El gobierno de Lacalle había flexibilizado varias normativas sobre el tabaco y los vapeadores, lo que favoreció a la industria del tabaco y generó un gran mercado de venta de los vaporizadores, que causan tanto o más daño que el fumado tradicional.
El Ministerio de Salud Pública (MSP) anunció la derogación de dos decretos firmados durante el gobierno de Luis Lacalle Pou. Esta acción afecta al decreto 87/021 sobre productos electrónicos de tabaco calentado y al 282/022 sobre empaquetado de cigarrillos. La decisión fue comunicada en un evento este martes.
La cartera, liderada por Cristina Lustemberg, detalló el cambio durante la conferencia “Efectos del consumo de tabaco y nicotina. Viejos y nuevos productos”. El acto se realizó en Torre Ejecutiva, enmarcado en el Día Mundial Sin Tabaco. Se repasó la política de control desde 2006, cuando Uruguay se declaró primer país libre de humo.
La derogación del decreto 87/021 implica la prohibición absoluta para las empresas. “Importar, solicitar registro, ni vender productos electrónicos de tabaco calentado” queda vedado. El MSP señaló que se “blindará” la normativa para cubrir todos los dispositivos electrónicos “por igual” a nivel nacional.
Vuelve el empaquetado neutro: flexibilización de Lacalle beneficiaba a las tabacaleras
La cartera aclaró que no se harán distinciones entre dispositivos de tabaco calentado y vapeo. Respecto al decreto 282/022, su derogación busca evitar estrategias que hagan los paquetes “más atractivos”. También impedirá que induzcan a pensar que un producto es “menos dañino” que otro.
En términos concretos, se impedirá agregar “colores, logos o diseños en el interior y variedad de materiales a las cajas”. El MSP recordó que Uruguay fue el “único” país que flexibilizó el empaquetado neutro tras implementarlo. Un fallo judicial de octubre de 2022 ya había suspendido su aplicación previa.
La sentencia de la jueza María Elena Emmenegger Giambiassi ordenó: “Dispónese la inmediata suspensión del decreto 282/022 hasta que quede firme el acto administrativo o para el caso de tramitarse la vía anulatoria, hasta que el Tribunal de lo Contencioso Administrativo (TCA) dicte sentencia ejecutoriada”.
En setiembre de 2022, Lacalle Pou admitió que cambio de decreto sobre cigarrillos fue un pedido de Montepaz, una de las tabacaleras más grandes del país.
Por entonces, había sido consultado por la prensa o sobre si podría haber una reducción del precio, a lo que respondió: “Ahí no me meto. Yo no voy a intervenir en el precio de los cigarros, lo que sí… otra cosa que les quiero decir, me preguntaba alguna gente en off, y algunas ridiculeces que también escuché: ‘esto es para favorecer a la empresa Montepaz’. ¡No, si me lo pidió una fábrica de chicles! Obvio, ¿quién se dedica a producir cigarros en Uruguay? Montepaz y, ¿quién le pidió esto al Ministerio de Industria? Montepaz”.
Vuelve la lucha al fumado en la salud pública
El control del consumo de tabaco es un eje prioritario para la gestión de Yamandú Orsi. Sigue la línea iniciada por el expresidente Tabaré Vázquez. Según datos oficiales, la prevalencia en mayores de 15 años bajó de 24,8% en 2006 a 19,7% en 2019. Desde entonces, se observa una “meseta”.
La disminución del consumo entre 2005 y 2019 fue dispar por género. En varones bajó de 31% a 22,2%, mientras en mujeres pasó de 19,5% a 15,2%. Otro dato relevante es la prevalencia en jóvenes escolarizados de 13 a 15 años, que alcanza el 11,5% (9,7% varones, 13,5% mujeres).
La Encuesta mundial de tabaco en jóvenes (2019) mostró que 9,9% de adolescentes entre 13 y 15 años usaron cigarrillos electrónicos en los últimos 30 días. Este plazo define como fumador en las mediciones. “Existe una baja percepción del riesgo de los jóvenes respecto a los cigarrillos electrónicos ‘vapo’”, advirtió el MSP.
Los riesgos del vapeo, un enemigo con buen marketing
Los líquidos de vapeo pueden contener compuestos dañinos como formaldehído, acroleína y metales pesados (níquel, plomo, cromo), los cuales están asociados a enfermedades pulmonares, cardiovasculares y potencialmente al cáncer.
Existen reportes de explosiones e incendios causados por baterías defectuosas en dispositivos de vapeo, resultando en lesiones graves. La ingestión o contacto con los líquidos de vapeo puede ser tóxica, especialmente en niños pequeños, representando un riesgo significativo de envenenamiento.
En 2019, un estudio identificó una enfermedad pulmonar grave asociada al uso de productos de vapeo, denominada EVALI (por sus siglas en inglés). La mayoría de los casos se relacionaron con productos que contenían tetrahidrocannabinol (THC) y acetato de vitamina E, un aditivo utilizado en algunos líquidos de vapeo.
Este compuesto se encontró en muestras de líquido pulmonar de pacientes afectados, pero no en personas sanas, lo que sugiere una fuerte asociación con la enfermedad.
Investigaciones financiadas por los Institutos Nacionales de Salud de EE. UU. revelaron que el uso crónico de cigarrillos electrónicos puede deteriorar la función de los vasos sanguíneos, aumentando el riesgo de enfermedades cardíacas. Los estudios mostraron que la sangre de usuarios de vapeadores causaba una disminución en la producción de óxido nítrico en células endoteliales, lo que indica una función vascular comprometida.
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