

UN OASIS DE VIDA, CONSERVACIÓN Y ESPERANZA.
Cali no solo es reconocida por su vibrante cultura, su música y su gastronomía, sino también por albergar un verdadero tesoro natural en medio de la ciudad: el Jardín Botánico de Cali. Este espacio verde se ha consolidado como un santuario para el bosque seco tropical, uno de los ecosistemas más amenazados y escasos de Colombia. Con su riqueza en flora y fauna, este jardín representa un oasis para la conservación, la investigación científica y la educación ambiental.
A tan solo tres minutos del Zoológico de Cali, en la Carrera 2 Oeste No. 21-121, el Jardín Botánico se extiende por doce hectáreas que combinan naturaleza viva con diseño sostenible. Sus estaciones construidas con materiales orgánicos y su entorno natural permiten al visitante sumergirse en un recorrido lleno de aprendizaje, belleza y conciencia ecológica.
Uno de los grandes atractivos del lugar es su sendero de 800 metros, ideal para caminar tranquilamente mientras se descubre la biodiversidad del Valle del Cauca. El recorrido completo puede durar entre dos y tres horas, dependiendo del ritmo y curiosidad de cada visitante. Además, el jardín cuenta con zonas de comidas donde es posible disfrutar de platos típicos, comidas rápidas o asados, haciendo de la visita una experiencia completa para toda la familia.
Pero el Jardín Botánico de Cali no se detiene en lo que ya ha logrado. Actualmente, se impulsa la construcción de un Pabellón de Orquídeas, un proyecto que busca ampliar aún más el alcance educativo y ecológico del jardín, al tiempo que enaltece la belleza y diversidad de una de las flores más emblemáticas de Colombia.
«Este es el espacio perfecto para invitar a las personas a que sientan la naturaleza y cambien su forma de ver la vida», afirman sus promotores. El jardín se concibe como un embrión de sostenibilidad, un lugar donde se promueven buenas prácticas ambientales y se cultiva el respeto por los recursos naturales. Es, en palabras de sus gestores, una muestra viva de que Santiago de Cali puede y debe ser una ciudad sostenible para todos.
En un mundo donde el cambio climático y la pérdida de biodiversidad son desafíos urgentes, espacios como el Jardín Botánico de Cali no solo ofrecen un respiro, sino también una oportunidad para reconectar con la tierra y con nuestras raíces. Visitarlo es más que un paseo: es un acto de conciencia, aprendizaje y amor por la vida.
“Honra a tu padre y a tu madre, porque tus días se alarguen en la tierra que Jehová tu Dios te da”. Éxodo 20:12 (Reina -Valera)
