otras endémicas de la región, y muchas son migratorias que hacen escala en Cali durante sus recorridos por el continente. Su presencia convierte al parque en un escenario sonoro de trinos que contrastan con el bullicio urbano, recordando que la naturaleza aún canta en medio del cemento.
Además de aves, en el lugar se pueden encontrar mamíferos pequeños, reptiles, insectos y anfibios, todos desempeñando roles fundamentales en el equilibrio del ecosistema. Esta biodiversidad convierte al Lago de las Garzas en un pulmón verde y un reservorio de vida que debe ser valorado y protegido por todos los caleños.
Más que un parque: un símbolo de sostenibilidad.
El Ecoparque Lago de las Garzas representa una visión moderna de cómo las ciudades pueden integrarse con la naturaleza, en lugar de desplazarla. Es un símbolo del compromiso de Cali con la conservación, la educación ambiental y la sostenibilidad urbana.
Visitar este humedal es una oportunidad para detenerse, respirar y redescubrir la armonía que ofrece la naturaleza cuando se le permite convivir con respeto y equilibrio. En cada gota de su lago, en cada canto de ave, y en cada sombra de árbol, el Lago de las Garzas nos recuerda que cuidar el medio ambiente es cuidar la vida.
“Hijo mío, guarda el mandamiento de tu padre, y no abandones la enseñanza de tu madre”. Proverbios 6:20 (Reina-Valera)
