

Paraguay sigue registrando altas tasas de embarazo adolescentes, advierten desde el Hospital de Clínicas. La Dra. Sol Espínola refirió que persisten los casos en menores de 14 años, muchos de ellos considerados como consecuencia de abuso sexual.
“Se estima que hay dos nacimientos de madres adolescentes cada hora en Paraguay. Eso es muchísimo”, señaló la Dra. Sol Espínola, coordinadora del área de consultorios y especialista del Servicio Infantojuvenil Ñangareko del Hospital de Clínicas, con relación a las cifras preocupantes de la persistente y alta tasa de embarazo en niñas y adolescentes en el país.
Según datos del año pasado, se cerró con más de 9.000 casos en todo el país. Las cifras se mantienen desde hace años.
Añadió que si bien hubo una reducción de embarazos en jóvenes de 18 y 19 años, persisten los casos en menores de 14 años, muchos de ellos considerados como consecuencia de abuso sexual.
Paraguay ocupa el segundo lugar en la región con más casos de embarazo adolescente.
“En las estadísticas de Latinoamérica, somos el segundo país después de Brasil, que tiene muchísimos más habitantes que nosotros. Realmente es muy preocupante por el impacto que tiene en la vida de esa mujer, pero también de ese hijo”, explicó la doctora Espínola.
El embarazo adolescente no solo representa un desafío sanitario, sino que genera un efecto dominó en la vida de las jóvenes y en su entorno, añadió.
“El hijo de la madre adolescente tiene mayor riesgo de mortalidad dentro de los primeros cinco años, abandono escolar, y si es niña, mayor riesgo de repetir el ciclo como madre adolescente”.
Métodos anticonceptivos disponibles en Clínicas
Ante esta realidad, la doctora Espínola explicó acerca de la disponibilidad gratuita de métodos anticonceptivos en el espacio Ñangareko, como el implante subdérmico, las pastillas, inyectables y el dispositivo intrauterino (DIU).
Sin embargo, remarcó que muchas veces las adolescentes llegan tarde. “Lo que nos queda en la mayoría de los casos es trabajar en evitar el segundo embarazo y garantizar que el embarazo actual se desarrolle de la mejor forma posible, pero lo ideal sería prevenir que ocurra”, dijo.
La doctora Espínola insistió en que la educación sexual integral es clave.
“No se trata solo de métodos anticonceptivos. Es que chicos y chicas conozcan su cuerpo, puedan prevenir el abuso y tomen decisiones informadas. Y esto debe empezar en la casa”, sostuvo.
La doctora Espínola también desmintió ciertos mitos con relación a la educación sexual.
“La gente piensa que porque vienen a consultar les vamos a inducir a tener relaciones. Al contrario, promovemos la espera y brindamos orientación responsable, incluyendo la abstinencia como una opción válida”.
El Servicio Infantojuvenil Ñangareko atiende a adolescentes de 19 años para abajo, incluso sin acompañantes.
“Nunca se les niega la atención. Si una niña viene sola, está en situación vulnerable, debe ser asistida”, explicó.
El servicio funciona de lunes a viernes, de 07:30 a 16:00, por orden de llegada y sin necesidad de agendamiento previo.
“Hoy más que nunca, el adolescente nos necesita. Si queremos cambiar esta realidad, necesitamos que familia, comunidad, educación y salud trabajen juntos”.
ultimahora.com
