

Roy Barreras, exembajador de Colombia en Inglaterra y expresidente del Congreso de la República, ha vuelto a ser el centro de atención en el panorama político nacional tras declarar que «no es petrista». Esta afirmación, que ha generado una ola de reacciones en redes sociales y en diversos círculos políticos, marca un nuevo capítulo en la trayectoria de un político conocido por su capacidad de adaptación y su paso por diversas corrientes ideológicas.
Barreras, quien ha transitado por partidos como el Centro Democrático, Cambio Radical, el Partido de la U y más recientemente la coalición del Pacto Histórico, parece estar buscando un reposicionamiento hacia la centroizquierda. Este giro, sin embargo, no ha pasado desapercibido ni ha estado exento de críticas. En redes sociales y foros públicos, han abundado los calificativos hacia el exsenador, tildándolo de «oportunista», «camaleón» e incluso «petrista con piel de oveja». Las opiniones parecen coincidir en describirlo como un político que se mueve al compás de las circunstancias y las oportunidades.

En medio de esta polémica, han salido a la luz comentarios realizados por Barreras en privado sobre el presidente Gustavo Petro. Según trascendió, el exembajador habría calificado al mandatario como «loco» y habría compartido esta percepción con la senadora María Fernanda Cabal durante una reunión privada. «Sabía que Petro estaba loco, pero no pensé que lo estuviera tanto al momento de ejercer la presidencia», habría afirmado Barreras.
Estas declaraciones, filtradas a la opinión pública, han generado un debate sobre la coherencia política de Barreras y su relación con el presidente Petro. Cabe recordar que durante la campaña presidencial y los primeros meses del gobierno actual, Barreras fue una figura clave dentro del Pacto Histórico, apoyando activamente las propuestas de Petro y ejerciendo un rol protagónico en el Congreso. Sin embargo, su reciente distanciamiento refleja una fractura dentro de la coalición oficialista.
El caso de Roy Barreras no es único en la política colombiana, donde los cambios de postura y las alianzas estratégicas suelen ser parte del juego político. No obstante, su trayectoria ha sido particularmente marcada por una constante transformación ideológica que le ha permitido mantenerse vigente en distintos escenarios. Para algunos analistas, esto demuestra habilidad política; para otros, refleja una falta de compromiso con principios claros.

En un contexto donde la polarización política sigue siendo una característica predominante en Colombia, el anuncio de Barreras sobre no ser petrista podría interpretarse como un intento por reposicionarse en un espacio político menos radical. Sin embargo, su historial y las críticas que enfrenta plantean interrogantes sobre su credibilidad y capacidad para liderar desde una postura más moderada.
Por ahora, Roy Barreras continúa siendo una figura controvertida que genera opiniones divididas. Mientras algunos valoran su experiencia y capacidad para adaptarse a los tiempos políticos, otros lo ven como un símbolo del oportunismo que caracteriza a ciertos sectores de la política nacional. Su futuro político dependerá en gran medida de cómo logre manejar esta nueva etapa y si logra convencer a una ciudadanía cada vez más crítica y exigente con sus líderes.
