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En un momento decisivo para el debate laboral en Colombia, la senadora Aída Avella, del movimiento Pacto Histórico, ha dado un paso al frente con una ponencia alternativa sobre la reforma laboral que ha recibido un respaldo contundente del Gobierno nacional. La propuesta, radicada este lunes ante la Comisión Cuarta del Senado, no solo pone sobre la mesa una revisión estructural de las condiciones laborales del país, sino que reivindica derechos históricamente negados a millones de trabajadores.
Con un tono firme y comprometido, Avella anunció su propuesta a través de su cuenta en la red social ‘X’: “Defenderemos los derechos de todos los trabajadores del campo, de la ciudad, los informales, los jóvenes, las mujeres. Lo que nos quitaron gobiernos anteriores debe volver”. La senadora puso énfasis en la urgencia de restituir la estabilidad laboral, garantizar pensiones para las nuevas generaciones y reconocer el trabajo invisible de sectores tradicionalmente excluidos como las madres comunitarias y los transportadores.
El ministro del Trabajo, Antonio Sanguino, expresó su respaldo a la iniciativa destacando que la ponencia incorpora los resultados de la Consulta Popular y retoma el articulado previamente aprobado en la Cámara de Representantes. “Ha sido radicada ante la Secretaría de la Comisión IV del Senado la ponencia alternativa de la Reforma Laboral de la senadora Aída Avella. Esta propuesta recoge las voces de la ciudadanía y responde a una necesidad histórica de justicia laboral”, afirmó el alto funcionario.
También el ministro del Interior, Armando Benedetti, se sumó al respaldo, resaltando algunos de los ejes transformadores de la propuesta: remuneración de horas extras desde las 6:00 p.m., pago completo de dominicales y festivos, una jornada laboral de ocho horas, beneficios especiales para los microempresarios, créditos con intereses bajos y reducción de impuestos y tarifas de energía para quienes generan empleo desde la base.
La ponencia de Avella no es solo un documento técnico: es un gesto político que interpela a un país desigual y busca dignificar el trabajo en todas sus formas. Con el respaldo del Ejecutivo, esta iniciativa se convierte en una de las apuestas más fuertes del actual Gobierno para transformar el modelo laboral colombiano y ponerlo al servicio de la justicia social.
En un contexto global donde el trabajo informal crece y los derechos laborales retroceden, la propuesta de Avella se posiciona como un referente latinoamericano que podría marcar un antes y un después en la región. Su defensa de los sectores populares no solo sintoniza con las luchas sindicales históricas, sino que pone a Colombia en el centro de un debate internacional sobre el valor del trabajo y la dignidad humana.
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