Conversamos con Andrea Geymonat, Presidenta del Centro Comercial e Industrial de Colonia Suiza

En conversación con HELVECIA, Andrea Geymonat, presidenta del Centro Comercial e Industrial de Nueva Helvecia, reflexionó sobre el funcionamiento de la institución, los proyectos en marcha, las dificultades para vincularse con los socios y el valor de sostener una visión colectiva del desarrollo local.

“El cargo de presidenta, como el del resto de los integrantes del Consejo Directivo, es totalmente honorario”, explica. “No hay jerarquías ni decisiones unipersonales. Funcionamos como un equipo que administra las actividades de la institución y representa a nuestros socios. A veces soy la cara más visible, pero cualquiera de mis compañeros puede estar al frente de una gestión o actividad”.
Ese estilo horizontal es una de las marcas que ha buscado imprimirle a su gestión. Otra ha sido la voluntad de sostener y renovar el espíritu gremial del Centro Comercial, que -recuerda-, “nació con el propósito de ser la voz de los comerciantes, industriales, productores y prestadores de servicios de la zona”.

Actualmente, la institución agrupa entre 130 y 140 socios de diversos rubros: empresas agroindustriales, comercios minoristas, prestadores de servicios profesionales y oficios. “Somos una región muy identificada con la pequeña y mediana empresa láctea, y eso se refleja también en nuestros socios”, detalla.
Una preocupación central de su gestión ha sido tender puentes con los nuevos emprendimientos, acompañar procesos de formalización e integrar a quienes recién comienzan. “Tenemos dos grandes líneas de trabajo: por un lado, representar los intereses del socio que ya está instalado y, por otro, apoyar a quienes están empezando. Eso significa acercar información, herramientas, contactos y facilitar su ingreso al ecosistema empresarial”.
Pero no siempre es fácil. En los últimos tiempos, el Centro Comercial ha atravesado un momento de repliegue. “Nos está costando mucho generar actividades propias. Cuando organizamos charlas o encuentros, muchas veces no hay interés o directamente no se inscriben. También nos cuesta aumentar la masa social. Hay socios que no terminan de percibir el valor de estar asociados”, reconoce.
A pesar de eso, el Consejo Directivo persiste. “Seguimos buscando la forma de generar propuestas que conecten con las necesidades reales. Queremos que el Centro sea una herramienta útil para el socio. No sirve de nada hacer actividades vacías de contenido o que no tengan impacto. Por eso, estamos intentando escuchar más, salir a preguntar, acercarnos al comercio cara a cara”.

Una de las acciones concretas en esa línea es el trabajo que viene desarrollando Daiana Bertinat, la asistente ejecutiva del Centro, quien ha comenzado a visitar personalmente los comercios de la ciudad. “Sabemos que muchas veces no tienen tiempo, porque es el dueño el que está al frente del mostrador. Pero aunque sea cinco minutos, queremos saber cómo están, qué les preocupa, en qué sienten que podemos ayudar. Esa información es oro para nosotros”.
En esa escucha atenta y en esa voluntad de tender puentes se refleja el estilo de liderazgo que Andrea Geymonat ha construido: uno que prioriza el diálogo, el compromiso y la construcción colectiva. “Nuestro gran objetivo es convertirnos en un actor activo del desarrollo local, no solo para el comercio, sino para toda la comunidad. Porque si a la ciudad le va bien, al comercio también”.
“Queremos que el Centro sea parte del crecimiento de cada empresa”
Además de estrechar vínculos con instituciones nacionales, Andrea Geymonat ha impulsado un modelo de trabajo que busca dar respuestas concretas a las necesidades reales de los socios del Centro Comercial de Nueva Helvecia. Aunque reconoce que no cuentan con capacidad técnica propia para brindar asistencia directa en áreas como digitalización, sí se han enfocado en facilitar el acceso a herramientas, subsidios y redes de apoyo.

Tendiendo puentes
“El Centro no puede ofrecer asistencia técnica gratuita, pero sí podemos vincular a las empresas con quienes sí lo hacen”, explica. Un ejemplo es el trabajo conjunto con el Centro Pyme, programa de la Agencia Nacional de Desarrollo (ANDE), que cuenta con una técnica referente que visita regularmente el Centro para brindar orientación a emprendedores y empresas locales.
También se han vinculado con programas como Modo Digital, que ofrecía asesoramiento gratuito para procesos de digitalización. “Muchas veces los socios no acceden a estas herramientas simplemente porque no las conocen. Nuestra tarea es tender esos puentes”, dice Geymonat.
Sin embargo, reconoce que uno de los mayores desafíos es lograr una participación más activa de los socios. “Hay quienes pagan la cuota sin saber bien para qué. Y, aunque preguntamos, no siempre recibimos respuestas sobre qué les gustaría obtener del Centro”. Aun así, han empezado a implementar acciones simples, como compartir publicaciones de empresas locales en las redes sociales del Centro, algo muy valorado por nuevos emprendimientos. “Tal vez no parezca mucho, pero ese gesto puede hacer una gran diferencia para alguien que recién empieza”, asegura.

Una red que trabaja en silencio
Geymonat destaca el rol del Centro Comercial como una red. “Ser parte de esta comunidad significa tener a quién recurrir cuando tenés un problema. Hay otros que ya pasaron por lo mismo y pueden darte una mano, un consejo, un contacto”. También resalta la importancia de los vínculos que han tejido a nivel nacional: forman parte de la Red Uruguay Emprendedor, que agrupa a más de 100 instituciones del país. No solo son miembros activos, sino que integran el Consejo Ejecutivo de esta red por segundo año consecutivo.
Pese a todo ese trabajo, Geymonat señala que muchas veces no se visibiliza. “Hacemos las cosas no para salir en la foto, sino para que pasen. Pero eso también hace que los socios no siempre perciban el impacto”. Un ejemplo reciente fue la instalación de cámaras de videovigilancia en la ciudad: “El Centro Comercial fue quien convocó a las autoridades y reactivó el tema. Pero después, cuando se concretó, no fuimos parte del acto oficial”.
Para ella, esa falta de visibilidad no cambia la vocación de servicio: “Vamos a seguir haciéndolo igual. Pero también es importante comunicar, porque si los socios no lo ven, no saben que estamos ahí para ellos”.

Más de 100 años de compromiso con la ciudad
El Centro Comercial fue fundado el 28 de septiembre de 1923 y ha sido históricamente una de las instituciones más activas de Nueva Helvecia. Participa de Fuerzas Vivas, fue parte del proceso de instalación de la Escuela de Lechería, y ha sido impulsor de múltiples iniciativas de desarrollo regional. “Desde sus inicios, el Centro no solo representó a los comercios, sino que estuvo presente en todo lo que tuvo que ver con el crecimiento de la ciudad”, dice Geymonat.
Ese legado, sumado al trabajo actual, refuerza la idea de que la institución no es solo un intermediario: es un actor fundamental del entramado local. “Nosotros representamos a nuestros socios incluso cuando no nos ven. A veces voy sola a reuniones a Montevideo para defender los intereses del comercio local, y nadie saca una foto. Pero igual lo hacemos. Porque creemos que vale la pena”.
Por eso, hoy más que nunca, el Centro Comercial de Nueva Helvecia invita a los comerciantes, emprendedores y empresas de la ciudad a acercarse, a involucrarse, a construir juntos. No importa si estás empezando o llevás décadas en el rubro: ser parte de esta red es formar parte activa del desarrollo local. Cuanto más conectados estemos, más fuerza tendremos para crecer, para defender lo nuestro y para seguir impulsando a Nueva Helvecia hacia adelante.
L.D.A.