

Imagen @AlcaldiaKennedy
En un despliegue de fuerza institucional y compromiso con el bienestar ciudadano, la localidad de Kennedy, en Bogotá, fue escenario este lunes 17 de junio de un operativo de alto impacto que dejó al descubierto una preocupante mezcla de abandono ambiental, ocupaciones irregulares y presencia de elementos militares en manos indebidas.
La intervención, realizada en el barrio Palmitas (UPZ Patio Bonito), permitió la recolección de más de 20 toneladas de residuos sólidos y la recuperación de 100 metros cuadrados de ronda hídrica, un pulmón urbano invadido por cambuches improvisados y un establecimiento cárnico que operaba en condiciones insalubres junto al cauce. Pero lo que más alarma generó fue la incautación de 24 armas blancas, 10 gorras y 2 uniformes del Ejército Nacional, lo que abre serias preguntas sobre su procedencia y uso en zonas vulnerables al delito y al desplazamiento.
Coordinado por la Alcaldía Local de Kennedy en conjunto con la Policía Nacional, la Secretaría de Gobierno, la Secretaría de Integración Social y los equipos de gestores de seguridad, el operativo forma parte de una estrategia más amplia para frenar el deterioro ambiental y urbano que viven algunos sectores del sur de la capital.
“Estamos combatiendo no solo la ocupación desordenada del espacio público, sino estructuras informales que ponen en riesgo a la comunidad. Kennedy no será territorio para la ilegalidad”, declaró Karla Marín, alcaldesa local, con firmeza tras la intervención.
La acción conjunta, que incluyó inspección, vigilancia y control a establecimientos comerciales, dejó también un comparendo a un local de venta de carne por operar fuera de la legalidad en el punto crítico de la Calle 38 Sur #99A-21. Sin embargo, más allá de las cifras y los elementos decomisados, lo que se evidencia es la dimensión del abandono histórico que enfrentan barrios como Palmitas, donde el Estado está regresando no solo con escobas y sanciones, sino con la voluntad política de recuperar el orden y la dignidad.
La administración local anunció que este tipo de intervenciones continuarán de manera sistemática en sectores priorizados, con un enfoque ambiental, social y territorial. Lo que está en juego no es solo la limpieza de un terreno baldío, sino el tejido mismo de una ciudad que se rehúsa a normalizar el caos como parte de su paisaje.
carloscastaneda@prensamercosur.org
