

Dicen que cuando dos elefantes bailan, la hierba sufre. Pero no deja de ser una tragicomedia; cuando bailan la Unión Europea y el MERCOSUR, el césped, sin apenas cortar, lleva esperando desde 1999… y ya ni verde está. A veces parece que este acuerdo birregional no es un tratado comercial, sino una telenovela latinoeuropea: con sus amores imposibles, giros inesperados, discursos emocionantes y promesas que siempre se posponen “hasta después del verano”.
Sin embargo, y contra todo pronóstico, la nave va. Lo dice la crónica oficial la prensa del parlasur del 17 de junio de 2025: una delegación del PARLASUR desembarca en Estrasburgo con más entusiasmo que certezas, pero con una novedad histórica, una mirada compartida. Parece ser , ellos lo aseveran, que un brasileño, un argentino, un paraguayo y un uruguayo coincidan en algo, y además lo firmen, ya es noticia. Que lo hagan para empujar un acuerdo con Europa, lo es aún más.
Crei que estan hablando en serio.No es solo un tratado de libre comercio. Según Leire Pajín, eurodiputada socialista (y oráculo progresista), esto es “un acuerdo innovador”, porque habla de derechos laborales, igualdad de género, medio ambiente, y sí, comercio también. Un unicornio jurídico. Una mezcla entre el Tratado de Roma y los Objetivos de Desarrollo Sostenible. Para algunos, una esperanza. Para otros, un PowerPoint de IA., muy bonito con letra pequeña.

En Estrasburgo se vio lo mejor de la diplomacia parlamentaria. Esa que no firma acuerdos, pero los cocina a fuego lento mientras los ejecutivos se atragantan con los entrantes. Reuniones con Verdes, con la Izquierda, con el PPE, con los Socialistas… y todos dijeron lo que ya sabíamos: que están “comprometidos” pero “preocupados”, que “hay que revisar”, que “es el momento”, pero “con condiciones”. O sea, sí pero no, salvo que sí.
El Presidente del PARLASUR, Arlindo Chinaglia, lo expresó con una claridad que envidiaría hasta Mario Draghi: “hay consenso”. Lo curioso es que ese consenso viene más de la urgencia que de la euforia. Porque América Latina, acosada por populismos a diestra y siniestra (y a veces al centro), ve en este acuerdo no solo un salvavidas económico, sino una carta de legitimidad internacional. Estaran aplicando el realismo mágico?!. ES como quien vuelve a llamar a su ex para que lo recomiende en LinkedIn!?!.
Cecilia Nicolini lo dijo sin rodeos: “hoy, las cláusulas ambientales no son un obstáculo, sino una salvaguarda”. Traducción: si nuestros gobiernos niegan el cambio climático, al menos que Europa nos lo imponga con estilo. Y con financiación, claro. Porque como dijo otro argentino sabio (y cínico): “sin plata no hay moral”.
La UE, por su parte, vive en su eterno dilema: quiere ser una potencia normativa, pero no sabe si lo que toca es ser árbitro, terapeuta o socio. Alejarse del calor de la Sala de Máquina. Colo los pasajeros de prime.
El Sr. González Pons (Pp) habló de diplomacia parlamentaria (con tono de «somos fraternales culturas» que debemos unirnos en tiempos de zozobra y cólera…muy bien, plas , plas.), Millán Mon reafirmó la voluntad de avanzar (sin confirmar cuánto), y Javi López pidió fortalecer la relación estratégica (con ese entusiasmo catalán que a veces suena a advertencia amistosa).
Pero entre bambalinas, Europa también juega su partida. Francia sigue pensando en sus agricultores,- y su grandeur» decayente- Alemania en sus industrias,renqueante y energías rusas evaporadas, y los Verdes en sus votantes resquemados. Y todo esto mientras China domina las «tierras raras» ycompra litio – y lo que se les ocurra-, a granel, y EE.UU con su proteccionista MAGA mira para otro lado, como diciendo: “que se maten entre ellos, yo ya tengo mi T-MEC”( Tratado de EEUU, México y Canadá).
Ah, si de resaltar una frase hablamos , este plumilla señalaría, quizá, la frase más hermosa (y utópica) la del Paraguayo Derlis Maidana: “necesitamos una revolución del respeto”. Ojalá. Aunque uno sospecha que para eso habría que instar – con mas vehemencia- a algunos inveterados descarriados de LatAm ( Venezuela, etc.) a sumarse a ese respeto con sus conciudadanos y «políticas públicas». Pero al respecto del respeto: muy y mucho , bien!
Los parlamentarios del PARLASUR, curtidos en asambleas eternas, discursos inflamados y cafés aguados, hace tiempo que saben que no hay acuerdo perfecto, pero sí hay momentos irrepetibles. Y este podría ser uno.
Conclusión de viejo político y plumilla: Como ex político (ya jubilado, pero no arrepentido), sé lo que es pelear por un titular más que por una coma en un tratado. Como cercano a grandes periodistas, sé que estos acuerdos se firman con tinta, pero se sostienen con confianza. Y como iberoamericano convencido, creo que si no aprovechamos esta oportunidad para redefinir la relación UE–MERCOSUR con reglas claras, protección mutua y visión compartida… otros lo harán por nosotros. Y no serán tan fraternales.
Así que sí, la nave va. Lenta, torpe, sin mapas claros y con la mitad de la tripulación en desacuerdo. Pero va. Y en tiempos de naufragios democráticos, eso ya es mucho.porque como djo el clásico: «quien no sabe donde va todos los vientos le son desfavorables «. Pero la «Forza del Destino» – Verdi compuso-, también cuenta. ¿O no?
Javi, corresponsal con juventud acumulada, sin corbata, con la cabeza en Estrasburgo y el corazón en América Latina.
Fdo.
Javi Pertierra
Por Javi P., comunicador, analista/cronista, de fondo y ex político local con más anécdotas que votos
