

Ubicada en el curso medio del río Uruguay, la Central Hidroeléctrica de Salto Grande ha sido durante más de cuarenta años un pilar fundamental en la generación de energía para Uruguay y Argentina.
Esta obra, resultado de una idealización binacional, simboliza la cooperación entre ambos países y su visión compartida de aprovechar recursos renovables de manera sustentable y eficiente.
Un hito en la historia energética bilateral
El 21 de junio de 1979 marcó un momento clave para ambos países: aquel día se inauguró la primera turbina de Salto Grande y empezó oficialmente la generación de energía. Desde entonces, UTE ha tenido un papel protagónico en la gestión y distribución de la electricidad producida en la central, además de coordinar las transferencias energéticas según las necesidades del sistema interconectado que une a Uruguay y Argentina.
Una ingeniería que potencia la integración regional
La central está compuesta por 14 turbinas y cuenta con un sistema de transmisión conformado por cuatro estaciones de 500 kV en total, dos en Uruguay y dos en Argentina, que forman lo que se denomina el “cuadrilátero” de Salto Grande. Gracias a esta infraestructura, se puede intercambiar hasta 2.000 MW de energía, garantizando una comunicación efectiva entre las redes nacionales y facilitando la cooperación energética entre ambos países.
Este sistema de alta tensión, utilizando una frecuencia de 500 kV, permite trasladar grandes volúmenes de energía en largas distancias, reduciendo costos y optimizando la eficiencia. La unión de las redes de ambos países en este nivel ha permitido también potenciar las transacciones de energía en ambos sentidos, fortaleciendo la integración regional. Además, desde Uruguay también llega energía desde Brasil, la cual es trasmitida hacia Argentina vía el “cuadrilátero” técnico de Salto Grande, demostrando la integración energética de la región en su máximo nivel.

El rol clave de Salto Grande en la matriz energética uruguaya
El aporte de esta central no solo es estratégico, sino vital para Uruguay. Actualmente, la generación en Salto Grande representa aproximadamente el 43% de toda la demanda energética del país en promedio, un porcentaje significativo que respalda la tendencia hacia una matriz eléctrica cada vez más sustentable y renovable.
Hacia una renovación sostenida y moderna
Luego de más de cuarenta años en funcionamiento, UTE ha decidido apostar a la continuidad y mejora de esta infraestructura mediante un proceso de renovación y modernización. La primera fase ya se ha llevado a cabo, y actualmente la segunda etapa, prevista para concluir en 2029, avanza con tareas de actualización tecnológica y mantenimiento profundo. Este esfuerzo busca garantizar que la central continúe operando de manera eficiente, segura y preparada para los desafíos energéticos del futuro.
Desde UTE, se continúa promoviendo una visión sustentable, en línea con la segunda transición energética del país, que prioriza el uso de energías renovables, movilidad eléctrica y el desarrollo del Hidrógeno Verde. La renovación de Salto Grande refleja el compromiso de mantener este bastión energético como un ejemplo de innovación y sostenibilidad en la región.
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