La eyaculación en los hombres puede variar dependiendo de la edad. Foto:iStock- Cortesía el Tiempo
La ciencia ha empezado a derribar con argumentos sólidos uno de los temas más silenciados en torno a la salud masculina: la frecuencia ideal de la eyaculación. Lejos de ser un asunto banal o exclusivamente sexual, diversas investigaciones médicas -y cada vez más voces expertas- coinciden en que eyacular con regularidad puede tener beneficios significativos para la salud física y mental de los hombres, sin importar su edad.
Una de las voces más activas en redes sociales sobre el tema es la de la uróloga Vanessa Mosquera, quien desde su cuenta en TikTok se ha propuesto resolver las dudas más comunes que reciben en consultorio. En uno de sus videos más comentados, Mosquera abordó una pregunta tan sencilla como profunda: ¿es cierto que los hombres deben eyacular 21 veces al mes?
“Esa cifra es una guía, no una regla universal”, aclara. “Pero sí hay evidencia que respalda que eyacular con esa frecuencia puede ser benéfico, especialmente en la salud prostática”. Según Mosquera, la recomendación varía con la edad. En hombres jóvenes, menores de 30 años, el promedio puede superar las 25 veces al mes. Entre los 30 y 50 años, esa cifra oscila entre 10 y 20. Y en mayores de 50, puede estar entre 5 y 15, siempre considerando el estado de salud general y el bienestar del individuo.
,Más allá del número exacto, la uróloga destaca que eyacular con regularidad puede tener un efecto preventivo contra el cáncer de próstata, liberar dopamina —la hormona del placer y la motivación— y mejorar tanto el sueño como el estado de ánimo. “No se trata de cumplir una cuota —advierte Mosquera— sino de entender que esta función biológica tiene efectos más amplios que el placer inmediato”.
Una de las investigaciones que respalda esta afirmación proviene de la revista científica European Urology, que en 2016 publicó un estudio con casi dos décadas de seguimiento a miles de hombres. La conclusión fue clara: aquellos con una frecuencia eyaculatoria más alta durante la vida adulta tenían un riesgo significativamente menor de ser diagnosticados con cáncer de próstata. “Estos hallazgos proporcionan pruebas adicionales del papel beneficioso de una eyaculación frecuente”, afirmaron los investigadores.
Otros beneficios comprobados incluyen la reducción del estrés, la mejora del ánimo y la optimización del descanso nocturno. «Cuando un hombre eyacula, su cuerpo libera dopamina, una sustancia que motiva, relaja y estabiliza emocionalmente», explica Mosquera.
En todo caso, los expertos insisten en que no se trata solo de frecuencia, sino de contexto. Una vida sexual saludable está asociada con una buena alimentación, actividad física, relaciones afectivas equilibradas y el cuidado del bienestar emocional. Según el portal médico Bocah Indonesia, no existe evidencia de que una frecuencia elevada de eyaculación sea perjudicial, siempre y cuando se mantenga dentro de un marco saludable.
Así, hablar de eyaculación deja de ser un tema incómodo o vulgar cuando se le enfoca desde la salud pública. Es, en definitiva, una conversación urgente que la ciencia y la medicina están reclamando con evidencia en mano. Porque cuidar la salud sexual también es prevenir, comprender y vivir con más conciencia sobre el cuerpo.
Tomado del Tiempo