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En una sesión cargada de tensiones, emociones y decisiones clave, el Senado de la República de Colombia aprobó este martes 17 de junio el artículo 23 de la reforma laboral, que reconoce la laboralidad del contrato de aprendizaje para los estudiantes del SENA, marcando un hito largamente esperado por el movimiento estudiantil y por quienes han defendido la dignificación del trabajo juvenil en el país.
La representante María Fernanda Carrascal, una de las principales impulsoras de esta conquista, celebró con fuerza lo que considera una victoria colectiva: “¡Luchar sí sirve!”, exclamó. Su mensaje fue directo: cuando el pueblo se organiza, cuando la ciudadanía no se rinde y cuando la política escucha, es posible cambiar lo que parecía imposible.
Desde horas de la mañana, la plenaria del Senado inició el debate sobre este artículo emblemático. A las 11:13 a.m. comenzaron las intervenciones sobre el contrato de aprendizaje, tema que rápidamente encendió el recinto. Las bancadas no lograban acuerdos y varias proposiciones competían por alterar el texto original. Los ánimos se caldearon y el senador Wilson Arias, del Pacto Histórico, denunció sabotaje al tiempo de su intervención: “¡Respeto, carajo!”, gritó, al considerar que el uso del reloj en el recinto era parcial y desigual.
Pero pese al caos, una decisión trascendental se logró. El ministro del Interior, Armando Benedetti, lo anunció con orgullo: “Una noticia histórica. La plenaria del Senado ha aprobado el artículo 23 de nuestra reforma laboral: las y los aprendices del SENA tendrán contrato laboral. Un derecho que se les quitó en 2003 y que ahora lo recuperamos. Le estamos cumpliendo a los jóvenes de Colombia”.
!Lo lograron¡ Estudiantes y profesores incansablemente marcharon, sus frutos se ven reflejados
Este avance ocurre en medio de la incertidumbre general sobre el futuro de la reforma laboral, cuya suerte se define en estas horas. Durante la jornada, el Senado discute 10 artículos clave, sin que aún se logren consensos claros entre los partidos. Mientras tanto, el presidente Gustavo Petro ha pedido que se respete el texto aprobado por la Cámara de Representantes, pero dentro del Congreso, voces influyentes anticipan que ese escenario es poco probable.
Otro punto relevante de la jornada fue la aprobación del artículo 74, que reconoce condiciones laborales más dignas para madres comunitarias y madres sustitutas, permitiendo que el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF) pueda vincularlas directamente a su planta de personal. Una deuda histórica con quienes han cuidado por años a los niños más vulnerables del país.
Con la aprobación del artículo sobre el contrato de aprendizaje, el Congreso reconoce por fin que formarse y trabajar no puede seguir siendo sinónimo de precariedad. Este paso no solo corrige una injusticia vigente desde hace más de dos décadas, sino que envía una señal contundente a los jóvenes de Colombia: su esfuerzo sí importa, su trabajo sí cuenta y su voz, cuando se levanta con convicción, puede cambiar el rumbo del país.
La representante Carrascal cerró el día con una promesa clara: “Seguiré atenta, artículo por artículo, protegiendo el corazón de esta reforma. Porque los derechos no se mendigan, se conquistan”.
