
Un humedal urbano que invita a desconectar del ruido.
En el sur de Cali, en el tradicional barrio Ciudad Jardín, se encuentra uno de los espacios naturales más apreciados por propios y visitantes: el humedal El Lago de la Babilla. Este lugar, rodeado de amplias zonas verdes y senderos, se ha convertido en un verdadero refugio para quienes buscan un respiro del ritmo urbano y una conexión directa con la naturaleza.
Ya sea para hacer ejercicio, compartir un picnic, avistar aves o simplemente caminar entre árboles frondosos, este humedal ofrece una experiencia única de encuentro con lo natural en plena ciudad.
Un santuario de vida silvestre.
El Lago de la Babilla es mucho más que un parque. Se trata de un ecosistema vivo, hogar de diversas especies que conviven en armonía con quienes lo visitan. Entre su fauna habitual se pueden observar:
Reptiles y anfibios: tortugas, sapos, ranas, lagartijas, iguanas y, ocasionalmente, babillas.
Mamíferos: zarigüeyas, murciélagos, guatines, armadillos y ardillas.
Aves: más de 80 especies registradas, como garzas, azulejos, bichofués, martines pescadores, y pellares.
La abundancia de flora también enriquece este entorno. Bambúes, ceibas, juncos, samanes, totumos y palmas conforman el paisaje, aportando sombra, frescura y belleza al lugar.
Actividades para todos.
El Lago de la Babilla es ideal para disfrutar en familia, con amigos o en solitario. Estas son algunas de las actividades más populares:
Picnic junto al lago: sobre el césped o cerca del agua, es uno de los planes favoritos entre parejas, familias y grupos de amigos.
Caminatas y senderismo: sus senderos permiten explorar el humedal mientras se respira aire puro y se escucha el canto de las aves.
Avistamiento de fauna: especialmente aves y tortugas, aunque con algo de suerte también pueden verse iguanas o alguna babilla.
Sesiones de fotografía: los rincones del parque ofrecen fondos naturales perfectos para capturar momentos especiales.
Naturaleza al alcance de todos.
Ubicado entre la Avenida San Joaquín y la carrera 108, y entre la Avenida Pasoancho y la calle 14, el humedal está conectado con una de las avenidas comerciales más activas del sur de Cali. Esto brinda la posibilidad de complementar la visita con un café, una comida en restaurante o un paseo por las tiendas de la zona.
Esta fusión entre lo natural y lo urbano es precisamente uno de los mayores atractivos del Lago de la Babilla. Es un lugar donde la ciudad se encuentra con la vida silvestre, y donde cada visitante puede diseñar su experiencia a su propio ritmo.
Un espacio para valorar y proteger.
Más allá de ser un punto de recreación, el Lago de la Babilla es un recordatorio del valor de la biodiversidad en contextos urbanos. Espacios como este deben ser cuidados y respetados, ya que cumplen una doble función: conservan la vida silvestre y promueven el bienestar físico y emocional de la comunidad.
este humedal es, sin duda, una invitación a reconectar con lo esencial y a valorar lo que aún nos queda de naturaleza en medio del concreto.
“Y vosotros, padres, no provoquéis a ira a vuestros hijos, sino criadlos en la disciplina e instrucción del Señor”. Efesios 6:4 (Reina-Valera)
