

La economía colombiana enfrenta un panorama preocupante, marcado por un desequilibrio fiscal que podría comprometer seriamente las finanzas públicas en los próximos años. Según advierte el experto en finanzas públicas Henry Amorocho, el presupuesto nacional para 2026 ya se perfila como una víctima de las dificultades económicas actuales, debido al notable aumento del gasto público proyectado para 2024 y 2025, que contrasta con un débil crecimiento económico.
Un Gasto Público en Ascenso
El gasto público en Colombia ha experimentado un incremento significativo, superando el 14% en los últimos años. Este aumento se concentra principalmente en los rubros de funcionamiento y servicio de la deuda, lo que refleja una presión creciente sobre las finanzas del Estado. Sin embargo, este crecimiento no ha sido acompañado de un aumento proporcional en los ingresos, que apenas crecieron un 2,3%. Esta brecha entre ingresos y gastos ha generado un déficit fiscal del 6,7%, una cifra alarmante que plantea serios desafíos para la sostenibilidad económica del país.
Un Nivel de Deuda Peligroso
Otro aspecto crítico es el nivel de deuda pública, que actualmente se sitúa cerca del 61% del Producto Interno Bruto (PIB). Este porcentaje está peligrosamente próximo al límite crítico sugerido por organismos internacionales como el Fondo Monetario Internacional (FMI). Superar este umbral podría tener graves implicaciones para la capacidad del país de acceder a financiamiento externo en condiciones favorables y mantener la confianza de los inversionistas.
Crecimiento Económico Insuficiente
El débil desempeño económico ha sido un factor determinante en esta situación. Colombia ha enfrentado un bajo crecimiento del PIB, lo que limita la capacidad del gobierno para generar ingresos adicionales a través de impuestos y otras fuentes. Este escenario pone de manifiesto la necesidad urgente de implementar políticas que impulsen la reactivación económica y fortalezcan las bases fiscales del país.
Desafíos para 2026
De cara al presupuesto nacional de 2026, el gobierno colombiano se enfrenta a un dilema complejo: cómo equilibrar la necesidad de mantener el gasto público con la urgencia de reducir el déficit fiscal y estabilizar la deuda. Esto requerirá decisiones estratégicas y posiblemente impopulares, como ajustes en los programas de gasto y reformas tributarias que amplíen la base impositiva.
Conclusión
La situación fiscal de Colombia representa un desafío significativo que exige una respuesta inmediata y coordinada. Es fundamental que las autoridades adopten medidas responsables y sostenibles para garantizar la estabilidad económica a largo plazo. La crisis actual no solo pone en riesgo el presupuesto nacional de 2026, sino también la capacidad del país para cumplir con sus compromisos financieros y fomentar el bienestar de su población.
