
EL CORAZÓN HISTÓRICO DE CALI QUE AÚN LATE CON FUERZA
En el centro de Cali, justo donde confluyen la historia, la arquitectura y la vida cotidiana, se encuentra un lugar que ha sido testigo silencioso de revoluciones, celebraciones, modernización y memoria: la Plaza de Cayzedo. Este espacio, que alguna vez fue la Plaza Mayor de la ciudad colonial, ha evolucionado a lo largo de los siglos sin perder su carácter simbólico como el alma urbana de la capital vallecaucana.
De Plaza Mayor a Plaza de Cayzedo: un legado colonial en transformación.
La historia de la Plaza se remonta al siglo XVI, cuando fue concebida como la Plaza Mayor de Santiago de Cali. En la tradición urbanística hispánica, la plaza mayor era el núcleo fundacional de las ciudades coloniales: un espacio abierto destinado al comercio, la administración, la vida religiosa y el encuentro social.
Con el paso del tiempo, su nombre cambió para rendir homenaje a Joaquín de Cayzedo y Cuero, prócer de la independencia y presidente de la Junta de Gobierno de 1811. Su estatua en bronce, erigida en el centro de la plaza, sigue recordando el espíritu republicano que marca la identidad caleña.
Un entorno monumental: patrimonio a cada paso.
- La Plaza de Cayzedo no es solo un espacio abierto: está rodeada por algunos de los edificios más emblemáticos de Cali, todos declarados Monumentos Nacionales por su valor arquitectónico e histórico.
- La Catedral Metropolitana de San Pedro Apóstol, imponente templo de origen colonial remodelado en estilo neoclásico, ha sido epicentro espiritual de la ciudad desde el siglo XVIII.
- El Palacio Nacional, antigua sede del Palacio de Justicia, destaca con su estilo neoclásico francés y su actual función como museo y sede judicial.
- El Edificio Otero, joya del estilo republicano francés construida entre 1922 y 1926, aporta elegancia y verticalidad al skyline del centro histórico.
- Más allá, calles como la 11 y la 12 conectan la plaza con otros hitos como el Teatro Jorge Isaacs, el Puente Ortiz y la Iglesia La Ermita, conformando un corredor patrimonial de alto valor urbano y turístico.
Espacio de vida ciudadana.
A lo largo del tiempo, la Plaza ha albergado desde ferias, mercados y actos cívicos, hasta protestas sociales, celebraciones culturales y eventos religiosos. Bancas, palmeras reales y jardineras la convierten en un lugar de descanso y encuentro. Su entorno es animado por artistas callejeros, comerciantes informales, turistas curiosos y caleños que simplemente transitan o se detienen a contemplar.
Este dinamismo convierte a la Plaza en un escenario donde conviven el pasado y el presente. Es común ver allí conciertos de cuerdas, recitales poéticos o caminatas históricas que devuelven vida a las piedras del centro.
Desafíos y oportunidades para su conservación.
Como muchos espacios patrimoniales en Colombia, la Plaza de Cayzedo enfrenta retos: saturación comercial, deterioro de mobiliario urbano, tensión entre conservación y modernización, y pérdida de coherencia arquitectónica en su entorno inmediato.
Sin embargo, también se abren oportunidades: desde la implementación de rutas turísticas y recorridos guiados, hasta planes de renovación paisajística que respeten su valor histórico. Organismos como el Instituto de Patrimonio y Cultura de Cali han promovido campañas para su revalorización como símbolo de ciudad. más que una plaza, un reflejo de la ciudad
La Plaza de Cayzedo no es solo un espacio geográfico: es un símbolo caleño por excelencia, un punto de encuentro donde confluyen siglos de historia, expresiones artísticas, luchas políticas y gestos cotidianos.
Cuidarla, entenderla y recorrerla es también una forma de honrar la memoria de la ciudad. Porque toda gran urbe tiene un corazón… y en Cali, ese corazón tiene nombre y tiene historia: la Plaza de Cayzedo.
“Yo te instruiré, yo te mostraré el camino que debes seguir; yo te daré consejos y velaré por ti”. Salmo 32:8 (Reina-Valera)
