

El Chaco paraguayo es una zona donde circula el tráfico de drogas a través de los ríos, mientras que los pueblos indígenas viven en medio de carencias. El medio Vatican News resalta el trabajo conjunto entre salesianas y pobladores para el desarrollo de proyectos agrícolas y sociales.
El medio oficial del Vaticano se hizo eco de una realidad paraguaya, en que los ríos son utilizados no solo para el comercio legal, sino que también son aprovechados por los traficantes de droga para transportar cocaína desde Bolivia y venderla a Europa.
Bajo el título “Paraguay: salesianas y mujeres del Gran Chaco contra el tráfico de cocaína”, el medio de la Santa Sede expone las necesidades que existen en el Región Occidental.
La hermana Blanca Ruiz Díaz, misionera salesiana al frente de un proyecto agrícola y social en el norte, con la ONG Manos Unidas, cuenta que los campesinos e indígenas con gusto se dedicarían al cultivo de mandioca y papas, cebollas y ajíes verdes.
Sin embargo, señala que lastimosamente la agricultura no está suficientemente incentivada por las políticas gubernamentales, lo que ocasiona un impacto en la seguridad alimentaria del Gran Chaco.
“Los cultivos de subsistencia están constantemente amenazados por el comercio y tráfico ilícito, con los carteles de drogas dominando la zona”, resalta el material.
Las misioneras se encontraron con un territorio chaqueño sin recursos básicos e inversión de servicios, especialmente les preocupa la falta de atención sanitaria que incluso lleva a la muerte a mujeres durante el parto.
“A pocos kilómetros de aquí está la frontera con Brasil – precisa Blanca – ¡podría ser un paraíso si el Chaco viviera de lo que produce!”, sostiene Ruiz Díaz.
Sin embargo, le tocó observar recientemente las inundaciones que aislaron aún más a los pueblos indígenas y destruyeron los campos agrícolas.
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